Al referirse a la pena que en su contra solicitan los fiscales de la causa Vialidad, Cristina Fernández de Kirchner no dudó: “Nos piden 12 años por la memoria, la verdad y la justicia, por el FMI, por las AFJP, por el salario de los laburantes. Por eso me van a estigmatizar y condenar. Si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo”.
Como tantas otras veces en su vida, donde la trayectoria personal se mezcla con la historia política de la Argentina, la vicepresidenta llevó adelante un capítulo más en su lucha contra el lawfare, ese mecanismo persecutorio que durante todos estos años la hostigó –así como a su familia, funcionarios y militantes– y que ahora redobla la apuesta y quiere proscribirla, negándole a vastos sectores del pueblo la posibilidad de sentirse representado en su figura y sus ideas.
“Necesitan dirigentes disciplinados y funcionarios que hagan lo que el poder real quiere”, advirtió Cristina.
Luego de que el tribunal que lleva el juicio oral le negara la posibilidad de ampliar su declaración testimonial –esto a pesar de que la fiscalía incorporó nueves acusaciones y supuestas pruebas–, la senadora emitió un pormenorizado mensaje por su canal de YouTube, donde sostuvo que este proceso no es “contra Cristina Kirchner” sino que es “un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares, a los que peleamos por una mejora del salario, de las jubilaciones y la obra pública”.

“Me preocupa mucho la situación de millones de argentinos. Esto tiene que ver con todo. Necesitan dirigentes disciplinados y funcionarios que hagan lo que el poder real quiere”, advirtió la dos veces presidenta de la Nación.
Sobre los elementos que sumaron los fiscales Sergio Mola y Diego Luciani, Cristina volvió a dar cuenta de un trámite judicial viciado de irregularidades, donde la persecución política parece haber reemplazado al debido proceso. “Esto es lo que quería decir en el tribunal. Mostrarles lo que había encontrado a los fiscales y preguntar cómo fue que no siguieron investigando de dónde venían los 9 millones de dólares que José López intentó ocultar en un convento”, subrayó la expresidenta.
También se refirió a la “feroz campaña política y mediática” montada en el marco del juicio, del que sostuvo que “empezó con una ficción, un guion que además de bastante malo, era falso”, ya que “nada de lo que dijeron los fiscales fue probado sino que, al contrario, se comprobó que era exactamente al revés de lo que se decía. Lo pudimos ver a través de los testimonios de más de 100 testigos citados por el Ministerio Público Fiscal”. Por eso, agregó: “Cuando dije que tenían la sentencia escrita, me quedé corta”.
“Nada de lo que dijeron los fiscales fue probado. Al contrario, se comprobó que era exactamente al revés”.
En un tramo central de su exposición, mostró comunicaciones entre el empresario Nicolás Caputo –amigo íntimo de Mauricio Macri– y el exsecretario de Obras Públicas José López, prueba de la “familiaridad” que había entre ambos. En ese punto, hizo notar que los fiscales de la causa “no vieron que había una asociación ilícita” entre José López y empresarios relacionados con el macrismo como Nicolás Caputo y Eduardo Gutiérrez. “Cuando el fiscal Diego Luciani dice ‘donde uno aprieta sale pus’, tiene razón; sale la pus de ustedes, los macristas”, retrucó la vicepresidenta, quien aseguró no tener la más “mínima duda” de que los 9 millones de dólares que López llevó a un convento en Luján pertenecían a esos empresarios.
Otras palabras se las dedicó Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, dirigente de Juntos por el Cambio y representante del PRO en el Parlasur, quien “se encuentra hace más de 600 días prófugo” de la Justicia. “Nosotros nos presentamos en la Justicia, Ustedes huyen. Ante la primera citación que tienen huyen”, afirmó Cristina.
Más tarde, vía Twitter, amplió elementos sobre el Instituto de la Vivienda de la Ciudad, organismo al que había mencionado en su exposición. “En estos mensajes que vas a leer, José López le pide a Caputo que gestione pagos de ese Instituto”, señaló en un posteo, en el cual remarcó los vínculos de José López con empresarios y funcionarios macristas. En otro tuit precisó que la persona de apellido Chancalay que figuraba en los mensajes del teléfono de José López y que ella mostró por YouTube correspondía a “un puntero histórico del macrismo de CABA”.
Como había ocurrido en la multitudinaria vigilia frente a su casa en el barrio de Recoleta y luego con el acompañamiento hasta el Senado, durante su intervención cientos de militantes brindaron su apoyo a Cristina, que una vez finalizada su exposición salió al balcón de su despachó donde recibió el afecto de sus seguidores y junto a ellos entonó la marcha peronista.