Docuserie de seis capítulos, “Medianoche en Asia” está dirigida por Joe Evans, Stefano Centini, Kunal Kocchar y Dominic Young, y promete ser la primera temporada de una recorrida sobre “comer, bailar y soñar” en las capitales asiática. Tokio, Seúl, Bangkok, Taipéi, Manila y Bombay son recorridas como un catálogo: bares, restoranes, mercados populares, discotecas.
El discurso del documental parte de una premisa válida para todas esas metrópolis: la vida es de noche. Pero este discurso se cuida de señalar que, en épocas de explotación de la mano de obra, es claro que solo “cuando el sol de oriente” baja, japoneses, filipinxs, taiwaneses, etcétera tienen tiempo de salir de tragos, cenar y bailar con amigxs en boliches “alternativos”.
El discurso del documental parte de una premisa válida para todas esas metrópolis: la vida es de noche.
Lo que se presenta como diferencia no deja de ser homogéneo: bartenders, pequeños restó de autor, mercados populares reciclados como resultado de los procesos de gentrificación muestran sus “diferencias” como activo cultural, pero bajo la misma forma: fetichizados por el mercado.

Tomar un trago en el bar Trench, de Tokio, o en el Indulgence Bar Bistro DAAM, de Bombay, solo se diferencia en los ingredientes, porque horarios, clase social, ubicación geográfica permanecen. Cenar a la madrugada en el Sardar Par Bhai, de Bombay, o en el Baan Tep, de Bangkok, es también una cuestión de ubicación y sabores, pero no de prácticas culturales de una población urbana que cada vez tiene menos tiempo para el ocio.
Pero este despliegue lineal como recorrido turístico, que es matizado con una DJ de 85 años en Tokio llamada Sumirock o escenas de la comunidad LGBTIQ+ Taipéi en su Casa Roja (Taiwán es el único país asiático que reconoce el matrimonio igualitario), tiene puntos de fuga en su relato: las diferentes relaciones con el espacio entre Tokio y Seúl, la presencia religiosa en Bombay y Bangkok, la clandestinidad de las comunidades sexodiversas en Manila frente a cierta permisividad en otras ciudades y su “legalidad” en Taipéi.
Tomar un trago en el bar Trench, de Tokio, o en el Indulgence Bar Bistro DAAM, de Bombay, solo se diferencia en los ingredientes, porque horarios, clase social, ubicación geográfica permanecen.
Y casi ¿inconscientemente?, el último capítulo, dedicado a Filipinas, solo marca una continuidad con las otras ciudades: el bodegón Lugawa Sa Tejeros es la única experiencia de sincronía en el relato, porque la pobreza de Manila es inocultable aun cuando baja el sol de oriente, que es cuando lxs pobres vuelven a sus barrios, como el de Tenemet, que casi fue derribado por el gobierno local y que se mantiene en pie porque sus habitantes resistieron convirtiendo el gran patio central en una luminosa cancha de básquet y las paredes de la construcción tipo “elefante blanco” en superficie para grafiti comunitario.
“Medianoche en Asia” Temporada 1 es una docuserie para disfrutar deconstruyendo la portada marketinera de su relato.