Víctor Hugo Morales continúa internado en el Sanatorio Los Arcos, pero evoluciona favorablemente de la afección pulmonar producto del Covid-19. Salió al aire en el comienzo de su programa La Mañana, de la AM 750. Con el énfasis y el compromiso de siempre. Sus palabras fueron las siguientes:
Que tal amigos, buen día, no saben el gusto que me da saludarlos.
Aún con esta cánula que tengo en la nariz que me da un poco más de oxígeno, que es uno de los problemas que he tenido.
Pienso, poco a poco, en empezar el retorno. El lunes les voy a contar algo más sobre el Covid-19, lo que es padecerlo, lo severo que fue esto, muy duro, es verdad que ha sido una instancia crucial de mi vida. De más está decir que me han sostenido ustedes con su cariño, con su afecto. Estoy tan reconocido que, como nunca, la palabra gracias me parece la más humilde que uno puede encontrar en su camino.
“Los que conducen la malicia, la guerra, la criminalidad, son ellos: se llaman TN, Clarín, Noticias, se llama ese demonio nacional cuyo nombre es Héctor Magnetto”
La verdad es que se han lucido: las prepagas dependen de que no todos ocupen los servicios al mismo tiempo, pero les está ocurriendo y están presentando un servicio excepcional. Soy un destinatario de la generosidad de médicos, kinesiólogos, enfermeros… Quiero hacer un monumento al enfermero: mi emoción frente a los enfermeros es de lo más alto que puedo considerar.
En esta búsqueda constante de información, anoche me puse a mirar a Kicillof. Por un lado, genera mucha admiración. Cuentan que cuando era un joven profesor, iban de las otras materias a verlo dar clases. Un lujo. Lo que hizo anoche es extraordinario, explicándole al país lo que iba pasando con esta tremenda desgracia mundial que tenemos que afrontar. Pero en medio de ese discurso me dio por ver qué hacía alguno de los canales enloquecidos que ha bastardeado la profesión de la peor manera durante todos estos años.
“Habilitando la mayor estupidez humana, nos quieren hacer sentir estúpidos”.
No estamos frente a un periodismo de guerra, estamos frente a un periodismo criminal. All mismo tiempo que Kicillof hacía su notable discurso explicativo, lleno de verdades, permitiéndole a la gente saber dónde estamos parados, haciéndole conocer al habitante de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, el drama en el que estamos metidos, TN se fue a Pilar. Intentaron cerrar el camino a un vacunatorio. En vez de escuchar a una persona que les estaba explicando de la mejor manera dónde estamos parados, ellos huyeron de la información y de la responsabilidad. A buscar roña, a buscar la cosa más fea del comportamiento. No seamos tontos. No era la Bullrich en Olivos, no era Macri con uno de sus patéticos tuits. No, los que conducen la malicia, la guerra, la criminalidad, son ellos: se llaman TN, Clarín, Noticias, se llama ese demonio nacional cuyo nombre es Héctor Magnetto, con todos los serviles que lo acompañan para darle al país esa sensación de caos permanente.
Anteayer habían batido récords. Transmitían desde Neuquén no sé cuántos cortes de ruta, desde la Ciudad de Buenos Aires el caos de los comedores (ahora les interesan los comedores…) y por supuesto toda la campaña contra la vacuna, contra cualquier cosa decorosa que quiera hacer. Habilitando la mayor estupidez humana, nos quieren hacer sentir estúpidos. Cierran los alemanes, los franceses, cierran los orientales, cierran las escuelas, las presencias, toman medidas, improvisan. Porque no se sabe qué hacer con este bicho. El propio Santilli había dicho que iban a tener que terminar con la presencialidad si se venía la segunda ola. ¿Y qué sucedió? Habíamos tenido que sobrellevar temprano al personaje que dirige la Ciudad de Buenos Aires diciendo: ¿qué novedad hay en los últimos seis días para que se tomen imprevistamente estas decisiones? Más de 150 mil contagiados, Larreta… 150 mil, de los cuales algunos miles van a morir y otros van a tardar mucho en recuperarse.
“No estamos frente a un periodismo de guerra, estamos frente a un periodismo criminal”.
Es una cosa espantosa el comportamiento que están teniendo. Pero no es Rodríguez Larreta. No es Bullrich. Son esos malditos medios de comunicación que para voltear gobiernos son capaces de cualquier cosa. Así se están comportando. Los quiero invitar a que vuelvan a escuchar partes de lo que dijo Kicillof. Y lo que hacía TN mientras tanto… Y que evalúen.
Es una cosa que no tiene parangón, no hay en el mundo. Es criminalidad mediática. A mí y a tantos otros nos quieren matar de alguna manera. No les importa si nos morimos. Les importamos como un número estadísticos que sirva a sus fines. Es demasiado. Dormirme pensando que hoy no iba a estar en contacto con ustedes me hacía mucho daño en mi corazón, mentalmente. Me hace daño como luchador de esta actividad que amo.
Quiero decir que el entusiasmo por este programa La Mañana, por lo que ustedes nos dan, es lo más importante que me ha ocurrido periodísticamente en mi vida.
Casi se va la vida. Pero está. Y mientras esté. Con ustedes ahí. Vamos a seguir intentando dar una pelea que es muy necesaria.
Un abrazo para todos.