Víctor Hugo Morales aún permanece internado, aquejado de Covid-19. Pero volvió a comunicarse con su público con un audio que le envió a Álvaro Pan, conductor del programa Diálogo A Dos Orillas, que se emite por M24 99.7 FM Montevideo y 102,5 FM Maldonado. Un mensaje que abarca al pueblo uruguayo pero, por supuesto también al argentino:
Va una perlita para que sepan dónde estoy parado y poder reflexionar un poco juntos, sobre este tiempo aciago, tremendo, que nos toca vivir y que a mí me tiene condicionado con el Covid-19 en una clínica, pasándolo aceptablemente ahora, pero a la salida de una neumonía que no es de las peores, pero ha sido grave. Y que me tiene hace más de 20 días encerrado. Sin sufrimientos especiales como por ejemplo estar entubado, o estar anestesiado. Pero con una gran insuficiencia de rendimiento físico, hasta para la modestia de ir al baño.
Con lo cual, en este contexto, en este panorama tremendo que tenemos en el mundo y que ahora también está castigando a Uruguay quería hacer algún comentario, que espero sea útil, que sume. La gente intuye, piensa en esto, pero tiene menos experiencia, salvo la desarrollada esta semana. En cambio en Brasil, en Argentina y otros países estábamos un poco más entrenados.
“Es un enemigo invisible al que no se puede tocar y del que solamente uno se puede esconder hasta que se vacune”.
Lo que ocurre es tremendo. Ya lo saben. Hay que evitar las redundancias. Es un enemigo invisible al que no se puede tocar y del que solamente uno se puede esconder hasta que se vacune. Yo no llegué a tiempo a la vacuna. Tuve mala suerte. Me faltaban pocos días. Todo un año cuidándome, hasta que algo falló en la última instancia y me atacó el Covid-19 con neumonía. Ese es otro precio.
La neumonía es una infección a los pulmones, ya se sabe. Puede ser muy grave, mortal, que uno combate de distintas maneras. A mí me dieron plasma. Ahora me están dando corticoides. E intuyo que lo mejor me ha pasado hace cinco días y ahí se marcó una pequeña recuperación. Puedo hablar en este tono. Me piden que no abuse. Porque uno se cansa. Además hoy me bajaron un poco el suministro de oxígeno y por eso estoy un poquito más debilitado.
“Lo que llamamos oposición mediática de la Argentina contribuye al idiota profundo”.
Pero pensé en tomar contacto con ustedes.
Son muchas las ideas que se cruzan en este tema. Veo que en Uruguay los contagios han crecido de manera espantosa. No voy a incursionar en alguna apreciación. Sería una falta de respeto…
En Argentina, una cosa que sucedió es que relajaron los controles en todos los niveles. Yo mismo empecé yendo de vez en cuando al canal, después un poco más… Aunque no fue en el canal que me contagié, creo… Me permití alguna salida, el protocolo, todo eso, y cuando me quise acordar estaba metido en este baile que me ha dificultado bastante. La vida tiene esos resortes inesperados.
“Nunca pensé que un país como Argentina podría llegar a una degradación espiritual e intelectual de la clase dirigente como la que ha ocurrido en estos años”.
Y la Argentina está en una crisis, un caos pavoroso. Es muy injusto lo que le pasa porque ha hecho las cosas muy bien desde el primer día. Cuando Uruguay ni soñaba en este asunto, en la Argentina tomaron medidas ejemplares. Pero pelean contra un monstruo más horripilante que la imagen del coronavirus. Lo que llamamos oposición mediática de la Argentina contribuye al idiota profundo. Cómo se puede construir desde los medios. Es tan persistente.
He pasado por todos los errores, las pequeñas miserias, los aciertos, las luchas, todos hemos hecho un aprendizaje. Nunca pensé que un país como Argentina podría llegar a una degradación espiritual e intelectual de la clase dirigente como la que ha ocurrido en estos años. Basta con hacer un zapping televisivo para hallar a auténticos mafiosos del periodismo. Personajes tan desagradables, tan mentirosos, incapaces y falsos, tan desinteresados de la gente. Es tan dura la lucha entre lo que es el poder político tan modesto y el poder real tan prepotente que a veces, achica. En ocasiones uno siente que está perdido, que ganan siempre los malos, los que mienten y tergiversan, los que verdaderamente roban mientras gritan, corriendo detrás de una persona, “al ladrón, al ladrón…”.
Y son ellos los que siempre escapan con el botín.
“Es tan dura la lucha entre lo que es el poder político tan modesto y el poder real tan prepotente que, a veces, achica”.
En medio de todo esto, el mundo en medio de una catástrofe que uno se pregunta cuándo puede tener fin. ¿Conviviremos con esto muchos años más? Da la sensación que estas cepas que aparecen a cada rato por todos lados, configuran una amenaza que no se detiene, muy persistente. Odiosamente plantada en la puerta de nuestra casa. Abrimos la puerta y están ellos. Me pregunto, por ejemplo, cómo va ser cuando vuelva, si me recupero, retomar las actividades. Trabajaré desde casa como todo este año para la televisión, para la radio. Pero igualmente tengo la sensación de que en algún momento me cruzo con el bicho, abro la puerta y capaz que está ahí mirándome.
Es muy duro. Sin embargo, siempre hay que dar la pelea por vivir.
Le mando un gran abrazo.
Y esta, que es mi primera aparición pública –espero que no se pongan celosos ni en mi radio ni en mi canal- es una manera de acercarme al Uruguay ahora que lo veo tambaleante. Espero que puedan salir de esto. Por la puerta más amplia, la más ancha, la que nos permita una solución para todos.