Habrán escuchado las declaraciones en el marco de una entrevista con la CNN que hizo el ex presidente Mauricio Macri. Estamos en condiciones de que la causa que presentó el gobierno nacional -en realidad, la Oficina Anticorrupción- ante la justicia federal penal avance un poco más porque lo que dijo Macri constituye prueba de un accionar que, a todas luces. es delictivo. Financiar la fuga de divisas en un momento crítico de la Argentina a sabiendas de que se lo estaba haciendo, pone al ex presidente en una situación penal distinta a la que estaba antes de estas declaraciones. ¿Y por qué estoy hablando de lo penal? Tenemos una traba importante en la Argentina que es ser excesivamente comprensivos con las explicaciones de orden político.
Hasta ahora, el macrismo había dicho que en realidad el dinero se había utilizado para financiar el déficit que había dejado el kirchnerismo, y esa era una explicación de orden político a una cuestión económica. Lo que Macri está diciendo ahora, contradice a lo anterior, por ejemplo a Lacunza, el que fue su último ministro de economía y finanzas. Da la impresión de que Macri ha hablado de más en su contra pero beneficia, no solamente a la comprensión de lo que fue su proceso de cuatro años sino, fundamentalmente, que esto tiene una derivación clara en lo penal.
Vamos a hacer un poco de historia. Macri pide y le otorgan 44 mil millones de dólares a los países del FMI a instancias de los EE UU, que es su accionista mayoritario, es decir, a instancias de Trump. Esto es un enjuague de lo que definió muy bien Gabriela Cerruti como la casta financiera: el bloque de poder que llevó Macri a la presidencia estaba integrado por diversos sectores del capital, pero había uno que era el capital financiero, que hace a escala global y particularmente en la Argentina en esos años, negocios especulativos que tienen poco que ver con el capitalismo productivo en su origen. De ese bloque de poder es del que se valió Macri para llegar a la presidencia: el más beneficiado fue el bloque financiero, incluso más que el empresariado productivo.

La posibilidad de la llegada al gobierno del Frente de Todos tuvo que ver mucho con eso, con las peleas que se dieron al interior de ese bloque: por un lado estaban los exportadores de soja; por otros lados, los bancos, los fondos de inversión, los empresarios que producen y fabrican cosas materiales es decir, los que realmente generan valor y producción, trabajo y riqueza. Hay que decirlo: Macri fue una CEOcracia producto de que ese bloque de poder aunque sus diferencias para desbancar a Cristina Fernández de Kirchner (o al Frente de Todos, en ese momento llamado Frente para la Victoria), hicieron lo imposible para que no se pudiera reelegir allá en 2015. Y también hizo lo propio EE UU, con Trump a la cabeza, una vez que tuvo la posibilidad de ayudar a su amigo, pero fundamentalmente a los fondos de inversión, es decir, al capitalismo especulativo. Porque en un punto, cuando uno mira la situación global de concentración de riqueza, cuando uno mira la situación del mundo hoy, va a ver que el capitalismo en su etapa de financiarización, es producir riquezas sin la gente. ¿Y cómo se hace plata con la plata? Teniendo presidentes títere, como fue Macri. Teniendo presidentes quitan regulaciones, permitan la fuga de divisas que son las que empobrecen a los países.
Eso fue el capítulo más horrible de la historia reciente de la Argentina, protagonizado por Macri, pero también por todos estos actores que él bien define: los bancos le tenían temor a que volviera el kirchnerismo. Entonces había que darles la plata para que se la pudieran llevar. Cuando habla de los bancos en realidad habla de los fondos de inversión y de los bancos que trabajan con los fondos de inversión. Es la elite financiera, gente a la que le preocupa poco lo que pueda sucederle a los ciudadanos de un país. Lo que les interesa en todo caso es el destino de la fortuna de sus accionistas, y el único punto en el horizonte que tienen es el de incrementar la acumulación de su riqueza, de las formas más aviesas posibles, entre esas, la de desestabilizar las democracias, armarle corridas financieras. El propio Macri tuvo que imponer el control de cambios y decretó el default. Es bueno hacer memoria de lo que fue ese último 2019 donde realmente Macri debió tomar una serie de medidas que contradicen el manual neoliberal. Alguien dirá: “Se le fue de las manos, él se la busco”. Claro: fue un gran negociado, fue un pacto preexistente al triunfo de Macri. “Si yo gano le voy a pagar a los buitres, voy a quitar las regulaciones y le voy a bajar las retenciones a la soja y a los productos que tengan el campo para exportar. Voy a hacer un capitalismo de orden financiero y especulativo para que ustedes, fondo de inversión, la que traen, se la puedan llevar”. Fue un festival. Venían por pocos meses a la Argentina, hacían ganancias multimillonarias y se la llevaban. La deuda que contrajo Argentina con el Fondo se dio para financiar eso. La plata no está en hospitales, no está en tecnología, no está en satélites, no está en infraestructura, no está en cloacas, no está en becas, no está en trabajo. Esa plata sirvió para beneficiar a un conjunto de gente a la que la Argentina le importa poco y nada, o directamente nada.
La deuda que contrajo Argentina con el Fondo se dio para financiar eso. La plata no está en hospitales, no está en tecnología, no está en satélites, no está en infraestructura, no está en cloacas, no está en becas, no está en trabajo.
Lo que dijo Macri saca el tema de la fuga de divisas del orden de la discusión política y la lleva al terreno penal. Es horrible que se judicialice la política tanto como se politice la justicia. Lo sabemos, pero también cuáles fueron los pactos preexistentes y si hubo una interacción previa que hiciera que Macri funcionara o resolviera de la manera en que lo hizo. Había muchos intereses en juego. Trump no es precisamente alguien que opere por cariño, se instruyó a la gente que tiene dentro del FMI, por ejemplo Claver-Carone y beneficiaron a Macri porque querían la reelección. Durante esos cuatro años Argentina se convirtió en el paraíso de la fuga, de hacer negocios rápidos multimillonarios en muy corto tiempo. Hubo capitales que venían, hacían el negocio y se iban en dólares, después entraban, hacían un negocio con la Leliq y se iban. Lo que conseguía Argentina, gobernada por Macri, eran dólares frescos para financiar ese negocio. Ahora quieren que esos dólares los paguemos nosotros. Pero el artículo 6º de la constitución del FMI impide que se otorguen créditos para financiar fugas. Es taxativo eso: hubo delito. Es bueno remarcarlo en el marco de lo que es la negociación.
El presidente Fernández dijo algo es imposible no compartir. Algo así como “si arreglo en 5’ es porque voy a estar perjudicando a la gente, yo no me puedo permitir perjudicar a la gente”. Es preferible un acuerdo en un mayor plazo y no un acuerdo corto que sea más conveniente para el organismo de crédito que para los ciudadanos y las ciudadanas de la Argentina.
El artículo 6º de la constitución del FMI impide que se otorguen créditos para financiar fugas. Es taxativo eso: hubo delito. Es bueno remarcarlo en el marco de lo que es la negociación.
La verdad que los argentinos y argentinas la estamos pasando complicado. Es una situación muy compleja, y encima, no sólo estamos mal porque Macri nos bajó el salario y este gobierno todavía no lo pudo recuperar, sino porque lo que tenemos encima es la amenaza de una deuda impagable que quieren transformar en cobrable a toda costa. Ahí hay que poner un freno. Las movilizaciones, las expresiones y las manifestaciones que plantean que primero está la gente, que primero hay que crecer, que los muertos no pagan sus deudas – este nestorismo alrededor de la deuda-, lo celebro, lo festejo y lo aplaudo. Guzmán estaba muy solo en esto, sinceramente, y cuando uno está solo, se pone complicado, porque entre otras cosas hay un síndrome, el síndrome del palacio, el síndrome de la aerolínea, del vuelo preferencial, del auto que te está esperando cuando llegás. Vos te vas despegando. Es un riesgo. Toda persona, cualquiera de nosotros, puede cometer el desliz de pensar por un segundo que todas esas luminarias son la verdad, pero la realidad de las cosas se manejan en otros asuntos, en el supermercado, en si llegás o no a fin de mes, si podés pagar o no la expensa, si podés hacer frente a las erogaciones que hacen una vida medianamente digna. Esa es la realidad. Por eso Guzmán tiene un enorme peso en la espalda, del mismo modo que lo tiene el presidente de la Nación: están permanentemente tentados por esos sectores que hicieron negocio con Macri para que cedan, para que el negocio criminal se termine de consumar. Ahora lo que se puede hacer es una buena negociación en donde se consiga más plazo, quizá una quita, una baja en la tasa. Además de eso, alguien acá tiene que responder penalmente porque no puede volver a pasar. Sturzenegger no puede ser dos veces funcionario de dos gobiernos que endeudaron al país.
Siempre digo: Néstor pagó la deuda para sacarse al FMI de encima. No se puso a discutir si era legítimo. la Argentina pudo aplicar políticas heterodoxas a partir de esa decisión, pudo incluir más gente. Hacer algo concreto y no beneficiar a los bancos. Dio herramientas de soberanía y de independencia económica ese pago.
Me acuerdo que Marcelo Zlotogwiazda estaba en contra de ese pago y se armó un revuelo. En ese momento trabajábamos en la revista “Veintitrés”. Decía que era como demagogia. Yo decía daba mayor independencia. “Sí, no vas a tener que regirte por el artículo 4º del Fondo que es lo que ahora se está cumpliendo, lo del monitoreo, vienen y te mandan tipos y te manejan la economía. Es verdad también pero parece oportunista”, decía él. “No importa, que sea oportunista pero que mejore las condiciones para la Argentina y los que viven en la Argentina”, le decía yo. “Pero con 10 mil millones de dólares también se podrían hacer esto, aquello, lo otro”, me replicaba Zloto. Quizá tenía, parte de razón pero con los años me dio la impresión de que tenía más razón el equipo económico que acompañaba a Néstor Kirchner, aunque él lo hacía de absoluta buena fue. No era como ahora que está lleno de periodistas y consultores pagados por el establishment.
Néstor pagó la deuda para sacarse al FMI de encima. No se puso a discutir si era legítimo. Nos salió barato, la Argentina pudo aplicar políticas heterodoxas a partir de esa decisión, pudo incluir más gente. Hacer algo concreto y no beneficiar a los bancos. Dio herramientas de soberanía y de independencia económica ese pago.
Con la CNN, Macri dijo cosas que desmienten lo que antes había dicho. Benefició a esos grupos para “llevarsela en pala” y que el país siguiera empobreciéndose. Ahora nos quieren hacer a todos pagar esa deuda. Si Macri paga, entonces yo sí pago. Si Macri paga lo que hizo, y para eso hay una causa penal que radicó la Oficina Anticorrupción. Después están los jueces, las juezas, algunos avanzan, otros no. Nadie en la Justicia está preparado para enfrentar a los grupos económicos, tenés que tener más que cojones, tenés que tener ganas de convertirte en Presidente de la Corte Suprema. En el marco de una etapa o un Gobierno y un proyecto nacional y popular, el resto hace carrera evitando tomar estas decisiones. Esos jueces, juezas y fiscales no bajan de un plato volador, son producto de la sociedad argentina. Se exige a determinados sectores como si hubieran llegado ayer en un buque europeo. No, son parte de la sociedad argentina, de sus venalidades.
Si paga Macri, penalmente, yo pago la deuda. Si me dan plazos y me dejan crecer, no tengo problema en pagar. Al fin de cuentas esa deuda la toma el Estado Argentino, que somos todos y todas. Hay una corresponsabilidad aunque no lo hayamos votado a Macri. ¿Es doloroso? Si claro, ¿No nos gusta? No. Pero hicieron un desastre en nombre del Estado Argentino. Por lo tanto, ojalá que avance la causa judicial, porque eso le va dar más fuerza al Presidente y a Guzmán para negociar con más firmeza.
Macri ha hecho una confesión autoincriminante. Generalmente, cuando uno se autoincrimina sirve para orientar la pesquisa general, pero después el investigador tiene que conseguir las pruebas que fundamentalmente están en la papelería y documentación. ¿No hay papelería? La deuda con el Fondo ni siquiera está documentada. Que estas expresiones de Macri sirvan para darle ánimo y coraje al equipo económico, al Presidente. Lo votamos con mucha esperanza y en unos días se renueva un compromiso, que requiere de acciones que acompañen las palabras.