La traducción del título de la serie, “¿Sabes quién es?”, no da cuenta de su real nombre: “Pieces of her”, es decir “piezas de ella”. Presentada como un drama familiar, como lo es casi todo devenir de familia, esta propuesta de Netflix se construye en base a una cadena de eventos que permiten una lectura que supera esa caracterización para nada inocente. En la tira, una ama de casa pronto muestra que no es quien dice ser, y que aquello que es no lo sabe ni su hija.
Para no espoilear, solo podemos decir que hay una impresionante actuación (como siempre) de Toni Colette como una falsa Laura Oliver, quien en su pasado fue rica y formó parte de un naif movimiento revolucionario (imaginario) durante los años de la reorganización neoconservadora de Ronald Reagan: el “Ejército para cambiar el mundo” (sic), que mantiene relaciones con el famoso (existente) movimiento ACT UP, que supo articular desde las luchas contra las políticas de VIH y SIDA del Partido Republicano un conjunto de combates más amplios, como los de las diferencias sexo-genéricas, la etnia, las migraciones y la pobreza. “Act up” significa “hacer macanas”, pero, a su vez, es la sigla de Aids Coalition Unleash Power, es decir, Coalición Contra el SIDA para Liberar el Poder”.
Presentada como un drama familiar, como lo es casi todo devenir de familia, esta propuesta de Netflix se construye en base a una cadena de eventos que permiten una lectura que supera esa caracterización

Esta relación entre el imaginario ejército y el movimiento emancipatorio vuelve a reanudarse cuando el hermano de Laura resulta ser un multimillonario candidato del Partido Demócrata que, nos guste o no, tiene en su interior a los/as seguidores/as de Bernie Sanders y otros/as dirigentes democráticos y populares, aunque la política del garrote internacional siga siendo un lazo que lo ata a la derecha del Tea Party.
Que una serie construya un drama familiar donde un movimiento insurgente (ficcional) se relacione a luchas reales (como las de ACT UP) y apunte, en este momento, al Partido Demócrata, que es un espacio político donde existen energías y cuadros populares, no deja de llamar la atención. Para verlo como drama familiar y atender muy finamente a la concepción política que articula la historia, más allá de los enredos y llantos parentales.