Rezos individuales, ceremonias para pocos, “auto-iglesias” y cadenas de oraciones por streaming caracterizan hoy la nueva manera de ser creyente en el país, en medio de las variadas fases de la cuarentena en la que se encuentran las provincias argentinas. Una de las sorpresas fue la masiva adaptación de los fieles ante la modificación de liturgias y tradiciones que durante años fueron consideradas “intocables”.
En la provincia de Santa Fe se dio una situación confusa porque el martes pasado se informó oficialmente que quedaban exceptuadas del aislamiento social las celebraciones religiosas, pero pocas horas después se rectificaron los alcances del decreto y la situación volvió a lo resuelto a finales de mayo, cuando solo se autorizó la apertura de los templos.
Esa marcha atrás generó disgusto en las congregaciones evangélicas, que realizaron acciones de protestas, como en la Iglesia Redentor de la ciudad de San Lorenzo, que se “disfrazó” de bar, con mesas donde los fieles se sentaron como si fuesen clientes y pastores vestidos de mozos.

En Rosario, por su parte, desde ayer se retomaron las misas con público en las iglesias católicas, pero por el momento con la participación de hasta 10 personas, para lo cual los fieles deben anotarse en las entradas de los templos e ingresan por un estricto orden de llegada.
Distinta es la situación en Bahía Blanca donde la Arquidiócesis local informó que “no se están llevando a cabo misas ni ninguna ceremonia con público presente, por lo que en el caso de las mismas se hacen en modo virtual a través de distintas redes sociales, mientras la atención espiritual del sacerdote se puede hacer en forma individual y por horario”.
En Tucumán sí abrieron los templos la primera semana de junio para la oración individual con un límite de 20 personas por iglesia, según el protocolo dispuesto por el gobierno provincial que, además, recomendó no asistir a los mayores de 60 años y a los grupos de riesgos.
“Desde el fin de semana pasado y con gran afluencia de feligreses las iglesias católicas, evangélicas y la mezquita ubicada en la capital jujeña ya volvieron a tener actividad litúrgica de manera presencial”, señaló Jorge Pereira, director de Culto de Jujuy.

El pasado 11 de junio el Comité Operativo de Emergencia (COE) de Catamarca, por su parte, anunció la habilitación de ceremonias religiosas, lo que permitió que algunas personas se dieran cita en el templo; aunque la mayor parte participó desde sus hogares a través de una transmisión en vivo por redes sociales.
En Salta, el 7 de junio se anunció la habilitación de las ceremonias religiosas y el domingo se celebró la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre, con una festividad atípica en la Catedral de la Capital salteña, encabezada por el arzobispo Mario Cargnello. En este contexto, en la iglesia Catedral de los Milagros hacen reuniones en modo “autoiglesia”, con encuentros que se realizan los domingos, en el parque Blessed Land, donde unos 300 vehículos se juntan para escuchar el mensaje del pastor, emitido desde un escenario y transmitido por una frecuencia de radio corta.
Más al sur, el gobierno del Chubut había aprobado un protocolo para la práctica de los cultos religiosos que se venían realizando de manera virtual, pero canceló su aplicación y volvió a la fase 2 de aislamiento ante la aparición de nuevos casos de coronavirus que se dispararon en los últimos 10 días. Así, los templos e iglesias siguen abiertos, pero solo para 10 personas al mismo tiempo, en un horario restringido (de 9 a 14).

En el interior de la provincia de Córdoba hay mayor flexibilización, pero aún no están permitidas las misas presenciales: solo se puede acomodar una persona cada 20 metros y una por banco, mientras no se autoriza el uso del agua bendita. En la capital desde el 15 de mayo hay autorización de apertura de templos, en el horario de 14 a 20.
En La Pampa las misas serán con una presencia no mayor a las 10 personas, que deberán cumplir con el protocolo que además establece el distanciamiento entre sí. A raíz de la poca cantidad de fieles que se autoriza a asistir, desde el Obispado se acordó llevar adelante más celebraciones en distintos horarios y en las diferentes parroquias.
El Mendoza también autorizaron a los feligreses y miembros de los cultos asistir a las celebraciones comunitarias programadas o de manera individual, como así también la realización de bautismos y casamientos bajo un supervisado protocolo sanitario.
En Entre Ríos no están habilitadas las “reuniones y actividades de cultos religiosos”, en tanto que el arzobispado de Paraná destacó que continúan desarrollándose misas en la mayoría de las iglesias, las cuales son transmitidas vía streaming.