Primera encuesta regional sobre Iglesias Cristianas y Diversidad Sexo Genérica.
Convocados/as por el GEMRIP (Grupo de Estudios Multidisciplinarios sobre Religión e Incidencia Pública), se realizó en Bogotá, Colombia, un encuentro de activistas cristianos/as de distintas denominaciones cristianas: católicas, protestantes, evangélicas y Testigos de Jehová. En un lujoso hotel bogotano, y en el marco de una nueva edición de reunión de líderes LGBTIQ+, este grupo planteo la situación de las comunidades de las diferencias sexo genéricas que pertenecen a alguna iglesia de denominación cristiana en nuestro continente. Los testimonios fueron variados: experiencias autónomas, de inclusión y de rechazo-persecución, los más. Quienes se sentaron en la mesa en forma de “U” eran activistas, pero también funcionarios de gobiernos, sobre todo centroamericanos, donde el evangelismo de cuño conservador y neo pentecostal viene haciendo estragos con las palabras de igualdad del Evangelio.
“Los proyectos legislativos de ´libertad religiosa´ son, en realidad, pedidos de grandes corporaciones evangélicas para construir un marco que legalice la discriminación y la desigualdad”.
En esa reunión se discutió sobre la falta de un estado del arte que diera cuenta de la diversidad de modos en que fe cristiana y pertenencia a un grupo que es mayoritariamente despreciado por discursos religiosos. El guante de la propuesta fue tomado por nuestro país. La Secretaría de Diversidad Religiosa de la Federación Argentina LGBT, junto con Protestantes por la Diversidad y el apoyo del GEMRIP decidieron dar forma a una Consulta Nacional a las iglesias cristianas de nuestro país. En el Marco del Encuentro Nacional de la Diversidad 2019 (END 2019) se convocó a líderes religiosos, militantes, iglesias, creyentes lgbtiq+ a participar en la elaboración colaborativa de la guía de preguntas que luego fue enviada a todas las iglesias de denominación cristiana de nuestro país.

Debajo de esta nota podrán leer de manera detallada los resultados, y algunas reflexiones, que se consideran como un primer mapeo en el que se puede resaltar:
1.- El silencio de la totalidad de la iglesias cristianas de denominación ortodoxa
2.- La respuesta institucional de la Iglesia Católica Romana Argentina que la hizo su Conferencia Episcopal
3.- La distancia entre las conocidas prácticas de apertura de algunas comunidades protestantes y la distancia con el silencio o falta de consagración en normativas eclesiásticas de dichas denominaciones.
4.- La valerosa decisión de la Iglesia Evangélica Valdense que es la única que consagró la bendición matrimonial a partir de un proceso sinodal
5.- El silencio de ACIERA, asociación a la que pertenecen miles de pequeños templos “de pastor/a” evangélicos/evangélicas, lo que resulta llamativo cuando a esta organización no le tembló el pulso para firmar el apoyo a políticas antiderechos del macrismo junto a la DAIA.
“El evangelismo de cuño conservador y neo pentecostal viene haciendo estragos con las palabras de igualdad del Evangelio”.
En su ensayo “Cultura”, T.S. Eliot dedica páginas a debatir una definición de cultura y, sabiamente, comienza estableciendo su relación con las tradiciones religiosas. En ese texto la religión aparece como horizonte “praxiológico” en el que los estilos de vida se reproducen más allá de ser o no creyente: aún el más acérrimo ateo/a configura sus opciones en un “ethos” marcado por valores de una tradición tan terrestre como el bien y el mal. Es en el marco de esta articulación que los proyectos legislativos de “libertad religiosa” que se proponen con un significante tan caro a toda tradición política, son, en realidad, pedidos de grandes corporaciones evangélicas para construir un marco que legalice la discriminación y la desigualdad en sus instituciones que no son solo iglesias, sino también escuelas, clubes, centros de salud, empresas. La separación de Iglesia y Estado no debe ser excusa para la creación de un libre mercado de prácticas en la que producir abyección sobre poblaciones tenga carta de autorización del Estado, garantía de la igualdad y la libertad de todos y todas.
*Flavio Rapisardi, Doctor en Comunicación