La forma en que la semana pasada el Frente de Todos abordó el conflicto con un sector de la Policía bonaerense, incluida la presencia intimidante de uniformados alrededor de la quinta de Olivos, tuvo una aprobación mayoritaria por parte de la opinión pública. Casi el 73% de los encuestados por la consultora Analogías estuvo de acuerdo con el aumento salarial que el gobernador Axel Kicillof le otorgó a las fuerzas de seguridad, y más del 51% consideró positiva la forma general en que se condujo el mandatario, contra un 36,2% no estuvo de acuerdo. También fue claro el respaldo a la decisión del presidente Alberto Fernández de tomar una parte de los fondos que recibe la Ciudad de Buenos Aires por coparticipación federal y destinarlos a mejorar el sueldo de La Bonaerense: el 51,3% estuvo a favor.
El estudio de Analogías –sobre 2.298 casos de las 8 secciones electorales de la Provincia, entre el 12 y 13 de septiembre– reflejó los matices de la sociedad ante la protesta policial: por un lado, fue un episodio de alto impacto mediático –sólo un 8,1% no se enteró–, y si bien el 60% rechazó la modalidad de reclamo, con patrulleros y portando armas, un significativo 36,7% no lo vio mal. A la vez, casi un 65% opinó que fue justo el pedido de los uniformados, cuya imagen positiva asciende nada menos que al 67%. Incluso, la mayoría, un 47,7% se inclinó por no sancionar a los efectivos implicados. El pedido de castigo llegó al 40,2%, y un 12,1% no se definió.
El 57,1% afirmó que las gestiones de Macri y Vidal fueron “malas o muy malas” en materia de seguridad.
Estos datos pueden ser leídos como un reflejo de la gravedad relativa que los consultados por Analogías le dieron a la rebelión de una parte de La Bonaerense: un minoritario 36,7% entendió que estuvo en riesgo la democracia cuando vieron a los patrulleros y a los policías armados que se habían apostado en la puerta de la quinta de presidencial, en momentos en que el propio jefe de Estado se encontraba en el lugar. En cambio, para casi el 57%, esta actitud en “poco o nada” puso en peligro el orden institucional.
Más de la mitad de los encuestados apoyó la decisión de modificar el reparto de fondos de coparticipación federal.
En cuanto al papel que jugó la oposición, otra vez primó la desaprobación: el 48,4% de los encuestados dijo que ese parte de la dirigencia política actuó con “poca o nula” responsabilidad, y un 47,3% sostuvo que hubo “mucho o bastante” de intencionalidad política en lo ocurrido. Haciendo memoria, el 57,1% afirmó que las gestiones de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal fueron “malas o muy malas” en materia de seguridad.
Analogías también volvió a medir la imagen del presidente, que se mantuvo positiva en un 69% –un nivel similar a antes de la pandemia–, mientras que el apoyo a Kicillof es del 60,3%. La tarea de los intendentes también recibió apoyo: el 66,5% vio con buenos ojos lo que vienen haciendo los jefes municipales. Sobre qué pasará con la economía en los próximos dos años, las opiniones siguen divididas, con una ligera tendencia negativa: para el 48,8%, va a empeorar, y el 46% dijo que será mejor.