La Argentina participó – por primera vez – con un stand en la 28ª edición de la Feria del Libro de Beijing. La presencia argentina en este evento internacional permitió mostrar el trabajo del Programa Sur de Cancillería, que traduce libros del español al mandarín, así como también difundir la creación del Centro Cultural Chino, que aprobó el Congreso de la Nación Argentina en 2020.
El Ministerio de Cultura de la Nación y la Embajada de Argentina en China trabajaron en forma conjunta para que el país pueda presentarse en esta feria internacional que, entre el 14 y el 18 de septiembre, exhibió más de 300.000 libros y atrajo a unos 2.200 expositores de 105 países y regiones. El stand argentino contó con obras de Jorge Luis Borges, María Teresa Andruetto, Tamara Kamenszain, Alicia Dujovne Ortiz, Miguel Briante, Hebe Uhart, Julián Varsavsky, José Burucúa, Luisa Valenzuela, entre otros.
La BIBF (por sus siglas en inglés) se consolida como un espacio de intercambio cultural internacional a gran escala para la industria editorial y los lectores internacionales, integrando el comercio de derechos de autor, exhibición de publicaciones, seminarios profesionales y promoción de la lectura.
El embajador de Argentina en China, Sabino Vaca Narvaja, participó en la ceremonia de inauguración del pabellón nacional y presentó a los lectores el conocido cómic argentino Mafalda.
En su intervención, destacó el papel de la industria editorial en el intercambio cultural. Además, señaló: “China es uno de los países que publica más libros en el mundo y los libros y la literatura son un puente maravilloso para promover el intercambio y entendimiento entre los pueblos”.
Programa Sur
En los últimos años, el país asiático se convirtió en el mayor productor mundial de libros, series de televisión y transmisión. Esta industria representa el 4,23 % del PIB. En 2018, se publicaron 519 mil libros y unas 10 mil variedades de publicaciones periódicas. A su vez, el volumen total de comercio exterior de productos y servicios culturales alcanzó los 137.000 millones de dólares.
Una de las principales dificultades que tienen las editoriales argentinas para ingresar a este mercado es la barrera idiomática. Por ese motivo, son muy importantes las traducciones de libros al mandarín, que realiza el Programa Sur de la Cancillería Argentina. El mismo, otorga subsidios a editoriales extranjeras para traducir obras de producción local. Desde su creación, en 2009, apoyó a más de 1500 obras que fueron traducidas a 49 idiomas en 51 países.