En el marco del segundo pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la titular de la ANSES, Fernanda Raverta sostuvo que idearon un cronograma de pagos “más fácil de entender” y que evita que “nueve millones de personas salgan a la calle a cobrar”.
En diálogo con Contraeditorial, la funcionaria calificó de “indispensable” el acompañamiento que realiza el Estado a la totalidad de la sociedad, sin excepciones, en este contexto de pandemia del Covid-19.
La ex ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires también señaló que la actual crisis sanitaria de alguna forma retrasó los planes iniciales del gobierno de Alberto Fernández, teniendo en cuenta que, a su entender, “es difícil poner en marcha todo lo que este gobierno vino a hacer en términos de reparación y reconstrucción del sistema productivo argentino”.
– Comenzó el pago del segundo IFE. ¿Se pudo mejorar la forma de pago?
– Estuvimos ordenando un poco la forma de instrumentar este cronograma de pago. Lo que hicimos fue elaborar un cronograma de pago más simple, que es más fácil de entender. Primero, tomamos la decisión de pagar de acuerdo con la terminación de documento como están acostumbrados los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH). Hoy de hecho estamos pagando el número 7. Ese cronograma dura diez días hábiles y cuando termina, empiezan a cobrar aquellos que tienen un CBU y que lo validaron en la página de internet. Es decir, que entraron a la página con su clave de seguridad social y pusieron su CBU. Una vez que terminamos con los dos millones de personas que cobran con la AUH, viene esta otra tanda de casi 3 millones de personas. Y por último, cobran aquellos que nunca tuvieron CBU. Entonces, lo que vamos a hacer es que pasen por el banco, cobren los 10 mil pesos y queden con una cuenta que les va a gestionar el banco en el mismo día. Terminamos haciendo un cronograma que evita que vayan a cobrar 9 millones de personas y que salgan todos juntos. Hicimos que la situación esté ordenada y que sea fácil saber cuándo te toca ir a cobrar. Pero lo más importante en este momento es que podamos llegar con esta ayuda económica. El objetivo es tratar de llegar en 4 o 5 semanas a todos los argentinos y argentinas que cobran el IFE.

– ¿Se está evaluando un tercer IFE? ¿Analizaron esta posibilidad en la reunión del Comité económico que se realizó ayer en Casa de Gobierno?
– La verdad es que uno debe tener la capacidad de evaluar todo el tiempo como están saliendo las cosas. En este momento estamos evaluando el segundo cronograma, que es distinto al primero y por lo tanto, tenemos expectativas de que la evaluación sea bien positiva. Hicimos un cronograma muy distinto al anterior y queremos que se pueda sentir en quienes vayan a cobrar el IFE, que lo vean más fácil. Y por su puesto, en paralelo estamos viendo como se sigue. Recién es la segunda semana del pago del segundo cronograma. Mientras tanto, desde el gabinete económico se va analizando no solo el IFE, sino también la asistencia al trabajo, a la producción, y todas las medidas que va tomando el gobierno nacional. Se van evaluando constantemente. Todavía no está definido si va a haber un tercer IFE o cómo, si hubiera, va a ser esa prestación. Por ahora estamos evaluando el segundo cronograma.
– ¿La pandemia y la necesidad de instrumentar el IFE dejó entrever el deterioro en que estaba la asistencia social estatal?
– Sí. El IFE demostró, como dice el presidente de la nación, que el grado de desigualdad entre argentinos y argentinas es muy importante. Que haya nueve millones de persona sin un ingreso estable, registrado, es un tema muy serio. Además, tiene que ver con lo que ha profundizado la pandemia, a partir de ser una crisis que trasciende las fronteras de la Argentina. Estamos frente a una crisis sanitaria mundial, que en el caso de la Argentina profundizó una crisis que ya traíamos. Esa crisis económica y social que durante cuatro años se fue agravando sistemáticamente, fue deteriorando el nivel de vida de los argentinos y argentinas. Con cada una de las medidas económicas del gobierno de Macri se acrecentó el nivel de desigualdad. Cada una de las medidas de ese modelo hicieron que crecieran mucho los niveles de pobreza y todos los indicadores de desocupación y de indigencia. Entonces, obviamente esta crisis sanitaria profundiza una crisis económica y social que ya traíamos los argentinos. Por supuesto, cuando asumió el presidente afirmó que para llegar a todos había que empezar por los últimos, y dijo que iba a poner a la Argentina en marcha a partir de la producción y el empleo. Esa es la agenda del gobierno, pero claramente eso es atravesado hoy por una cuestión coyuntural que tiene que ver con esta crisis sanitaria mundial, que obviamente profundiza lo mal que estábamos, y dificulta poner en marcha todo lo que este gobierno vino a hacer en términos de reparación y reconstrucción del sistema productivo argentino. No es algo que uno pueda negar: esta pandemia está haciendo que la cuestión económica se haga más compleja y profunda.

– ¿Esta es la razón por la cual están pensando en convertir el IFE en un ingreso universal ciudadano?
– No tenemos ese nivel de precisión. Digamos, estamos evaluando el IFE y por supuesto pensando en posibles nuevas prestaciones, pero aún no te puedo precisar detalles sobre eso.
– ¿La pandemia puso en valor aquellas políticas de Estado que tienden a equiparar desigualdades?
– Sí, claro. Esta pandemia puso sobre la mesa las desigualdades, pero también el carácter indispensable de un acompañamiento del Estado a los argentinos. Había quienes decían que el Estado acompañaba a un sector o que tenía políticas para algún sector focalizado, pero esta pandemia demostró que el Estado tiene una responsabilidad y una tarea de protección y cuidado que incluye al 100 por ciento de los argentinos. La pandemia, de alguna manera, muestra la necesidad que el Estado esté presente, que haya un estado de cercanía a la gente que pueda garantizar derechos y equiparar desigualdades.
– El gobierno decidió extender hasta el 31 de diciembre de este año la suspensión de la movilidad jubilatoria, y hasta entonces el Poder Ejecutivo determinará el incremento de los haberes previsionales por decreto. ¿Analizan alguna medida para lograr una mayor recuperación de los haberes de los jubilados?
– Este gobierno nacional tomó medidas en relación con los jubilados y pensionados desde el momento cero. El Pami ha vuelto a reconstruir el derecho a tener ciertos medicamentos a costo cero, un beneficio que el gobierno anterior había eliminado. El acceso a muchos medicamentos por parte de los jubilados, que de alguna manera representaba un alto porcentaje de su haber, hoy está cubierto por el Estado. Congelar las tarifas es otra medida que también tiene que ver con cuidar a los jubilados y jubiladas. En el gobierno anterior los jubilados destinaban casi el 30 por ciento de su haber al pago de los servicios. Desde que arrancó, este gobierno ha dado dos bonos de 5000 pesos y uno de 3000 pesos. Y la última decisión tiene que ver con generar un aumento en el haber que le gane a la inflación, que es muy importante porque durante el gobierno anterior se vio muy dañada la capacidad de compra. Por lo tanto, podemos decir que desde el inicio de este gobierno, el jubilado siempre pudo comprar lo mismo y no perdió su capacidad de compra frente a la inflación. Eso demuestra que este gobierno los acompaña. Y lo que salió publicado hoy en el Boletín Oficial tiene que ver con que es muy difícil caracterizar cuestiones económicas en un contexto tan dinámico como este. Al igual que ponderar ingresos cuando sabemos que es muy difícil saber qué va a pasar la semana que viene o el mes que viene. Entonces, dar los aumentos a través de un decreto del presidente permite que cuando tengamos una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, se acomode a la realidad y a las variables económicas que se puedan ponderar con mayor precisión.