El 17 de octubre de 2017, Héctor Timerman tuvo una descompesación cardíaca en la indagatoria que le tomó ese día Claudio Bonadio. Ya estaba muy enfermo, y él y todos nosotros pensamos que se moría.
Pero él no quería morirse sin decir su verdad , y entonces nos pidió que escribieramos un comunicado que dictó casi sin voz.
Así empieza el comunicado:

Y yo le prometí a Héctor que con Alejandro Rúa íbamos a seguir peleando por su buen nombre y honor hasta que alguien lo escuchara. Veníamos de reclamar justicia por muchos años, sin que nadie escuchara ni leyera nuestros escritos.
Como sus abogados, no dejamos de denunciar y presentar los recursos donde recusábamos a los jueces por ser jueces parciales y por no poder intervenir en la causa. Y nadie nos escuchó!
Ese día Héctor no se murió, y mientras estuvo vivo siguió peleando frente a un poder judicial que lo atormentó hasta el fin de sus días, hostigándolo con niveles de crueldad inusitados.
Pero un día lo escuchó un tribunal imparcial. Y ese tribunal acaba de dictar esta sentencia y yo no puedo dejar de llorar de emoción.

Así que Héctor querido, ahora sí podés descansar en paz. Tu buen nombre y el de tu familia ha sido reivindicado. Sos inocente de la infamia con la que te persiguieron. Escribo esto llorando por las ganas de abrazarte para decirte “se acabó la pesadilla. Se acabó”
Costó un montón, pero acá estamos, contándote que finalmente lo conseguimos y alguien te escuchó. Y yo que todavía te extraño mucho, lloro y sonrío mientras te muestro el fallo que te declara inocente.
Y agradezco que nos hayas elegido como tus abogados. Porque siempre fue un honor.

*Extraído de su cuenta Twitter @gracepenafort