El integrante de la agrupación HIJOS Carlos “Charly” Pisoni reflexionó sobre los 26 años de lucha de la organización que nació, en medio de “una impunidad reinante”, con el objetivo de promover el “juicio y castigo” a los genocidas de la dictadura cívico militar.
En diálogo con Contraeditorial, el referente de Derechos Humanos señaló que HIJOS es una agrupación donde pudieron “canalizar todo sus traumas, dolores, tristezas… y luchas”.
Además, Pisoni valoró lo que significó la llegada de Néstor Kirchner para los organismos de DD.HH., al tiempo que calificó de “impensado” el vaciamiento ideológico que intentó llevar adelante el macrismo.
“Tuvimos un presidente que negó los 30.000 desaparecidos”.
Finalmente, resaltó que la militancia de HIJOS “no está solo puesta en la Memoria, la Verdad y la Justicia, sino en que el pueblo vuelva a ser feliz”.
– ¿Cómo nace la idea formar la agrupación HIJOS?
– Nace con esta etapa personal de cada hijo, de cada hija, de transitar la mayoría de edad, de salir del secundario y empezar a preguntarnos muchas cuestiones referidas a nuestra historia. Teniendo enfrente, obviamente, a nuestras Abuelas. Muchos de nosotros nos criamos con madres y abuelas que son militantes. Sin duda fue el puntapié para que nos conociéramos desde antes en marchas, en la casa de las Madres, en talleres. Muchos de nosotros ya nos conocíamos y sin duda el hecho de que en el año ´95 se empezara a replantear el tema de los ´70, que empezaran a salir libros o que un represor dijera en televisión que había arrojado los cuerpos de desaparecidos al mar, hizo que decidiéramos juntarnos y formar la agrupación como un organismo de Derechos Humanos.
“La oposición representa esa derecha argentina que evidentemente nunca será democrática”.
– ¿Cómo fue evolucionando esa agrupación, que luego pasó a realizar investigaciones y a ayudar a recuperar nietos?
– Una de las cosas que planteábamos -en ese primer grupo- era la impunidad reinante y la búsqueda de los nietos que faltaban, además del juicio y castigo a los genocidas. Nos encontrábamos con los asesinos de nuestros viejos en las calles. Sabíamos quienes eran. Era un proceso político donde la impunidad reinaba, y eso generó los escraches, como una herramienta para denunciar esa impunidad. Fue un momento duro para la población, que culminó con la crisis del 2001. Nosotros en ese momento vivimos momentos de mucha resistencia, de mucha lucha, pero lo que sucedió después fue algo inesperado: la aparición de Néstor Kirchner en la escena política. Descolgó los cuadros, entregó el predio de la ESMA y a través de eso crecieron todas las políticas de Derechos Humanos. Ahí nos replanteamos nuestras políticas también. Nosotros reclamábamos juicio y castigo para los genocidas, pero nunca nos imaginamos que íbamos a tener la oportunidad real de juzgarlos. Eso sucedió y tuvimos que empezar a estudiar esto de los juicios orales, cómo se investigaba, cómo se querellaba. En fin, creo que la historia de la Argentina tiene una marca fundamental que es la de los Derechos Humanos, esta marca de la persistencia, de la perseverancia, de la lucha. Y finalmente, después de tanto dolor, llegó la victoria: porque se dio la recuperación de nietos y los genocidas fueron a prisión. Fueron muchos de los anhelos que siempre pensamos y que se hicieron realidad.
– ¿Cómo vivieron desde HIJOS las políticas de vaciamiento a las políticas de Derechos Humanos que intentó hacer el macrismo?
– Ilusamente pensamos que las políticas de Derechos Humanos eran irreversibles y lo que sucedió con el macrismo fue que arrasó con esa idea. No solamente con lo que tiene que ver con Memoria, Verdad y Justicia, sino que la población lo sufrió en carne propia con las deudas que contrajo ese gobierno. Con el macrismo se repitió algo que pensábamos que no iba a suceder. Incluso tuvimos que salir a la calle a pedir por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Finalmente, pudimos encontrarlo gracias a todas esas grandes movilizaciones que pudimos hacer. Pero también hubo vaciamiento en las políticas públicas y un negacionismo. Tuvimos un presidente que negó los 30.000 desaparecidos. Además, fue un gobierno de políticas represivas, desde la represión en marchas hasta la persecución y los encarcelamientos de los referentes populares, que hasta hoy seguimos sufriendo las consecuencias.
“Larreta no solo debería recordar las vivencias de su familia, sino – y si es consecuente- debería repudiar el mismo plan económico que hizo que su familia sufriera este secuestro”.
– Defender los Derechos Humanos es defender la vida. ¿Qué opinión te merece la oposición en el marco de la pandemia?
– Por primera vez en la historia nosotros hemos suspendido, dos veces, la movilización del 24 de marzo. Lo hemos hecho sabiendo que nosotros tenemos un gran capital político en esa marcha. Es una fecha convocante para todo el país. Marchar es un hecho significativo para nosotros, pero priorizamos el derecho a la vida. Por eso, cuando se han manifestado integrantes de la oposición y acusan al presidente de querer envenenar a los argentinos, uno ve que están haciendo especulación política que es repudiable. Creo también que son coherentes, que tienen un desprecio hacia la vida que lo han demostrado a lo largo de nuestra historia. Son los representantes de esa derecha argentina, que evidentemente nunca será democrática, sino que siempre será esa derecha con los mismos apellidos. Esa derecha que apoyó el golpe de Estado, que puso ministros, que durante el macrismo llevó a la tristeza a millones de argentinos y que hoy se reflejan en los altos niveles de pobreza. Hoy nuestra tarea tiene que ver con apoyar a este gobierno para cambiar la situación de esos argentinos.
“Hoy nos toca seguir luchando por la vigencia de los Derechos Humanos, para que no haya desapariciones, torturas en cárceles y comisarías”.
– ¿Les llamó la atención que este 24 de marzo Horacio Rodríguez Larreta contara lo que le ocurrió a su padre durante la dictadura?
– Sí, nos llamó la atención. Nosotros conocíamos la historia, pero él nunca la había contado en primera persona. Creo que de alguna manera que lo relate Larreta da cuenta de lo que fue la dictadura genocida que abarcó a toda la población. De todas formas, Larreta representa una continuidad ideológica, salvando las distancias porque estamos en democracia, pero el plan económico que apoya Larreta es un plan económico igual al que llevó adelante la dictadura. De alguna manera Larreta no solo debería recordar las vivencias de su familia, sino – y si es consecuente- debería repudiar y no estar apoyando el mismo plan económico que hizo que su familia sufriera este secuestro.
– En términos personales ¿qué significa HIJOS para vos?
– Es haber asumido mi historia, estar en constante reconstrucción de mi identidad, a través de los relatos de compañeros de mis padres que están desaparecidos, haber encontrado un lugar de pares donde uno pudo canalizar todo sus traumas, dolores y tristezas, pero por otro lado es un lugar donde pudimos a través de ese espíritu colectivo canalizar una lucha. Eso es algo que caracteriza al movimiento de Derechos Humanos de la Argentina. Quizás nos damos cuenta de eso con el tiempo. HIJOS es parte de mi vida, hace 25 años que milito, no me imagino en otro lugar y de alguna forma hoy nos toca seguir luchando por la vigencia de los Derechos Humanos, continuar luchando para que no haya desapariciones, torturas en cárceles y comisarías, y que el pueblo no sea infeliz. Nuestra militancia no está solo puesta en la Memoria, la Verdad y la Justicia, sino en que el pueblo vuelva a ser feliz.