Miles de personas en situación de calle son víctimas de una incomprensible desprotección de parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en medio de la crisis sanitaria y económica que profundizó la pandemia del Covid-19.
La oposición, junto a organizaciones sociales, presentó diferentes amparos colectivos en la justicia para que el gobierno porteño finalmente se ocupe de brindar cuidados básicos a aquellos que más lo necesitan.
Hace un mes la justicia les dio la razón, pero el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta apeló y no cumplió con la medida cautelar que beneficiaba a uno de los grupos más desprotegidos de la Ciudad.
A esta situación se sumó un reciente fallo del Juzgado de 1era Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario N°13, que dispuso la inmediata activación de un protocolo sanitario para prevenir casos de coronavirus en paradores y hogares, a riesgo de aplicar severas sanciones en caso de incumplimiento.
De un día para el otro, en el parador de Retiro se detectaron 60 casos positivos de Covid-19.
En este contexto, la diputada nacional Paula Penacca advirtió que “la pandemia dejó en evidencia una situación que está desatendida desde hace muchísimos años en la Ciudad”, al tiempo que denunció que esta falta de medidas preventivas pone “al borde de la muerte” a miles de personas en situación de calle.
En diálogo con Contraeditorial, la legisladora del Frente de Todos llamó al gobierno porteño a “construir otra mirada sobre este sector de la población”, que permita prevenir las situaciones de violencia extrema que suelen sufrir en las calles de la Ciudad.
– ¿Cuál es la realidad de las personas en situación de calle de la Ciudad, en medio de esta pandemia?
– La situación de las personas en situación de calle es un problema irresuelto del gobierno de la Ciudad. Es una de las poblaciones más desatendidas desde hace mucho tiempo, que creció en los últimos cuatro años con el macrismo en el gobierno nacional. En la Ciudad no hubo ninguna política habitacional que los incluyera en alguna forma de vivienda digna. Entonces, la situación económica sumada a una política de desarrollo urbano solamente vinculada con el enriquecimiento de sectores inmobiliarios, hizo que haya aumentado muchísimo la población en situación de calle. Obviamente, hubo desidia en este sentido. Creo que fue en el primer censo que se hizo en 2017 -construido con la participación de muchísimas organizaciones, organismos públicos, la Defensoría de la Ciudad y la Auditoría porteña – que se detectó un número muy por arriba de lo que reconocía el gobierno de Larreta. Alrededor de 5.800 personas, incluyendo a los que van a dormir a los paradores, que son gente que también está en calle aunque el gobierno porteño no quiera contarlas. Se calcula que el número ahora supera a las 7.000 personas, con el agravante que la pandemia profundiza aún más los problemas de quienes deben vivir en la calle. En realidad, la pandemia deja en evidencia una situación que está desatendida desde hace muchísimos años en la Ciudad. Hablamos de un distrito que, sabemos, es el más rico del país y que podría destinar una porción reducida de su presupuesto a mejorar la condición de vida de personas a las que el gobierno de Larreta está poniendo al borde de la muerte.

– Recientemente la Justicia le exigió a la Ciudad que haya un protocolo de actuación para prevención y manejo de casos sospechosos, testeos e insumos de limpieza e higiene en los paradores ¿Por qué el gobierno de la Ciudad no aborda el tema y, prácticamente, se niega a tomar medidas?
– Es incomprensible. Desde el Frente de Todos, a través de los legisladores de la Ciudad y de nuestros presidentes de comuna, fuimos parte de la presentación de estos amparos y reclamos judiciales. Es inentendible que la Ciudad apele algo tan básico como es cuidar la vida. Y que hoy no se puedan establecer medidas mínimas de cuidado que pueden implicar la muerte. Conocemos el caso del parador de Retiro, donde se registró una curva de contagio altísima. De un día para el otro, se encontraron 60 personas con Covid-19 positivo, entre ellos varios trabajadores. Hay que tener en cuenta que muchas de esas personas que se contagian tienen una condición de salud base muy desmejorada, muchos son población de riesgo. Entonces, es inentendible que se descuide la vida de esas personas. Ahora, con la intimación de la justicia al jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, esperamos que reaccionen y activen el protocolo para la prevención. Se trata de una medida que también busca preservar la vida de los trabajadores del gobierno de la Ciudad, que necesitan tener las herramientas para poder trabajar en este marco.
– A la falta de medidas de prevención frente a la pandemia, las personas en situación de calle ahora también se enfrentan a las bajas temperaturas de esta época del año. ¿Hasta dónde llega la asistencia de Larreta?
– Nunca es suficiente. Siempre recordamos con dolor el caso de Sergio Zacarías, que murió de frío a pocas cuadras de la sede central del Gobierno de la Ciudad y de la Legislatura porteña. Está claro que esas cosas suceden desde antes de la pandemia y tienen que ver con lo mismo: la falta de interés y desidia de Rodríguez Larreta con las personas en situación de calle. Todos los años tenemos que lamentar muertes por el frío, a pesar que muchas veces la solidaridad y la organización de los vecinos, de la militancia, se convierte en un resguardo para estas personas. Ahora mismo, en el marco de la pandemia, hay muchísimas ollas populares que se organizan en los barrios. Seguramente se va a profundizar el sufrimiento de esta población y estaremos atentos para intentar atender, en la manera de lo posible, las diferentes problemáticas que van surgiendo.
“La pandemia deja en evidencia una situación que está desatendida desde hace muchísimos años en la Ciudad”.
– Prendieron fuego a una persona en situación de calle que dormía bajo la Autopista 25 de mayo, en Constitución. ¿A qué atribuye esta violencia hacia personas que están en una situación de tanta vulnerabilidad?
– Es desgarrador y no es la primera vez que ocurre. Hubo una situación idéntica hace dos años en el barrio de Mataderos. Me parece que el Estado es muchas veces ejemplificador, porque realiza construcciones simbólicas. Tiene que ver con la forma en que mira la sociedad, a la vez que transforma esa mirada de la comunidad. Por un lado, tenemos un Estado Nacional que desde que se inició la pandemia nos habla de la solidaridad para salir adelante. Y me parece que, precisamente, ése ha sido uno de los ejes que permitió a la sociedad sobrellevar el aislamiento obligatorio, entendiendo medidas como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y el ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción). Políticas que impulsó el Estado para que la población pueda sobrellevar mejor la crisis económica que dejó el macrismo y que profundizó la crisis sanitaria. Pero si un gobierno mira con desinterés, desconoce y toma medidas que afectan la calidad de vida de las personas en situación de calle, muchas veces no se toma verdadera dimensión de lo importante que es cuidar a esas personas cuya situación ya está vulnerada. Obviamente, no se puede comprender la situación porque a nadie se le ocurriría hacerle daño a una persona de esa manera, al límite de causarle la muerte. Por supuesto, la Justicia tiene que investigar y encontrar a los responsables, porque en definitiva es un asesinato. Pero me parece que ayudaría bastante a prevenir este tipo de situaciones que el Gobierno de la Ciudad construya otra mirada sobre este sector de la población: que se muestre activo, cuidándolos y dando respuestas. Cuando el Estado está presente cuidando, imponiendo una mirada de protección a los más vulnerables, la sociedad también respeta más. Obviamente, reitero, cuando hay un hecho de esta naturaleza debe actuar la justicia y encontrar al responsable.