jueves, marzo 30, 2023
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial

La comunicación como Bien Público Global

Por Daniela Monje

Ante la información hecha commodity, es necesaria una construcción que resguarde y amplíe derechos. Será uno de los ejes del XVI Congreso que la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación celebrará en septiembre.

Hace ya varias décadas, el intelectual argentino Héctor Schmucler publicó un artículo titulado “Los riesgos de la pancomunicación”, que hoy vuelve hacia nosotros y nos convoca como una voz de alerta y reflexión profunda. Allí señalaba:

Articulos Relacionados

¿Ahí seguimos siendo argentinos?

El Monstruo y la fiesta

El Monstruo y la fiesta

“Solo el desfallecimiento del pensar que a menudo dialoga con la fosforescencia de las pantallas aún catódicas puede explicar la resignada alegría con que algunos ensayistas se excitan ante el vértigo tecnológico. En vez de esta celebración del mediodía en medio de la noche cerrada habría que reconocer que hemos llegado a un lugar extremo en que el espíritu de la época no sabe distinguir entre el esplendor y la oscuridad en que los límites vacilan y la esperanza sólo puede aferrarse a algo inesperado que impida la catástrofe”.

Aquella advertencia acerca de la “celebración del mediodía en medio de la noche cerrada”, formulada como crítica a las visiones tecnofílicas –que se replicaron con el surgimiento de la Internet masiva en la década del 90 y a las que se unía la promesa de la utopía democrática en el ágora virtual–, se reescribe a la luz del presente en una nueva geopolítica que incluye plataformización creciente de actividades de toda índole, actores tecno-informacionales de peso y presencia global que disputan poder a los Estados y, concomitantemente, crecientes niveles de desigualdad y exclusión social.

La nueva geopolítica incluye plataformización, actores tecno-informacionales de peso y presencia global que disputan poder a los Estados, y crecientes niveles de desigualdad y exclusión social.

Esta escena creció exponencialmente desde marzo de 2020. El COVID-19 constituyó una sindemia, en tanto no sólo implicó una pandemia sanitaria global, sino además un colapso económico, político y ambiental en contextos sociales diversificados. En ese marco, se registró una expansión en la producción y circulación de grandes volúmenes de información, pero también de desinformación. El aislamiento social obligatorio buscó remediarse desde un imperativo de conectividad, enunciado como compensatorio de las ausencias físicas y vector de algún modo de continuidad excepcional de formas de la vida pública y privada. Durante el último año, el incremento de usuarios de Internet a nivel mundial fue de 7,3%, lo que implica que alrededor de 330 millones de personas más se han conectado. Aun así, cerca del 40% de la población mundial permanece desconectada. ¿Qué implicancias tienen estas cifras?

Desde hace casi dos años, un modo de pancomunicación inédito se expande en nuestras sociedades, formatea prácticas, modela subjetividades, interpela certezas y, por tanto, requiere la definición de sentidos políticos, éticos y filosóficos acerca de los modos que tenemos de vivir y de los mundos que imaginamos para hacerlo en el futuro. La superación progresiva del estado de excepción ha dado lugar al planteo de problemas preexistentes que se enfatizaron en este tiempo: la devastación ambiental, la pobreza y exclusión creciente, la concentración de la propiedad y el capital, y el poder de las corporaciones globales, particularmente las del sector infocomunicacional.

Aun cuando se trata de una hipótesis geológica, desde la teoría social el  antropoceno permite leer este tiempo en el cual la humanidad se habría convertido en la fuerza geológica definitoria.

Esto nos permite enunciar problemas desde lo que se ha denominado “arqueologías políticas del porvenir”. Una de ellas es la que refiere al antropoceno y abre, de un modo complejo e interdisciplinario, el tratamiento de problemas transversales al campo comunicacional. Aun cuando se trata de una hipótesis geológica, desde la teoría social el  antropoceno permite leer este tiempo, en el cual la humanidad se habría convertido en la fuerza geológica definitoria. Las interpretaciones sobre este evento oscilan entre aquellas que sostienen que la especie humana habría roto el equilibrio de la naturaleza, hasta las que entienden que el devenir fuerza geológica de la humanidad desdibuja la distinción tajante entre humanos y no-humanos.

Para nuestro campo, resulta de fundamental interés enfocar el problema que implica que la división moderna entre política y naturaleza ha mutado y se torna inestable.

Existen núcleos problemáticos que se actualizan y reescriben desde esta clave de lectura. En las arqueologías políticas del porvenir, ¿cómo imaginamos que serán construidas socialmente la comunicación y la información? ¿Es viable un contrato social que desplace el uso de la información en tanto commodity hacia su consideración en tanto Bien Público Global? ¿Cómo regular el uso y acceso a la información en el marco del big data y los desarrollos de inteligencia artificial? ¿Qué nuevos derechos se requieren para garantizar las ciudadanías comunicativas plenas en el siglo XXI? ¿Cómo se reescriben las subjetividades en estos escenarios de plataformización y virtualidad crecientes?

La consideración como Bienes Públicos Globales del espectro radioeléctrico, Internet o el big data en su alcance estratégico, vinculado al desarrollo de las sociedades del siglo XXI, demanda posicionamientos teóricos y políticos que contribuyan a resguardar y ampliar derechos antes que a comoditizar recursos. En efecto, los Bienes Públicos Globales se definen como aquellos en los que se verifica que, una vez provistos, sus beneficios son no rivales y tampoco excluibles para un número importante de países, para una parte significativa y transversal en términos socio-económicos de la población mundial y para más generaciones que la actual.

Bienes Públicos Globales son aquellos cuyos beneficios, una vez provistos, son no rivales y tampoco excluibles para un número importante de países, una parte significativa y transversal en términos socio-económicos de la población y más generaciones que la actual.

La construcción teórica, metodológica y propedéutica de esta reflexión, necesariamente interdisciplinaria, tendrá lugar en el marco del evento que la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) llevará a cabo entre el 26 y el 30 de septiembre de 2022 en el Centro Cultural Kirchner (CCK).  

El congreso buscará abrir al debate a la comunidad latinoamericana, con voces de prestigiosos intelectuales procedentes de diferentes latitudes que expondrán en conferencias y paneles, y con el trabajo de cientos de investigadores latinoamericanos que trabajarán a lo largo de cinco jornadas en grupos temáticos, de interés y talleres, a fin de estimular las incertidumbres y ofrecer reflexiones y propuestas sobre problemas contemporáneos que requieren nuevas gramáticas teóricas para ser leídos y abordados.

* La autora es vicepresidenta de la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (Fadeccos).

Share this:

  • Facebook
  • Twitter
  • WhatsApp
  • Telegram
Tags: ALAICBienes Públicos Globalesderecho a la información
Nota Anterior

El duro documento de los 13 senadores del FdT que rechazaron el acuerdo con el FMI

Siguiente Nota

Sputnik y RT: ¿censura previa en nombre de la libertad?

Recomendados

Psicoanálisis y política: ¿por qué una izquierda lacaniana en América Latina?

Por Equipo organizador de las Jornadas de Izquierdas Lacanianas

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

Por Santiago Fraschina y Lucas Gobbo

El tiempo que pasa, la verdad que huye

El tiempo que pasa, la verdad que huye

Por Ricardo Ragendorfer

“No me quedé jamás en la retaguardia de sus luchas”

Setenta años no es nada

Por Estela Díaz

  • Quiénes somos
  • Contactanos

© 2020 Contraeditorial / Todos los derechos reservados. Registro de la Propiedad Intelectual en trámite. Director: Roberto Caballero. Edición 1071 - 23 de marzo de 2023. Argentina

Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura

© 2023 JNews - Premium WordPress news & magazine theme by Jegtheme.