Según el informe State of the Satellite Industry Report publicado en junio de 2020 por la consultora Bryce Space and Technology, la industria satelital generó ventas durante el año 2019 por USD271 mil millones. De este total, el 45% (USD123 mil millones) corresponde a servicios brindados desde los satélites actualmente en órbita y el 48% a la venta de equipamiento de tierra para operar estos servicios (USD130 mil millones), la fabricación de satélites solamente generó USD12,5 mil millones (5%) y el lanzamiento de satélites USD4,9 mil millones (2%). La televisión satelital, también conocida como DTH (Direct To Home), representa casi el 75% (USD92 mil millones) de los ingresos producidos por servicios desde la órbita de la Tierra y el 14% (USD17,9 mil millones) de las ventas de terminales. Si además se considera que parte de los ingresos de fabricación y de lanzamiento son para satélites diseñados para brindar, al menos en una parte de su capacidad, servicio de televisión, se puede concluir que la televisión representó en 2019 más del 45% de los ingresos mundiales de la industria espacial superando los USD110 mil millones en ventas.
La venta de servicios de Televisión por Satélites es uno de los principales impulsores de la fabricación de satélites de comunicaciones geoestacionarios.
Solo para tener como referencia, todo el presupuesto de los Estados Unidos vinculado a la actividad espacial, incluyendo el de la NASA, la Fuerza Aérea, la NRO, MDA y NOAA fue, según Bryce, de USD58 mil millones. La venta de servicios de Televisión por Satélite genera importantes ingresos a la industria espacial y es uno de los principales impulsores de la fabricación de satélites de comunicaciones geoestacionarios.
Televisión Satelital en Argentina
Actualmente en la Argentina operan cuatro sistemas de televisión satelital: Directv, InTV, NiceTV y la TDA Satelital. Solamente Directv opera sus servicios desde un satélite fabricado en el extranjero, los restantes tres sistemas de televisión directa al hogar utilizan capacidad de los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2 del operador estatal nacional ARSAT. La diferencia en la cantidad de usuarios entre Directv y el resto de los sistemas de televisión es notable. La norteamericana, actualmente subsidiaria de AT&T, cuenta con más de 2,4 millones de abonados mientras que InTV no superaría algunas decenas de miles de accesos en el país. NiceTV inició operaciones en 2018 y su actividad se restringe por el momento a la provincia de Formosa y la TDA Satelital solo tuvo un pico de despliegue en 2015 cuando se entregaron e instalaron 40 mil kits (antena y decodificador) en el marco de las políticas públicas de inclusión del segundo mandato de Cristina Fernández.

Según el informe de mercado publicado por ENACOM para el segundo trimestre de 2020, en la Argentina hay 9,67 millones de hogares con televisión por abono, lo que representa una penetración del 68,81%. Al 30 de junio de 2020, 2,45 millones de hogares contaban con televisión por abono mediante vínculo satelital, lo que representa el 17,45% de los hogares argentinos y el 25% de los accesos de televisión por abono. Los servicios de televisión por suscripción mediante vínculo satelital generaron ingresos en abril, mayo y junio de 2020, según ENACOM, por 24,9 mil millones de pesos o USD338 millones al tipo de cambio oficial (73,5 pesos por dólar). Estas ventas de un trimestre equivalen a tres veces la inversión necesaria (USD120 millones) para diseñar, fabricar y ensayar (sin lanzar) ARSAT-3, actualmente denominado ARSAT-SG1. Es decir, los hogares argentinos pagan servicios de televisión por satélite todos los meses por el valor de un satélite de ARSAT.
InTV es una marca de Red Intercable Satelital, una sociedad anónima integrada por MANDA S.A e INVERSAT S.A., y opera desde el satélite ARSAT-2 un servicio de DTH en banda Ku con cobertura sobre Sudamérica exceptuando Brasil. La venta de servicios de televisión satelital de InTV es apenas promocionada. Solo realiza publicaciones esporádicas en redes sociales donde cuenta con escasos seguidores. La actividad principal de la empresa está enfocada en la distribución de contenidos a los cableoperadores nucleados en Red Intercable y en distribución para la operación de Cablevisión en Uruguay, que cuenta con 141 mil abonados y parte de ellos con televisión por satélite.
Los hogares argentinos pagan servicios de televisión por satélite todos los meses por el valor de un satélite de ARSAT.
INTERAM S.R.L obtuvo licencia de ENACOM por un plazo de 10 años para brindar televisión por suscripción mediante vínculo satelital en marzo del año 2018 a través de la marca NiceTV. La sociedad tiene al empresario Juan Amarilla, que fue candidato a intendente de Formosa en el año 2015 compitiendo contra el candidato del PJ-Frente para la Victoria Jorge Jofré quien resultó vencedor. INTERAM brinda servicios en la provincia de Formosa de televisión satelital sobre capacidad en el satélite ARSAT-1.
La TDA Satelital, complemento de la cobertura terrestre de las 100 Estaciones Digitales de Transmisión que también opera ARSAT cubriendo más del 80% de la población, brinda servicio en todo el territorio continental argentino, Tierra del Fuego, las Islas Malvinas y la península Antártica también sobre la capacidad en banda Ku del ARSAT-1. La TDA Satelital está integrada por las señales que se transmiten en los canales 22 a 25 de la TDA Terrestre y un conjunto de señales provinciales y nacionales como Lapacho TV, la TVP de Chubut y Tierra del Fuego y Diputados TV. En 2014 el Consejo Asesor de la TDA adquirió 100 mil kits para recepción de la TDA, de los cuales se entregaron e instalaron en hogares en situación de vulnerabilidad alrededor de 40 mil durante 2015. A su vez ARSAT posibilitó la adquisición del kit para toda aquella persona que no puede o no quiere disponer de un sistema por suscripción para poder ejercer su derecho a la información. En el 2016 se discontinuaron tanto la instalación a hogares vulnerables como la venta de los kits y el despliegue de la TDA satelital quedó congelado. La TDA en su conjunto fue dejada completamente de lado entre 2016 y 2019, tanto en lo que refiere al mantenimiento y actualización de la infraestructura para la transmisión del componente terrestre como en el despliegue de las antenas para la recepción del componente satelital.

Por lo dicho, actualmente Directv es casi la única alternativa para disponer de un servicio de televisión en la mayor parte del territorio argentino y el servicio que brinda se transmite desde un satélite fabricado en el exterior. Actualmente Directv brinda servicios sobre la Argentina con los satélites DLA-1 (Directv Latin América-1), también denominado Intelsat-30, y DLA-2, también conocido como Intelsat-31, fabricados por la estadounidense SSL (actualmente MAXAR) lanzados en 2014 y 2016 respectivamente. El valor mensual, a principios de octubre de 2020, de un servicio Oro de Directv (intermedio), sin considerar decodificadores ni servicios adicionales, asciende a 2.655 pesos (USD32), lo que equivale a un 15,7% del Salario Mínimo Vital y Móvil (16.875 pesos) de la Argentina.
En tiempos de plataformas, fibra óptica y disponibilidad continua de Internet, podría suponerse que a la televisión satelital se le pasó el cuarto de hora. Sin embargo, se observa en los últimos años el surgimiento de nuevos servicios de DTH en el continente, con cobertura tanto en Sudamérica como en el Caribe e incluso en los Estados Unidos.
La TDA en su conjunto fue dejada completamente de lado entre 2016 y 2019.
En septiembre de 2019 el operador satelital francés Eutelsat anunció un acuerdo con Orby TV para un servicio de DTH en los 48 estados continentales de los Estados Unidos. En julio de 2019, también sobre la capacidad de Eutelsat, fue anunciado el sistema de televisión satelital Ultra DTH, con sede en Puerto Rico, cobertura en el Caribe y la Región Andina. En 2018 fue lanzado Kiwisat, con sede en Saint Martin, un servicio de televisión sobre el satélite SES-10 del operador satelital SES con la intención de alcanzar más de 100 mil hogares en el Caribe. En Brasil, país donde por sus características geográficas la televisión satelital tuvo una notable aceptación, fue lanzado en agosto de 2020 BlueTV sobre capacidad del satélite Eutelsat-65 West de Eutelsat.
El Estado y las políticas hacia el sector
El servicio de televisión satelital al hogar en nuestro país comienza su desarrollo en los años noventa a la sombra del crecimiento exponencial que tendría la televisión por cable pero con menos suerte debido a los altos costos de inversión, el precio final al usuario y los asuntos regulatorios que limitaron su despliegue. La temprana llegada de la empresa norteamericana Direct TV en 1998 como sistema de televisión por suscripción Premium le permitió consolidarse en el sector y convertirse, hasta el día de hoy, en el principal servicio de TDH en nuestro país.

En materia de políticas públicas hubo avances y retrocesos para el desarrollo de la TV satelital. Sin dudas la creación de la empresa ARSAT en el año 2006 a través de la ley 26.092 y el lanzamiento de los satélites ARSAT 1 y ARSAT 2 fueron fundamentales. Así lo demuestra la Televisión Digital Abierta de la cual ya dimos cuenta, y la existencia de las dos empresas nacionales INTV y NiceTV que actualmente prestan sus servicios a través de los satélites de la empresa estatal. La política de comunicación fue un eje central del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que impulsó la televisión digital abierta para garantizar el derecho humano a la comunicación y cuyo componente satelital sería central para el acceso a los servicios audiovisuales de todos los ciudadanos del país, principalmente en aquellas áreas de muy baja densidad poblacional o donde las características geográficas impiden la recepción tradicional.
Hasta la sanción de la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2009 no existía un marco normativo integral para la televisión por suscripción, incluido el servicio por vínculo satelital. Fue en esa normativa que se contemplaron los servicios audiovisuales por suscripción mediante vínculo físico y mediante vinculo satelital más allá de simples autorizaciones para transmitir. La ley reconoce y regula este servicio estableciendo como límite en su artículo 45 la posibilidad de tener una sola licencia nacional de televisión satelital excluyendo la posibilidad de tener otras licencias de servicios de comunicación audiovisual. Reforzando estos límites, el artículo 46 establece que las licencias de estos servicios no podrán acumularse con otros servicios propios de distinta clase o naturaleza. La ley 26.522 establece algunas condiciones en su artículo 65 en relación a la integración de la grilla de programación que deberán cumplir los prestadores de servicios audiovisuales satelitales tales como la inclusión de todas las señales del Estado Nacional, las señales abiertas generadas por los Estados provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, municipios y universidades nacionales, así como una señal de producción nacional propia. Por otra parte, en su artículo 73, luego derogado por el decreto 267/15, obligaba a los prestadores de radiodifusión por suscripción a título oneroso a disponer de un abono social.
La política de comunicación fue un eje central del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que impulsó la televisión digital abierta para garantizar el derecho humano a la comunicación.
La convergencia de redes y servicios pondría rápidamente en el centro del debate la diferenciación entre los servicios audiovisuales y las telecomunicaciones y los límites a una confluencia que se daba de hecho. Si bien originalmente el proyecto de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual contemplaba esta posibilidad, el ingreso de las empresas telefónicas al mercado audiovisual fue dejado de lado a pedido de distintos espacios políticos como Proyecto Sur, Nuevo Encuentro, Libres del Sur, Solidaridad e igualdad, entre otros, bajo el argumento de que la empresa Telefónica acapararía el mercado. Sin embargo, a pesar de las limitaciones regulatorias, con el entorno convergente afloró la paquetización de servicios derivando en alianzas estratégicas entre empresas para brindar los distintos servicios a los usuarios. De esta manera, la principal empresa de televisión satelital directa al hogar, Directv, estableció acuerdos con las empresas Telefónica y Telecom para poder brindar el servicio de internet y telefonía a sus abonados desde 2009 y hasta 2014 cuando la Justicia se los impidió por un reclamo impulsado por la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC).
En noviembre de 2014 el Poder Ejecutivo envió al Congreso el proyecto Argentina Digital que se convertiría en la ley 27.078. El proyecto original enviado al Senado de la Nación tenía una mirada de convergencia de servicios y en su artículo 9 permitía que quienes brindaran servicios TIC (entre los cuales se encontraba el servicio de telefonía fija y móvil y el servicio de internet) pudieran brindar servicios de comunicación audiovisual y viceversa. Sin embargo, durante el tratamiento de la ley, varios sectores objetaron la posibilidad de que las empresas que tenían poder significativo de mercado en el sector de las telecomunicaciones brindaran también el servicio de televisión satelital. Nuevamente, la preocupación era que Telefónica se convirtiera en la principal empresa del sector sin aportar inversiones debido a que ya cuenta con capacidad propia en un satélite (ninguno de los operados por ARSAT) que ilumina la región, y también nuestro país, pudiendo brindar televisión sin realizar mayores inversiones. Como resultado de este debate, el artículo 9 de la ley 27.078 va a exceptuar de esta posibilidad a los servicios de televisión satelital.

Convergencia en tiempos de liberalismo
En diciembre de 2015, ya con el cambio de gobierno consumado, Mauricio Macri firmó el decreto de necesidad y urgencia 267/15 que barrió con parte de la ley 26.522 y de la ley 27.078. A través de la modificación del artículo 10° de la ley Argentina Digital, el decreto estableció que los servicios de televisión por suscripción fueran considerados servicios de Tecnologías de la Información y la Comunicación, a excepción de la televisión por suscripción mediante vínculo satelital que siguió regulada por la ley 26.522. Se generó de esta manera una asimetría entre los servicios onerosos.
En diciembre de 2016 el decreto 1.340 de Macri profundizó la convergencia del sector telecomunicaciones habilitando a las empresas de telefonía a brindar servicios de cable y a los cableros a brindar telefonía fija y móvil. Por otra parte, en su artículo 6°, el decreto autorizó a los prestadores de servicios de televisión satelital que ya contarán con algún tipo de permiso, a brindar Servicios de TIC. La única empresa de televisión satelital beneficiada fue la norteamericana Directv que ostentaba un permiso precario para brindar internet a través de AlphaTel. Sin embargo, el decreto 1340 tampoco permitió que tanto Telefónica como Claro pudieran brindar servicios de televisión por satélites.
A pesar de ser Argentina uno de los escasos países en el mundo que fabrica satélites geoestacionarios de comunicaciones, la televisión satelital por suscripción es el único servicio que no puede brindarse de forma convergente con otros.
La fusión Cablevisión-Telecom permitió que la empresa fuera la única capaz de dar cuádruple play profundizando la concentración en el sector de las comunicaciones, generando malestar en las grandes empresas de telecomunicaciones. En esa coyuntura, el gobierno de Mauricio Macri decidió enviar en 2018 al Senado de la Nación el proyecto de “Ley de Fomento de Despliegue de Infraestructura y Competencia TICs”, conocido como “ley corta”, que tuvo como una de sus ejes principales que los prestadores de servicios TIC puedan brindar servicio de televisión por satélite. Durante su tratamiento en la Comisión de Comunicaciones y Medios del Senado se determinó que el ingreso de la televisión satelital por parte de operadores de otros servicios fuera escalonado de manera tal de proteger a las pymes y cooperativas. Con esa y otras modificaciones se votó la sanción del Senado. Sin embargo, por distintas razones Cambiemos dejó de impulsar la iniciativa, la Cámara de Diputados no trató el proyecto y perdió estado parlamentario.
A pesar de ser Argentina uno de los escasos países en el mundo que fabrica satélites geoestacionarios de comunicaciones, la televisión satelital por suscripción, uno de los principales servicios que estos satélites permiten, es el único servicio que no puede brindarse de forma convergente con otros.
Decreto 690/2020
El 21 de agosto de 2020, el presidente Alberto Fernández volvió a establecer, mediante el decreto 690, el carácter de Servicio Público en Competencia de los Servicios de TIC que el decreto 267/2016 de Mauricio Macri había derogado. Además, el decreto estableció que los precios podrán ser regulados por la Autoridad de Aplicación (ENACOM) y suspendió los aumentos de precios de los servicios, en el marco de la emergencia producto de la pandemia COVID-19, hasta el 31 de diciembre de 2020.

La televisión satelital se vio alcanzada por la suspensión de aumentos, pero al no ser un servicio TIC, el ENACOM no podrá regular sus precios, así como tampoco incluirlos dentro de la reglamentación para la prestación básica universal obligatoria que establece el decreto 690.
Futuro de la Televisión Satelital
La televisión satelital puede jugar en la Argentina un papel fundamental en el ejercicio del derecho a la comunicación de las personas que habitan en lugares de difícil acceso o en las zonas calificadas como no rentables para el despliegue de redes terrestres. Actualmente los usuarios disponen, en gran parte del territorio nacional, de una sola alternativa para poder ver televisión (Directv) que se transmite sobre un satélite extranjero.
Un nuevo impulso al despliegue de la plataforma de recepción de la TDA Satelital es imprescindible para que todas las personas puedan acceder a una opción abierta al igual que lo hacen quienes se encuentran dentro de la cobertura de la TDA Terrestre. También es necesario que se incrementen las ofertas comerciales de servicios de televisión satelital por suscripción sobre satélites diseñados y construidos en el país para brindar alternativas a los usuarios e impulsar el desarrollo de una tecnología de alto valor agregado donde Argentina supo destacarse a nivel global.
La televisión satelital puede jugar en la Argentina un papel fundamental en el ejercicio del derecho a la comunicación de las personas que habitan en lugares de difícil acceso.
Es preciso que todos los licenciatarios TIC, principalmente las Pymes y Cooperativas operadoras de cable y telefonía de localidades con poca población del país, puedan brindar servicios convergentes incluyendo las comunicaciones móviles para poder competir en igualdad de condiciones con los operadores con posición significativa de mercado. Igual de importante es que existan alternativas para los usuarios donde no hay redes terrestres para disponer de televisión y que se impulse la ocupación de la capacidad de los satélites fabricados en el país.
Los habitantes de la Argentina que cuentan con televisión satelital destinan mensualmente al pago de este servicio el equivalente al costo de un satélite como el ARSAT-3 (ahora ARSAT-SG1) que operará durante 15 años. Resulta imprescindible analizar opciones para que se estimule la inversión en tecnología nacional que, además, podría implicar una menor salida de divisas hacia el exterior si los servicios son brindados por empresas nacionales.