El director del Museo Islas Malvinas y del Atlántico Sur, Edgardo Esteban, afirmó que el propósito de ese organismo estatal “es poner de pie la causa Malvinas” y “mantener la llama viva como parte de un derecho y de un tema que para los argentinos es fundamental” en el marco de una estrategia geopolítica.
Esteban, periodista y ex combatiente, reconoció que “está costando” mantener el interés de la juventud en el tema, por lo que destacó la necesidad de “ponernos la camiseta celeste y blanca y tirar todos para el mismo lado” cuando se habla de la causa Malvinas
– ¿Cómo encontró al Museo y cuál es su plan?
– Nosotros empezamos una nueva etapa, tratamos de mirar hacia adelante construyendo un museo que tiene que ser para todos y todas como fue lo que me pidieron al asumir las autoridades nacionales. El museo lo que quiere es poner de pie la causa Malvinas, que es un tema transversal a todos los argentinos y que pasa por todos los sectores, desde la extrema derecha a la extrema izquierda, mirando a todos los sentimientos y los afectos con relación a lo que tiene que ver esa pertenencia que tiene el pueblo argentino, que uno lo ve en cada ciudad, por más que sea un homenaje a los héroes o monumentos, o monolitos.

– ¿Ese trabajo hay que mantenerlo día a día?
– Lo que nosotros tenemos que trabajar con el Museo es mantener viva la llama de los 500 años de historia, no solo lo que se vivió en 1982 (la guerra con el Reino Unido), ya que este año se cumplen 500 años del avistaje de nuestras islas por primera vez y son 200 años que se van a cumplir el próximo 6 de noviembre del izamiento por primera vez del pabellón patrio.
– ¿Cuál es la perspectiva que se encara?
– Desde esa perspectiva estamos trabajando en lo que significa actualizar la denominada ‘línea de tiempo’ que llega hasta el 10 de diciembre de 2019 con el discurso del presidente Alberto Fernández en el Congreso de la Nación. Al asumir, dijo que Malvinas no es una cuestión de un gobierno de turno sino una causa y una cuestión de Estado.
“Cuando hablamos de Malvinas no hablamos solamente de la soberanía de nuestras islas, sino también de la soberanía marítima, cultural, educativa y económica”.
Uno de los ejes en los que se está trabajando es el Consejo de Malvinas. El miércoles se va a inaugurar un mural que ha donado la COPLA (organismo demarcatorio de límites), de la Cancillería, que actualiza todo lo que tiene que ver con la plataforma continental. Además, a partir de una resolución de las Naciones Unidas que amplió la plataforma marítima argentina en marzo de 2017, vamos a inaugurar el muro que muestra lo que significa nuestro mar y nuestra plataforma marítima, que es más amplia que la propia superficie continental y cuenta con una gran reserva alimenticia, ictícola y energética. Cuando hablamos de Malvinas no hablamos solamente de la soberanía de nuestras islas, sino también de la soberanía marítima, cultural, educativa y económica. Es un tema que está mucho más vivo.
– Usted se refirió al sentimiento de pertenencia sobre Malvinas. Pero acerca de lo que implica la soberanía de manera más integral ¿considera que es un tema que lo tiene claro el argentino?
– Hay que trabajar, no es suficiente lo que se sabe. Hay que trabajar mucho en el mapa bicontinental, en llevarlo a las escuelas y en transmitir este amor que uno siente a las generaciones venideras. Cuando era chico y pensaba en la Segunda Guerra Mundial, era algo lejísimo. Pensar en 40 años de un conflicto bélico es pensar en una eternidad para aquellos que hoy son millennials. Pensemos que la base militar más importante que tiene el Reino Unido, un aliado incondicional de la OTAN, está en las Islas Malvinas. Es la base de Monte Agradable, o Pleasant, como la llaman ellos. Tienen un control marítimo no solo de nuestro mar, con toda la radarización y tecnología muy avanzada, sino también de los pasajes bioceánicos del Atlántico y el Pacífico, que son algo estratégico.
“Malvinas es parte de laAmérica, parte de la Patria Grande”.
– ¿Cree que, a veces, las Malvinas no son consideradas parte de América Latina?
– Malvinas es parte de la América, parte de la Patria Grande, es parte del continente americano. Los combatientes decimos ‘volvemos a Malvinas de la mano de América Latina’ y ver que Uruguay el año pasado autorizó vuelos militares, que hubo una protesta con trabajadores del petróleo hace pocos días y que van los kelpers a denostar a la Argentina todos los años, que el vínculo con ese país ha sido fluido y ha crecido muchísimo estos años, es producto de la falta de políticas de Estado o de diplomacia en la propia región. Antes escuchábamos a (los expresidentes) Lula (da Silva), o a Evo Morales o a los jefes de Estado respaldando y sintiendo a Malvinas como parte de la región. Eso es una estrategia que hay que construir porque ahora han cambiado las miradas políticas. Todo también es parte del respaldo que tiene que tener el país en las Naciones Unidas, porque en definitiva el único elemento fuerte que tenemos es pedir que haya diálogo, como lo exige la resolución 2065 del año 1966, durante el gobierno de Arturo Illia.
– Recientemente la ONU volvió a exhortar al Reino Unido a sentarse a hablar con Argentina …
– Eso es fundamental pero no suficiente porque el Reino Unido no se sienta a dialogar. Este es un buen momento para la discusión y para buscar respaldo y aliados. El Reino Unido abandona la Unión Europea a fin de año y tendrá que rearmar toda su estrategia política. Puede encontrar aliados que quizá hasta ahora no tenía.

– ¿Con el cambio de Gobierno hay nuevas estrategias?
– Todas esas son estrategias que hay que pensar y armar. Hoy que existe una política de Estado coherente, hay espacio para trabajar mirando ese futuro. Es importante que esto tenga continuidad, no importa el partido político que esté en el gobierno. Nosotros tenemos que sentarnos en algún momento, como han hecho otros países, para debatir lo que significa la recuperación de la soberanía. Más allá de los habitantes, del respeto y la integración que tienen que tener con el continente, debemos hablar de lo que es ese territorio que es parte de la Argentina.
– Se refirió a la llama viva de Malvinas. Usted estuvo en las islas como soldado, fue periodista y ahora es funcionario del Museo. ¿Cree que se mantiene ese sentimiento?
– La llama de Malvinas se mantiene pero está costando y hay que trabajarlo en las nuevas generaciones, en los jóvenes. Más allá de los disensos, hay que buscar los puntos de encuentro, porque si hay algo en lo que estamos de acuerdo es que las Malvinas son argentinas. Así ocurrió en 2002, cuando se cumplieron 20 años de la guerra y se juntaron todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso para acordar, en forma unánime, defender la soberanía.
Ahora fue creado un Consejo Consultivo y tenemos que buscar nuevos consensos para que podamos acompañar esta política, cada uno manteniendo sus matices. Cada centro de combatientes tiene su mirada, pero lo importante es que cuando hablamos de Malvinas tenemos que ponernos la camiseta celeste y blanca y todos tirar para el mismo lado. Es una sociedad muy dividida y la grieta que vivimos todos los días en lo político también está en Malvinas y no es justo que tengamos que tener esa grieta más allá de las diferencias.