Los medios de comunicación influyen – desde sus titulares – con ánimo de desvirtuar decisiones de políticas educativas, tal como sucedió con las recientes declaraciones del ministro de Educación, Nicolás Trotta, al sostener que “ningún alumno repetirá el año”.
De esta forma, nos preguntamos, ¿era el momento oportuno para este titular? La falta de control de los medios y falta de sentido común del ministro dieron lugar a numerosas especulaciones. Ahora se teme quedar sin estudiantes que accedan a las aulas virtuales.
Otra posición acuerda en la irresponsabilidad de los medios, pero expone que durante la gestión de Mauricio Macri se instaló el programa promoviendo la no repitencia; y vimos que no fue motivo de deserción escolar, creyendo oportuno hacer transformaciones en nuestro sistema educativo. Por lo tanto proponemos repensar nuestras prácticas docentes. Existen dudas sobre lo expresado anteriormente, por lo que una posible solución sería conversar con profesores para conocer sus experiencias desde que se dijo que la evaluación no sería numérica.
Desde los títulos, muchos medios de comunicación desvirtúan las decisiones en materia educativa.
También mencionamos la visión del documental “Después de Sarmiento”, en el que se hace referencia a qué es lo que deja la escuela secundaria en el tramo escolar, promoviendo el sentimiento sobre qué le dejamos realmente a los alumnos como herramientas para la inserción a la vida natural. Desde este punto, debemos trabajar con las familias y con la escuela misma. ¿Qué queremos? ¿Qué enseñamos? ¿Cómo enseñamos? ¿Para qué enseñamos? ¿Y desde dónde nos paramos para enseñar lo que enseñamos?
De este modo recurrimos a una posible respuesta previa, haciendo alusión a una investigación de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), realizada por el compañero Legrini Catriel, sobre la educación en contextos de vulnerabilidad en el partido de La Matanza. Pero obtenemos que existen familias ausentes bajo dicho proceso. De esta manera nos preguntamos: ¿Toda familia que manda a su hijo/a a la escuela, le interesa la Educación? La respuesta es totalmente positiva. Pero para que esta educación sea par a par se debe tener en cuenta la práctica, sin desmerecer los roles del docente mismo como el de las familias.
Desde otro punto, estas respuestas nos llevan a repensar la escuela como institución en este nuevo paradigma, al docente como sujeto político, y al trabajador/a de la educación y actor social como garante de un derecho. En referencia a la práctica del docente, se recuerda que el plan “Conectar igualdad” fue muy criticado, debido a su uso inadecuado de parte de algunos docentes, y por no haber utilizado todas las herramientas que tenían a disposición. Nuestra escuela, como institución – no la educación -, queda arcaica en un paradigma que buscaba hegemonizar, siendo que hoy la escuela debe garantizar la creación de oportunidades heterogéneas. Haciendo referencia al ejemplo del plan “Conectar igualdad” se menciona la importancia del docente como sujeto político con desconocimiento, falta de preparación, de capacitación o, tal vez, de desinterés de profesionalizarse. Se acuerda con estas posiciones, pero hacemos mención a las diferentes realidades de las escuelas, pensando que este titular profundiza la grieta que nos esforzamos por cerrar. De igual manera, insistimos en garantizar la igualdad de condiciones.
La escuela hoy debe garantizar la creación de oportunidades heterogéneas.
Con referencia a la mención de la grieta, llegamos a la conclusión que el título del noticiero es determinadamente “golpista”, por no mencionar que se negó el protocolo presentado por Horacio Larreta y que el Gobierno Nacional accedió a la entrega de dispositivos.
A esto no podemos dejar de mencionar las diferentes realidades que se conocen educando en instituciones rurales, con distintas realidades y necesidades, medios geográficos; o herramientas y recursos con los que cuentan las familias en este momento con diversas problemáticas para una continuidad pedagógica, siendo que se dificulta por desigualdades de diferentes comunidades educativas. Además hay una franja menor de familias que demandan al Estado más de lo que se les da. También podemos mencionar el trabajo con adolescentes, con familias que tienen problemas económicos, habitacionales, laborales que muchas veces no pueden acompañar al estudiante. Para ellos, ese titular es como una “catástrofe”.
La renuncia de la viceministra de Educación, Adriana Puiggrós, nos hizo mucho ruido en nuestra labor cotidiana. ¿Qué pasó? ¿Qué diferencias hubo? ¿Tiene relación con lo mencionado en este artículo? No lo sabemos, pero entendemos que las diferencias existen y debemos solucionarlas en pos de la mejora de un sistema educativo arcaico y obsoleto.
Es preciso concientizar que debe imponerse un cambio importante post pandemia.
Concordamos en que debemos dar las mismas oportunidades, pero de esta manera invitamos a repensar si estamos capacitados y conscientes de cómo abordar las oportunidades, la inclusión. Existe un porcentaje no menor de colegas, con actitudes discriminatorias, por lo que es preciso invitar a buscar nuevas formas, a concientizar a todos/as las/os docentes provocando un cambio importante post pandemia en el rol. Los medios de comunicación tienen mucha incidencia con este titular informativo en las familias y es en contra de ellos que luchamos en las aulas.
Otra de nuestras posturas recuerda que no debemos olvidar situaciones de maltrato y abuso que viven algunas familias, más el aislamiento de otras por síntomas y la falta de conectividad en algunas otras. Así proponemos armar un noticiero colectivo con estas ideas, para concientizar a las familias de la realidad “escuela” en tiempos de pandemia.
A algunos/as colegas les da pánico la palabra “política” en la escuela, en el aula o en sala de maestros. Cuando dicen “no hablar de política” sepamos decirles que definitivamente ocupan un rol político (se cree, que son más del 50% que caen en esta cuestión). En referencia a este titular, la influencia de los medios vino para quedarse ya desde la gestión anterior. Se propone tenerlo en cuenta, empoderarnos con medios de comunicación para esa franja de gente que se nutre solo de títulos, sin la lectura necesaria para determinar este vínculo entre la educación y la política, sobre todo en políticas públicas de Estado. De esta manera, hacemos la diferencia entre política educativa y partidismo, siendo que la escuela es política y se habla de política, no necesariamente de política partidaria.
A los docentes que prefieren no hablar de política en la escuela, sepamos decirles que ellos ocupan un rol político.
Por último, hacemos una serie de propuestas para encaminar nuestros escritos hacia un rumbo definitivo, marcando la post pandemia y la necesidad que tenemos sobre el rol educacional:
• Repensar la formación de docentes.
• Conversar sobre la importancia de prevalecer a los/as adolescentes y niños/as en la educación de los mejores recursos, haciendo mención de colegas que piensan que por tal o cual política educativa se es partidista (por ejemplo, asistir al CCK).
• Proponer la realización de videos en YouTube, con entrevistas a distintos/as funcionarios/as, directivos, docentes, etc.
• Acordar que este es el momento de decir, de una vez por todas, desde qué lado nos vamos a posicionar cuando este sistema explote con más altura.
• Proponer que los estudiantes puedan promover su proyecto de vida y acompañar a las familias desde un lugar solidario y empático. No desde el clientelismo.
• Acordar en la necesidad de hacer una autocrítica de la tarea docente como profesionales, planteando por ejemplo algunos interrogantes: ¿Somos solidarios siempre o solo en el horario de trabajo, sabiendo qué conlleva la tarea del docente post horario? ¿Pensamos más allá de la escuela, en cómo estamos enseñando y qué le llega a cada adolescente, a cada niña/o? ¿Somos promotores de los recursos que existen? ¿Hasta dónde estamos los docentes, directivos e inspectores promoviendo saberes, capacitaciones o recursos que hay? ¿Sabemos lo que hay?
¿Quién se ocupa de las necesidades materiales y emocionales de los/las docentes?
Consideramos que si no planteamos críticas o preguntas, todo esto no sirve para nada. Debemos acercar propuestas y proyectar posiciones desde la autocrítica, siempre dejando en claro que impulsamos políticas públicas, porque los medios de comunicación solo desinforman.
En gestiones anteriores, en el gobierno de Cristina Kirchner por ejemplo, no se comunicó ni difundió lo suficiente la cantidad de recursos, capacitaciones y aportes que por derecho se brindaron a la comunidad educativa. La sociedad consume medios y hay que aprovecharlos para mejorar estas cuestiones, porque después la sociedad se queda solamente con lo dicho por los medios hegemónicos, como el caso más famoso por nuestros tiempos de “se robó un PBI”. Es una frase que la gente repite sin siquiera cuestionarse, por lo menos, ¿qué es un PBI? O en tal caso, ¿cuánto es un PBI?
Por último, y no menos importante, nos preguntamos: ¿Quién se preocupa por las necesidades materiales y emocionales de nosotras/os, los integrantes de la institución? Estamos para las familias las veinticuatro horas de los siete días de la semana, para solucionarles por ejemplo el bolsón de alimentos, las planillas de AUH, etc. ¿Y nosotras/os?
Nuestro rol docente tiene una carga negativa en el común de la sociedad. Por historia debemos revertirlo, porque concluyendo en sí, nosotros amamos lo que hacemos. Aunque la docencia sea estresante, es la profesión que crea las demás profesiones y la devolución es gratificante.
* Cinquemani Damián, Zapata Ana María, Rodríguez Gabriela, Arrendal Matías, Legrini Catriel, Beduino Claudia, Goncalvez Madrid Antonio, Gargiulo Giuliano Y Graciela Beatriz Valenzuela.