Con la escena de fondo de la voracidad inmobiliaria en Los Ángeles, San Francisco y Seattle, “Enséñame el camino a casa” es un documental de Netflix que reconstruye la historia de indigentes en esas ciudades que durante 2021 declararon una “crisis de indigencia”. Las historias, mayoritariamente de afros y mujeres, no se pueden separar de las construcciones de rascacielos de vidrio y de una sociedad indiferente que, en paralelo, hace las mismas actividades de quienes comparten juntxs carpas o autos en distintas calles o a la vera de las famosas autopistas de los road movies.
Esos asentamientos, que llegan a ser de 30 centenas por ciudad, son “complementados” por albergues de cientos de camas literas, donde quienes pasan un examen de “admisibilidad” (la meritocracia americana es un way of life aún en las peores) allí se bañan y duermen.
Los Estados locales responden con “curitas” a una herida que crece como un tsunami, tal como declara una funcionaria: operativos de campaña con grandes carpas donde se da atención médica y alimentación en pleno centro de esas urbes que solemos mirar, sin ver, en varias series y películas que claramente le hacen olé a esa realidad de la pobreza.

Los Estados locales responden con “curitas” a una herida que crece como un tsunami.
El documental es de 2021, al igual que la premiada Nomaland, peli que endulza el libro del mismo nombre escrito por Jessica Bruder, donde adultos mayores blancos pierden sus casas y se largan a las carreteras como mano de obra de Home Depot y Amazon, que les da estacionamiento, luz y agua a cambio de ser operarios baratos de esos gigantes de servicios.
“Estoy a un sueldo de ser como vos”, le dice un trabajador social a una mujer que sufre violencia de género y vive en una zona de carpas que la policía levanta con razzias constantes. Pero se equivoca, porque en la misma serie una mujer afro que trabaja de limpieza de un hospital comunitario duerme en uno de los paradores en los que cientos de almas tienen una litera.
“Enséñame el camino a casa”, un documental de cuarenta minutos sobre un presente que se extiende a futuro.