El balance de fin de año sobre la figura presidencial y el manejo de su desafío más urgente, la pandemia, muestra un saldo positivo para la imagen de Alberto Fernández y una mirada crítica acerca de la forma en que el Frente de Todos administró los últimos episodios de la emergencia sanitaria, tras nueve meses de lucha contra el Covid-19 y a la espera de una vacuna que recién ahora asoma como una realidad aplicable. Al mismo tiempo, se mantuvo una clara mirada reprobatoria acerca del rol de la oposición, por entender que no colabora con el oficialismo en la gestión de la crisis.
Los datos se desprenden del más reciente estudio de la consultora Analogías, el cual arrojó que la imagen positiva del presidente es de casi el 59% y “se mantiene en valores estables respecto de las mediciones de los últimos meses”, pero que a la vez crece entre la población la inquietud sobre los mecanismos para lidiar con el coronavirus en esta nueva etapa.

El trabajo de Analogías es contundente al respecto. Señala que “cayó la evaluación positiva sobre la política sanitaria (44%), cayó la percepción sobre el cumplimiento de las normas de prevención por parte de la sociedad (74%), aumentó la percepción sobre el riesgo de contagio (51%) y la percepción de que en el verano se incrementarán considerablemente los casos (68%)”.
En el caso puntual de las vacunas, donde sectores de la posición y del conglomerado de medios buscan reeditar las discrepancias que atraviesan a la opinión pública en otros planos, la confianza de los encuestados en los organismos sanitarios “permanece dividida en forma muy equilibrada”. Es un empate técnico en torno al 46% entre quienes creen en las instituciones que dictaminan sobre la seguridad y eficacia de las vacunas y quienes dudan o directamente ya no confían. Un escenario similar se registró en lo referido a los resultados del operativo de vacunación.

En este cuadro de contrastes, la encuesta sumó un elemento más. La directora de comunicación de Analogías, María Acosta, señaló que, “aún en este contexto de mayor preocupación, sin embargo, la situación argentina es evaluada mayoritariamente como ‘mejor’ o ‘igual’ que la del resto del mundo”. El 52% tuvo esa opinión, contra un 39% para el cual el estado del país es “peor” respecto de lo que pasa en otros lugares. En paralelo, la valoración de los científicos que asesoran al Gobierno nacional volvió a resultar altamente positiva: más del 62% les dio su apoyo.

Junto al dilema pandémico, el estudio también indagó sobre la otra cara de la crisis, la económica, donde las respuestas fueron en sintonía con las registradas en octubre: una tendencia pesimista acerca de rumbo de la economía –contractiva, según la percepción del 45%–, y con la inflación (24%) y el desempleo (19%) como las dos preocupaciones principales y constantes. En ese punto, como se dijo, una clara mayoría de casi el 60% consideró que la oposición no colabora con el oficialismo para hacerle frente al desafío.
El trabajo de Analogías fue sobre 2.843 casos efectivos, contactados por vía telefónica (sistema IVR) entre el 19 y el 20 de noviembre, en las 24 provincias de la Argentina.