La socióloga Alcira Argumedo reflexionó sobre los intentos de la derecha de desestabilizar al gobierno nacional, en un momento en que Estados Unidos busca reponer el control sobre América Latina con el recrudecimiento de los autoritarismos. “Este acoso no es para nada inocente, se ve una mano de la embajada demasiado significativa”, denunció
Argumedo afirmó que las movilizaciones anticuarentena y las manifestaciones de la policía bonaerense son “intentos de la derecha de acosar al gobierno tratando de desgastarlo”, iniciativas que no son autóctonas, sino que tienen que ver con maniobras instrumentadas desde Estados Unidos.
“Van a intentar una recomposición del poder con gobiernos más autoritarios y no lo van a lograr fácilmente con una democracia”.
En diálogo con Daniel Luna y Raquel Pina, la socióloga explicó que la pandemia vino a delimitar “los cuarenta años de políticas neoliberales en occidente” y que Estados Unidos va a salir delimitado en términos tecnológicos y geopolíticos.
Argumedo expresó que se vive un momento de grandes disputas sobre América Latina y que, en este contexto, Argentina es un país que no tiene un gobierno de derecha. Por ese motivo aseguró que “este acoso no es para nada inocente, y se ve una mano de la embajada demasiado significativa”.
“Pensaban que Macri se quedaba un tiempo más y por eso era prioritario resolver el problema de Bolivia”.
A su vez,la socióloga explicó que el asedio en nuestro país “no tiene viabilidad histórica” y que la magnitud de la crisis del neoliberalismo hacen inviable continuar con ese modelo político económico.
Por otro lado, Argumedo afirmó que en los próximos veinte años los temas prioritarios serán las reservas de agua dulce y el calentamiento global y, que por eso, Estados Unidos quiere tener el control de América Latina a partir de un fortalecimiento de los sectores de derecha.
“Pensaban que Macri se quedaba un tiempo más y por eso era prioritario resolver el problema de Bolivia”, dijo Argumedo sobre los objetivos urgentes de Estados Unidos en la región.
“Van a intentar – agregó – una recomposición del poder con gobiernos más autoritarios y no lo van a lograr fácilmente con una democracia”.