
Hasta el año 1991, en Gran Bretaña no se consideraba violación a una “relación sexual no consentida” en el “ámbito doméstico”: una joyita jurídica del Imperio. “Anatomía de un escándalo” (Netflix) aborda el lema feminista “no es no” en el marco de una pelea intra plutocracia de viejxs estudiantes de la Universidad de Oxford, ahora en funciones de gobierno de orientación tory, es decir, conservadora.
La pasante Olivia Lytton (Naomi Scott) denuncia por violación al ministro conservador James Whitehouse (Rupert Friend), que mantiene aún en los azotes de un proceso judicial su puesto en el establishment ministerial por guardar un secreto oscuro del Primer Ministro de sus épocas de la cofradía estudiantil “Les Libertines”.
“Anatomía de un escándalo” aborda el lema feminista “no es no” en el marco de una pelea intra plutocracia de viejxs estudiantes de la Universidad de Oxford, ahora en funciones de gobierno.
La trama se construye sobre las dudas de la compañera del ministro acusado, en un paseo constante ante el muy falible sistema de jurado: Sophie Whitehouse (Sienna Miller), que toma la justicia en sus manos para “compensar” lo que el sistema judicial inglés no quiso ver.
El escándalo de esta “anatomía” no es solo el machismo, sino también las intrincadas relaciones de una plutocracia corrupta y corporativa que ya hace años maneja los destinos de la hermana menor de EE.UU. Actuaciones impecables, Sienna Miller entre ellas, con paisajes de un Londres laberíntico y muy europeo. Para verla de maratón.