Desde que los españoles con la fuerza de la cruz y de la espada conquistaron América, el futuro de nuestra tierra se nos fue en sangre en esas gigantescas venas abiertas que hace varios siglos continúan sin cerrarse.
Cuando el escritor uruguayo, Eduardo Galeano escribía el famoso libro de lectura obligatoria «Las venas abiertas de América Latina» (1971) se refería al saqueo sistemático de los imperios coloniales de nuestros recursos naturales, que fueron desde el café y el azúcar hasta millones de toneladas de oro y plata.
Sin embargo, y a diferencia de los que muchos creen, estas venas continúan abiertas y seguimos sangrando por todos lados, en especial, en la Argentina. Somos uno de los países más ricos del mundo pero hace varias décadas que vemos el crecimiento exponencial de la pobreza estructural y, al mismo tiempo, la evasión de los impuestos, el contrabando y la no declaración de lo que se gana.
Ayer fueron los españoles, británicos y portugueses. Hoy son el 1% más rico de nuestro país, esos mismos que se creen dueños de un país que detestan, esos que ponen la bandera Argentina en el capó del auto pero evaden los impuestos, esos que contrabandean soja a Brasil y Paraguay, esos que quieren entregar nuestra soberanía.
Ellos son los primeros en quejarse cuando hablamos de pagar impuestos, de pagar el IVA por todas las transacciones cotidianas que realizamos, de pagar la carga impositiva correspondiente a los trabajadores.
Un estudio reciente realizado por el presidente de la Fundación Inclusión Productiva, Carlos María de los Santos, da cuenta de todo el dinero que nuestro país podría recaudar a través de la implementación del PAD (Peso Digital Argentino), al poner fin a todo ese circulante de dinero en negro que afisxia al Estado.
A partir de los informes del INDEC (a marzo del 2019) se tomaron los consumos (públicos y privados) y las importaciones, como base imponible para calcular y determinar la mayor recaudación del IVA y el número que arrojó la investigación es que solo en ese año se dejó de recaudar 46.332 millones de dólares.
Además, se trabajó con un promedio de las estimaciones divulgadas en distintas publicaciones e incluso por parte de algunas entidades para conocer la relación directa de la recaudación en concepto de Seguridad Social de la AFIP y el porcentual de marginalidad que se ha estimado en un 40%. En números significa que no se está pagando en seguridad social un monto de 10.596 millones de dólares.
Un dato que quizás pasó al voleo en los anteriores párrafo es que con un solo año que paguemos el IVA a la totalidad de consumos privados, públicos, importaciones y seguridad social que llevamos adelante en la cotidianidad —sin aumentar los impuestos— se recaudaría un monto cercano a los 56.928 millones de dólares, lo que equivale a la totalidad de la deuda que contrajo Macri con el FMI.
Pero no, a nadie más se le ocurrió hacer de la Argentina una potencia mundial recuperando los pesos y centavos de todos los argentinos, que día a día se escabullen en las cloacas de la evasión y el contrabando. Mientras tanto, las soluciones de la elite dominante sigue siendo la misma, la de sembrar soja para alimentar a los cerdos de Asia y que solo sus bolsillos se sigan abultando.
O cerramos esta vena abierta que nos está desangrando o no hay futuro. El diagnóstico ya está hecho. Solo falta la decisión política de dar las puntadas necesarias.