A Barbara y Camilo Garcia le arrancaron a su madre Rocio Martínez Borbolla, militante docente y política, en julio de 1976. Muchos años después, un colimba se presento a la justicia diciendo que él había estado cuando un grupo de las FFAA se constituyó en Comando exterminador y su primer operativo fue el secuestro y asesinato de Rocío y su nuevo compañero.
Atacan a Ramón Carrillo; tiran una molotov a un local de FORJA, que lidera Gustavo López; dicen que murió Norberto Galasso, el historiador, y piden prisión para Bárbara García por reconocer al represor que secuestró a Rocío, su mamá, delante suyo con una patota paramilitar y luego la asesinó.
Pueden condenar a Bárbara García por reconocer a Martín Sánchez Zinny.
La llevaron al juzgado, le mostraron un montón de fotos, ajadas, fotocopiadas, y ella, con seguridad eligió cuatro de ellas.
El abogado que la acompañaba, Pablo Llonto y Lombardi, le hicieron un comentario: «Bueno si elegías una, parece que sería mayor prueba de identificación que si elegís cuatro».

Cuando el personal del juzgado miró el nombre al que pertenecía cada una de las cuatro fotos elegidas, se asombró de que todas pertenecieran a la misma persona.
Claro, en una tenía barba, en la otra bigote, en una nada, y en la otra era diferente.
Los abogados de Sánchez Zinny, son Ricardo Saint Jean y María Laura Olea,
Ricardo Saint Jean es el abogado de Ciccone que intenta la condena del ex presidente de la Nación, Amado Boudou.
Ellos acusan a Bárbara de «falso testimonio» por haber identificado al militar empresario que se llevó para siempre a su madre.
Bárbara, que tenía 9 años cuando este Comando conducido por Martín Sánchez Zinny secuestro a Rocío, su mamá.
Rocío era asturiana y había venido al país a los 7 años.
El parlamento asturiano invitó a Bárbara a contar su caso en Asturias misma.
Luego encomendó a un cineasta español filmar un documental a partir de una carta que Barbara dirigió a las autoridades asturianas en ocasión de su visita.
Desde el secuestro de su mamá, Bárbara tuvo la convicción de que si veía otra vez a este hombre, que le llevó a su madre, lo reconocería de inmediato.
Una nena no puede olvidarse del rostro de quien secuestró a su mamá
Este monstruo gestionó y obtuvo la detención domiciliaria, aduciendo la condición de «autista» de su hijo.
La domiciliaria de Martín Sánchez Zinny está firme, confirmada, por lo tanto sólo se puede reabrir con «cambio de circunstancias»
Lamentablemente con esta situación no se puede chequear qué está pasando con él y su hijo, pero además ahora todo está en manos del Tribunal de Casación, y ya no está en manos de Rafecas.
¿Quienes serán los del juzgado de Casación? (Son los laberintos de la Justicia).

Conceder Casación quiere decir «usted está habilitado para ir a plantear el tema en Casación»
Los abogados de Sánchez Zinny van a ir, a presentar escritos, les darán traslado a Pablo Llonto y a su equipo.
Ellos contestarán y Casación ahí resuelve si lo admite o no.
Es decir, que faltan unos meses, dos quizás
Tocará por sorteo qué sala será, (son 4 salas.)
Como está la Justicia puede pasar cualquier cosa, como que quien identificó y acusó al genocida de su madre y de otros 36 compañeros, lleve la peor parte.
Y que el genocida, mientras tanto, siga tan tranquilo en su casa, tan «pancho» como ahora.
La justicia está actuando «demasiado rápido», comentan en Tribunales refiriéndose a este caso.
¿Alguno del Poder judicial le habrá prometido «algo» al represor?
¿Bárbara pasa a ser la acusada y el torturador asesino, su acosador?
Vivimos tiempos muy «sucios» en la Justicia argentina.
Lamentables.
Publicado en la Red Nacional y Popular de Noticias