El parque fotovoltaico Cauchari, ubicado en la provincia argentina de Jujuy, se ha unido a los esfuerzos de las autoridades de ese país para mitigar la propagación del coronavirus, a través de suministros de equipos médicos y donaciones realizadas por la empresa china Shanghai Electric Power Construction Co. Ltd (SEPC).
La empresa líder del proyecto, que es a su vez el más grande de su tipo en Sudamérica, entregó insumos de bioseguridad para evitar mayores contagios así como una suma de 20.000 dólares igualmente destinados a la compra de equipos, según informó a Xinhua Micaela Goñi, gerente General de Talesun Energy Argentina, empresa encargada de la construcción del parque solar junto con SEPC (sigla de la compañía en inglés).
“La donación se efectuó a mediados de abril a través del Comité Operativo de Emergencia y estuvo dirigida al Ministerio de Salud de la provincia. Desde el inicio de la pandemia hemos estado en contacto y atentos a cualquier requerimiento”, expresó Goñi.
La entrega incluyó 800 unidades de tapabocas de alta calidad marca 3M N95, 40 unidades de mamelucos completos marca 3M y 20 unidades de lentes de protección además de un depósito bancario a la provincia, continuó la gerente.
Actualmente, dentro de la planta solar Cauchari I, II y III, rigen estrictos protocolos sanitarios para proteger a una reducida cantidad de personal encargado de dar operatividad al parque, sin dejar de garantizar el suministro eléctrico a unos 160.000 hogares de Argentina.
“Tenemos protocolos de bioseguridad bastante intensivos dentro del parque, contamos con un equipo de salud propio compuesto por médicos y enfermeras. Venimos trabajando con los protocolos desde enero, antes de decretada la cuarentena, comenzando por la capacitación en el cuidado de las personas, la higiene personal, la limpieza de manos y el distanciamiento social, y puedo decir que fuimos anticipados en el accionar por ser Shanghai Electric una empresa de China”, indicó Goñi.
Las condiciones físicas especiales del proyecto como la altura (4.200 metros sobre el nivel del mar), su lejanía de la ciudad y la permanencia de los trabajadores en planta, dificultó, en un principio, que los empleados volvieran a sus hogares, no obstante, se aceleró la activación de protocolos de seguridad y la sucesiva paralización por dos semanas de las actividades humanas en la planta.
“Cauchari tiene una biosfera especial porque la gente vive dentro del campamento, es así como logramos mantener la actividad hasta el 31 de marzo con los accesos restringidos, después los trabajadores volvieron a sus hogares, y en esa oportunidad endurecimos los protocolos de prevención del coronavirus”, continuó.
Goñi ahondó en que “nos reintegramos a mediados de abril, luego de una pausa de aproximadamente 15 días, e hicimos cambios en las distancias sociales, en las ubicaciones de los escritorios, mantenemos restricciones en las cantidades de personas en las oficinas y habitaciones, establecimos mayores distancias en los baños, lavatorios, re-distribuimos los turnos de comida, tenemos un programa de desinfección que se realiza dos veces al día además de la limpieza habitual, también redujimos el transporte al 50 por ciento de su capacidad”.
Destacó que una de las acciones, previas a la pandemia, que han permitido encarar de forma óptima la COVID-19 dentro del parque solar, ha sido la de “integrar una cultura de muchas nacionalidades” que no dio entrada a ningún tipo de miedo o discriminación sino que se mantuvo una visión de “equipo conjunto”.
“Constituirnos como un equipo integrado, a pesar de que hay trabajadores de distintos países, ha sido el desafío más importante de este proyecto, y por suerte frente a la pandemia esto tuvo un gran impacto”, apuntó.
Desde su punto de vista, la pandemia ha tenido un impacto significativo no sólo para el proyecto o para Argentina, sino para todo el mundo, cambiando sustancialmente la forma de vivir y trabajar.
Por tanto, reflexionó “Shanghai Electric Power y todas las empresas que están trabajando en el proyecto estamos constantemente en un proceso de adaptación y capacitación continua, entendiendo que más que una empresa somos actores sociales y tenemos el deber de cuidar a nuestros trabajadores y a la sociedad”.