“La batucada peronista” dijo Walter “Alfa” Santiago, participante de Gran Hermano al salir del certamen. El participante de 61 años no llegó al estudio de Telefe, donde lo esperaba Santiago del Moro, como todos los eliminados anteriormente. “Los perucas…el abrazo peronista” siguió Alfa. Adentro de la casa todos se mostraban sorprendidos por los ruidos.
Del Moro dijo: “Alfa no puede llegar al estudio, hay una manifestación afuera de la casa”.
La manifestación era llevada adelante por SATSAID, en reclamo salarial.
“Nosotros fuimos para visibilizar nuestra lucha por un incremento salarial por arriba de la inflación, cuando uno de los participantes de Gran Hermano fue expulsado. Ese participante fue quien interpretó que la protesta fue para apoyar a otra participante y realiza comentarios despectivos sobre el peronismo”, señaló el Secretario Internacional, miembro del Consejo directivo del Sindicato Argentino de Televisión, Telecomunicaciones, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID).

Nunca se le impidió al participante trasladarse desde las instalaciones de la productora a las de TELEFE. Fue la producción del programa la que tomó la decisión de que no vaya a TELEFE y de esta manera invisibilizar el conflicto sindical.
Al día siguiente Alfa, el participante en cuestión, recorrió todos los programas que hablan de GH, pero curiosamente, en una producción y edición que decide qué dimensiones de lo real visibilizar e invisibilizar, y nombrar u olvidar de forma que recuerda a los presentadores mediáticos de la película “Juegos del Hambre”, no habló del abrazo peruca. Pareciera que el estigma recurrente sobre el peronismo en todos los medios es inmediatamente borrado cuando nombrar al peronismo recuerda a los trabajadores de los medios reclamando sus derechos laborales.
Los medios de comunicación crean interacciones mediadas que difieren en aspectos importantes de la interacción cara a cara. Las lógicas de los medios influyen sobre las instituciones sociales y esferas culturales y la agenda pública.

El conflicto del SATSAID intentó ser invisibilizado de los medios de comunicación. Como siempre suele suceder. Lo mismo le sucede al SIPREBA (Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa de Buenos Aires). Pero la astucia de llevar la protesta a GH hizo que las redes fueran lugar por donde la administración de la visibilidad mediática perdiera eficacia y se logró que el propio Robertito Funes lea el comunicado de SATSAID luego de que la producción de TELEFE intentara en un primer momento borrar toda huella de dicha protesta.
La negociación paritaria para canales abiertos y productoras inició en marzo. Para el primer trimestre del año paritario firmaron un incremento del 18%. Para el 2do trimestre del año paritario reclamaban un 24% y las empresas ofrecían 12%, 17% y luego 20,5%. Tuvieron un paro de actividades y luego medidas de visibilización en las puertas de los canales de tv abierta, productoras, programas. Ante la falta de acuerdo entre partes, el Ministerio dicto la conciliación obligatoria por 15 días hábiles y luego del 2do paro la amplio en 5 días hábiles más. Los conflictos que afronta el SATSAID, son escondidos por las empresas de la opinión publica.
En una reciente audiencia entre el SATSAID y las cámaras empresarias ATA y CAPIT, realizada en el Ministerio de Trabajo de la Nación, no hubo ningún avance. El gremio ratificó la decisión de retomar las medidas de fuerza suspendidas una vez que la prórroga de la conciliación obligatoria finalice.

Los empresario de medios, a pesar de ser quienes, como el gran hermano de Orwell, deciden que se vé o que no, deberían cuidarse de la esperanza que crece desde la lucha y la organización obrera. Podrían pensar que “Somos seres inconstantes y estúpidos con mala memoria y un don para la autodestrucción”, como se plantea en Sinsajo. Pero allí mismo se advierte lo central de la lucha sindical, “la promesa de que la vida puede continuar por dolorosas que sean nuestras pérdidas, que puede volver a ser buena”.