Diez años parecen siempre mucho tiempo. Pensemos cuántas cosas pasaron solo este año y cuántas en la última década. Este mismo día, pero hace diez años nos encontró a todos en nuestras casas, porque era feriado y esperábamos al censista, pero recibimos la noticia de la muerte de Néstor.
Esa noticia conmocionó a muchas y muchos compañeros que habían sido convocados por él a la política, proponiéndoles el sueño de una Argentina más justa. También conmocionó a otros y otras que no lo sabían, pero eran igualmente compañeros porque se habían encontrado representados por primera vez en mucho tiempo, tal vez en toda su vida, por un presidente.
“¿Cómo no lamentarnos de no contar con Néstor para la titánica tarea de poner a la Argentina de pie?”
Néstor fue tan grande que incluso nos dejó un hermoso poema de Joaquín Areta en donde cuenta cómo quisiera que lo recordasen: sin llorar ni lamentarlo; en eso le fallamos. No podemos no llorar los 27 de octubre, y apenas podemos hablar de Néstor sin que se nos ponga la piel de gallina y la garganta se anude.
¿Cómo no vamos a lamentar no tenerlo, no haberlo tenido cuando atacaban a Cristina, cuando hubo que resistir cuatro años del infausto gobierno de Macri? Contar con Néstor para volver a ganar. ¿Cómo no lamentarnos de no contar con Néstor para la titánica tarea de poner a la Argentina de pie?
Si nos enamoramos de él cuando lo vimos hacer lo que hoy les toca a Alberto y Cristina, el destino de los pueblos latinoamericanos que el compañero Álvaro García Linera nos contó que parece un mantra: luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse.
“No podemos no llorar los 27 de octubre, y apenas podemos hablar de Néstor sin que se nos ponga la piel de gallina y la garganta se anude”.
Llevamos diez años intentando seguir los caminos y los rumbos que nos marcó el presidente que nos emocionó el alma y por el que nos sentimos queridos, protegidos y ayudados. Seguimos día a día junto a la risa de los felices, la seguridad de los justos, el sufrimiento de los humildes.
Hoy se cumplen diez años de la muerte de Néstor, pero también un año del triunfo electoral del Frente de Todos en el país. “Licencias que se toma la historia”, dijo Cristina.
Ojalá que el recuerdo de Néstor nos convoque a seguir con el compromiso de acompañar a todos, pero particularmente a los más vulnerables, para que, cuando la pandemia pase, podamos nuevamente ver lo que Néstor prometió en su primer discurso de 2003 y cumplió. Que por este camino se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra.