El jefe del bloque del Frente de Todos (FdT) en la Cámara de Diputados, Máximo Kirchner, afirmó hoy que “en el pueblo está la fortaleza” y pidió “trabajar en cada barrio para construir una victoria”, al encabezar el Encuentro de la Militancia por la Solidaridad y el Trabajo en la localidad bonaerense de Ensenada
“No hay lugar para la tristeza y la melancolía. Me acuerdo en 2010, luego de la primera intervención que le realizaron a Néstor (Kirchner) no hacía otra cosas que trabajar, trabajar y trabajar. Nunca lo vi victimizarse ante una situación y cuando sintió que su fuerza no alcanzaba recurrió a su pueblo, porque ahí está la fortaleza y en su gente está la información del futuro”, señaló el legislador al recordar la figura de su padre y expresidente ante una nutrida concurrencia.
En este encuentro participaron la primera candidata a diputada nacional por el FdT en la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz; el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; su par bonaerense, Andrés Larroque; y el intendente local, Mario Secco, entre otros dirigentes.
“Trabajemos por una militancia que hará mejorar las condiciones de vida y que hará que surjan los dirigentes que en el futuro representarán a nuestro pueblo”.
Máximo Kirchner ponderó en el acto el trabajo de quienes durante la pandemia de coronavirus “trabajaron para cuidar al pueblo argentino”, y consideró que los años de la gestión de Cambiemos “fueron muy duros por las ideas económicas que se expresaron”.
“Y hubo un sector de la clase política incapaz de levantar la voz durante el gobierno de (Mauricio) Macri. Sobre todo cuando arremetían contra el pueblo y veíamos la caída del poder adquisitivo de los trabajadores. Un sector que tampoco supo resolver en el seno de la política para qué lado debe ir Argentina”, apuntó.
Máximo Kirchner aseguró que cuando la militancia se organiza “los milagros se construyen” e instó a los adherentes del FdT a involucrase con “el destino de sus barrios, de sus escuelas, de sus universidades”.
“Trabajemos por una militancia que hará mejorar las condiciones de vida y que hará que surjan los dirigentes que en el futuro representarán a nuestro pueblo. Les pido que la inspiración nos encuentres trabajando, porque nada sucederá porque si”, subrayó.

El diputado nacional evaluó que “otro tiempo está comenzando” y afirmó que el país debe volver a crecer”, pero advirtió que “sobre el pueblo hay un yunque que no solicitó”, al referirse a la deuda que dejó Macri.
“La pandemia nos ha quitado mucho, no caigamos en eso, ganemos tiempo con nuestro pueblo. Sacar chapa de gatito y maleva por no abrir hospitales no debería ser lo que el pueblo quiera para sí mismo”, apuntó en referencia a la gestión que María Eugenia Vidal cumplió como gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
Kirchner reconoció que en los meses de pandemia “parecía que la gente estaba en la cima del agobio, pero poco a poco se fueron consiguiendo las vacunas, fundamentales y centrales para estar reunidos hoy acá, o para que muchos argentinos vuelvan a los estadios a alentar a su equipo”.
Además, recordó los vencimientos de 2022 por el endeudamiento con el FMI contraído por Macri y explicó que “18 mil millones de dólares que son menos plata que el Estado argentino tiene para invertir en salud en las provincias y en los pueblos”.
“Sacar chapa de gatito y maleva por no abrir hospitales no debería ser lo que el pueblo quiera para sí mismo”.
“Les pido por favor que usemos la palabra invertir. Es una vergüenza que en pleno siglo XXI hablemos de gasto público cuando invertimos en salud. ¿No hemos aprendido en esta pandemia? ¿Qué más le hace falta a los economistas para entender que un pueblo debe prepararse siempre para poder salir adelante y resistir en ese momento, que los Excel y las políticas liberales nunca imaginan?”, cuestionó.
El jefe de la bancada oficialista en Diputados recordó la pandemia de la Gripe A, ocurrida en 2009, cuando el peronismo perdió las elecciones de medio término en la provincia de Buenos Aires con Néstor Kirchner como candidato, y advirtió que “ahora existe la posibilidad de revertir el resultado” adverso que el oficialismo cosechó en las PASO.
“En 2009 tuvimos una pandemia menor que está. También tuvimos un colorado del otro lado (Francisco de Narváez). Hoy tenemos algo que no teníamos en ese momento, las PASO. Podemos revertir lo que no pudo Néstor. Pero eso no va a pasar porque yo le diga acá arriba, sino porque ustedes lo van a militar barrio por barrio”, destacó.
Máximo Kirchner sostuvo que “no es una casualidad” que en la Ciudad de Buenos Aires se hayan votado jefes de Gobierno “con una mirada de unas pocas manzanas donde viven y trabajan para someter al pueblo argentino a una lógica de un sistema financiero”.
“¿Ustedes quieren como presidente a otro jefe de gobierno porteño que no entiende lo que le pasa a su país? ¿Quieren que vuelva Mauricio Macri, María Eugenia Vidal? ¿Quieren los tarifazos? Entonces dejemos todo y pongamos lo mejor de nosotros para poner a la Argentina de pie. A trabajar, a marchar y a construir una victoria”, exhortó.
A continuación, el discurso completo de Máximo Kirchner en Ensenada:
“Uno veía recién las imágenes del video y ha habido para nuestro pueblo, para nuestra gente, en estos últimos 6 años, mucho sufrimiento. Mucho dolor, mucha tristeza, mucha injusticia. Muchas y muchos que se ha llevado esta pandemia. Seis años que nadie imaginaba allí por el 2015. Las ideas económicas que expresan y expresaron también como Gobierno, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, el intendente Garro de la ciudad de La Plata y tantos y tantas otras que fueron incapaces, como también lo fue gran parte del radicalismo, de levantar la voz durante el gobierno de Macri cuando arremetían con tarifazos y con la caída del poder adquisitivo del pueblo trabajador. Fue una coalición que gobernó la Argentina y no supo resolver en el seno de ella misma la discusión que hay que dar para qué lado debe ir la Argentina para que su pueblo, día tras día, pueda lograr mejores condiciones de vida.
“Les pido por favor que usemos la palabra invertir. Es una vergüenza que en pleno siglo XXI hablemos de gasto público cuando invertimos en salud”.
“No existen los milagros ni habrá un momento que dure un segundo y cambie definitivamente las cosas. Los milagros se construyen. La militancia se organiza, trabaja, avanza, articula y cuando más participa, cuando más se involucra con el destino de su barrio, de su escuela, de su universidad o su fábrica, más posibilidades habrá, no solo de mejorar las condiciones de vida sino también que surjan las compañeras y compañeros dirigentes que deberán representar en el futuro a nuestra sociedad y a nuestro pueblo.
“Que la inspiración nos encuentre trabajando, que la inspiración nos encuentre militando. Nada sucederá porque sí.
“Hace cuatro años decía Mario… ¡qué intendente! Uno venía por acá… más que ¡qué intendente! ¡que militante! porque uno venía por acá y más allá de nosotras y nosotros que estamos reunidos en esta hermosa asamblea del pueblo popular ciudadana, veía también cómo los vecinos y vecinas de Ensenada disfrutan el trabajo de un militante que su pueblo convirtió en intendente. Qué mayor orgullo para quien cree en cambiar la realidad de su barrio, de su ciudad, de su provincia y de su nación, que la sociedad te elija para llevar adelante esa responsabilidad. Y cuando la sociedad te elige para llevar adelante esa responsabilidad no hay lugar para aflojar ni para la tristeza ni para la melancolía.

“Me acuerdo, allá por el 2010, luego de la primera intervención que le hicieran al ex Presidente. Trabajar, trabajar, trabajar y trabajar. Nunca, nunca lo vi victimizarse ante ninguna situación. Y siempre, cuando sintió que con sus fuerzas no bastaba, recurrió a su pueblo y recurrió a la militancia para poder sacar adelante a la Argentina. Porque es allí siempre donde se encuentra el corazón del futuro. Es allí donde hay más información del futuro.
“Pero les decía en un comienzo que fueron años complejos y que ha habido hace poco una elección donde las urnas, como alguna otra vez, nos demostró que tenemos que ser mejores. Nos demostró que debemos redoblar el esfuerzo. Que no sólo alcanzó con el esfuerzo durante la pandemia para cuidar a nuestra gente porque aparte esta pandemia no nos encontró en la Argentina que nosotros habíamos dejado el 9 de diciembre de 2015. Nos encontró muchísimo más abajo. Nos encontró con un Gobierno, el de Mauricio Macri, Vidal, Santilli, Garro y tantos otros y otras que habían fundido a la Argentina. Que se habían endeudado hasta acá. Que habían dejado sin crédito al país donde poder apalancarse para poder afrontar tamaña y semejante enfermedad que se dio a lo largo y ancho del mundo. Sin embargo, el Presidente, el gobernador, compañeros y compañeras que estaban a cargo de diferentes áreas, salieron a dar la cara, a trabajar y a pensar que con ese país diezmado que recibimos el 2019 de Mauricio Macri, como hacíamos para salir adelante. Hubo que construir hospitales modulares y otros terminarlos porque la gobernadora no quería terminar los hospitales. Más aún, puede ser que a veces por alguna crisis no te alcance para terminar la obra pero sacar chapa de tauro y de maleva no cerrando hospitales no debería ser lo mejor, ni debería ser lo que el pueblo pretende para sí mismo. Fíjense, yo sé que ustedes lo saben, nosotros que ustedes lo saben el esfuerzo que se ha hecho. También sabemos todo el dolor que ha causado esta enfermedad. El dolor de los que ya no están que cualquiera de los que estamos aquí hemos perdido una amiga, un amigo o alguien que conocíamos, un familiar por esta enfermedad. Que los proyectos de vida que tenía cada argentino y cada Argentina, el día que comenzó esta pandemia se vieron demorados, trastocados. Que parece que se nos viniera todo encima y el agobio, el agobio. Pero poco a poco se fueron consiguiendo las vacunas. Fundamentales y centrales, por ejemplo, para poder estar aquí reunidos hoy o para que este fin de semana muchas argentinas y argentinos puedan volver a un estadio de fútbol a alentar a su equipo. O las pibas y los pibes que están volviendo a la escuela y también que pueden volver a bailar. Imagínense tener, 16, 17 y 18 años y no poder ir a la escuela, no poder ver a tus amigas, a tus amigos, ir al club… tener que irte de tu casa a comer a un comedor porque la pandemia dejó a tus viejos sin trabajo también. Yo le agradezco infinitamente a cada argentina y a cada argentino que en un comedor trabajó incansablemente para que en su barrio no faltara un plato de comida. Pertenezca a la organización política que pertenezca, izquierda o derecha, eterno agradecimiento porque hubo muchos que abonaron que esto iba a explotar por los aires y si no explotó es porque nuestro pueblo no es tonto, es sabio y maduro y sabe salvarse a sí mismo.
“No hay lugar para la tristeza y la melancolía”.
“Pero está comenzando otro tiempo. Está comenzando otro tiempo, el tiempo en que nosotras y nosotros queremos: el tiempo de que los pibes y las pibas vuelvan a comer en su casa con su familia. Que vuelvan a la escuela con sus maestros y sus maestros, que vuelvan al club con sus amiguitos y sus amigas. Que podamos volver a encontrarnos para construir. Miren: cuando comenzó la pandemia uno podía escuchar cómo se habían fascinado con la virtualidad. Todo se resolvía con un zoom. Algunos hasta soñaban con que ya no habría que construir escuelas porque todo se podía hacer con clases virtuales. Miren cómo terminó todo. ¿Saben por qué? Son muy entretenidas las redes sociales y los teléfonos que aquí veo pero son virtuales y hemos descubierto que ese encandilamiento y fascinación que muchas veces hay con la virtualidad, tiene un límite. Y ese límite lo demostró esta pandemia. No hay nada mejor que las verdaderas redes sociales que son las redes humanas y los tejidos sociales que debemos volver a reconstruir en nuestra Argentina. Es verse, es tocarse, debatir, pelearnos, amigarnos, amarnos, separarnos y volver a amarnos. De eso se trata. Se trata de volver a vernos y cruzarnos en las calles sin tener miedo a contagiar o hacerle daño o mal a alguien.
“Hay varios desafíos por delante. Nuestro país debe volver a crecer pero pesa sobre él un pesado yunque que el pueblo no solicitó, que hubo un presidente que sí firmó y se llama Mauricio Macri. El endeudamiento… (silbidos). No, no, ya no vale la pena… no perdamos tiempo con ellos, la pandemia ya nos hizo perder mucho tiempo. Empecemos a ganar tiempo y a construir tiempo para nuestro pueblo. No caigamos en eso que muchas veces nos quieren provocar estigmatizando. Porque ustedes saben que cuando ellos insultan al pueblo se lo festejan, pero cuando el pueblo levanta la voz lo estigmatizan. Y ustedes son muy conscientes de eso. Hay, por ejemplo, y muchos me dicen: “pero no vale la pena decirlo, porque la gente no entiende…” Bueno ¿qué estamos haciendo acá entonces si la gente no entiende? Para mí, el pueblo entiende. El ciudadano y la ciudadana sabe y cuando no sabe tiene la humildad de querer aprender, escuchar y discutir y debatir y saber cómo se construye su destino. Porque parece que el pensamiento o la capacidad de pensar sólo fuera destinados para los que la vida le ha dado más y no para aquellos que tienen menos y la yugan todos los días. Entonces ustedes tienen que saber y contar en sus ámbitos de trabajo, de militancia, en su barrio a sus amigas y amigos que, por ejemplo Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Diego santilli el intendente Garro y tantos otros y otras como les digo, dejaron, por ejemplo, para el año que viene una cota de la deuda que hay con el Fondo Monetario de 18.000 millones de dólares. Para que ustedes entiendan y se lo voy a volver a repetir 18.000 millones de dólares de un préstamos que ninguna Argentina y ningún argentino vio materializarse en su barrio, en su escuela, en su Universidad o en su trabajo. Por el contrario mientras le metían tarifazo y tarifazo a la luz y el gas diciéndonos que era porque tenían que ahorrar en subsidios también pedían plata que no sabemos a dónde fue a parar. Porque no hubo un camino más, porque no capitalizaron el Estado con ese préstamo, porque no le sirvió ni a las pymes ni a nadie. Se esfumó y hace mucho tiempo que venimos, aún en la diferencia, pidiendo la colaboración de esa oposición. Que nos diga, que nos plantee, que dé la cara y que nos diga qué vamos a hacer con el Fondo Monetario internacional porque esos 18.000 millones de dólares que se deben, solo en el 2022 por qué en el 2023 hay 19.000 millones de dólares… Son menos plata que el Estado argentino, que la provincia de Buenos Aires y las provincias argentinas y sus pueblos podrán invertir en salud para su pueblo. Porque… y escuchen: usemos la palabra invertir. Es una vergüenza que aún en pleno siglo 21 cuando hablamos de invertir en salud, algunos pongan “gasto público”. ¿Cómo va a ser gasto público invertir en salud? ¿No hemos aprendido en esta pandemia? ¿Qué más les hace falta a los economistas para entender que un pueblo debe prepararse siempre para poder salir adelante a resistir en esos momentos que los Excel y las políticas liberales nunca imaginan?. Las sensaciones que me cruzan hoy son muchas: volver a vernos, a mí me causa mucha emoción. Sé que la derrota ha dolido. Sé también lo que es perder porque hemos sabido perder y también sabido ganar. Allá en el 2009, cuando le tocó perder a un ex Presidente que, por ejemplo, en vez de pedirle plata al Fondo Monetario Internacional había cancelado la deuda que él no había generado. Sin embargo, dos años después, y miren a veces las cosas que pasan en nuestro país: alguien que cantaba “la vecinita tiene antojo” le ganaba la elección. Hoy aquel cantor, gracias a Dios, también está invirtiendo en Argentina. Y a nosotros nos alegra que los adversarios o los viejos adversarios también inviertan en nuestro país porque eso termina creando más trabajo y más oportunidades para los argentinos y para las argentinas. Pero también en ese 2009 tuvimos una pandemia, menor que la de estas características y también tuvimos un colorado del otro lado. Lo que no tuvimos eran las PASO hoy tenemos las PASO para revertir aquella oportunidad que Néstor no pudo revertir en el 2009. Y no va a pasar porque yo lo diga acá arriba. Va a pasar porque ustedes van a militar y trabajar barrio por barrio porque son conscientes. Porque son conscientes y nuestro pueblo también, que aquella ventajita que tenían en el 2015 cuando le proponían gobernar a la Argentina y hacer mejor lo que nosotros no habíamos hecho tan bien y lo que habíamos hecho tan bien, hacerlo mucho mejor… ya no existe. Gobernaron cuatro años: 44.000 millones de dólares de deuda con el Fondo Monetario internacional, hospitales cerrados, universidades que se negaron a terminar y abrir e inaugura, desocupación, aumento de la inseguridad, pérdida del poder adquisitivo del salario y cuando no también la pérdida del trabajo. Ya nadie les cree porque aparte ustedes tienen que entender que esto es una trilogía. Es la trilogía de los jefes de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que poco conocen nuestro país, que nada comprenden de sus enormes asimetrías culturales, sociales y económicas que van, no sólo del conurbano de la provincia de Buenos Aires sino de punta a punta y a lo largo y ancho de nuestra patria. No es casualidad que, desde la vuelta a la democracia, la ciudad de Buenos Aires haya votado tres o cuatro jefes de gobierno y dos hayan llegado a Presidente. Allí hay 40 manzanas de poder que viven y trabajan siempre para someter al pueblo argentino a una logia que le es ajena. Que es un sistema financiero que se reproduce a sí mismo y que nada tiene que ver con el interior de nuestra patria que necesita producir para crecer y que tampoco, ese interior pujante, pudo aprovechar la deuda que tomó Mauricio Macri.
“Pero yo les quiero hacer dos o tres preguntas antes de terminar y que ustedes me contesten. Quiero preguntar: ustedes quieren realmente que, luego de De La Rúa, y ustedes saben todo el desastre que hizo De la Rúa en el país, la desocupación, la pobreza y la muerte… Del desastre que hizo otro jefe de Gobierno como Mauricio Macri… yo les quiero preguntar si ustedes realmente quieren como presidente en Argentina otro Jefe de Gobierno porteño o quieren un Presidente que entienda lo que le pasa a su país. Les quiero preguntar también si quieren que vuelva Mauricio Macri (nooooooo). No los escucho. (Nooooo). ¿Quieren que vuelva María Eugenia Vidal aunque se haya mudado? (Noooooo). ¿Quieren que vuelvan los tarifazos? (Nooooo). ¿Quieren que vuelva el trabajo? (Síiii). ¿Quieren seguir pagando tarifas dignas? (Síiiii). ¿Quieren que dejemos todo para construir una Argentina mejor? (Síiiii). Pues bien, de pie, a caminar, a marchar, casa a casa, barrio a barrio, ciudad por ciudad a construir una victoria. Muchas gracias compañeros y compañeras. Como siempre: a vuestras órdenes. Los quiero, los extrañé y es hasta el final. Muchísimas gracias”.