El atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner abrió un debate acerca del límite que deben tener los discursos de odio que producen ciertos medios de comunicación y un sector de la oposición, y de las consecuencias que esas manifestaciones producen en la sociedad.
El debate –que ya generó el rechazó del PRO– busca poner de manifiesto que el intento de magnicidio no fue un hecho fortuito, sino que es producto de la construcción de un clima social que resultó funcionar como caldo de cultivo habilitante para el atentado.
A raíz de esto es que desde el bloque del Frente de Todos (FdT) de la Cámara de Diputados de la Nación se comenzó a trabajar en iniciativas que puedan generar algún tipo de marco normativo para abordar una problemática que tiene vastos antecedentes en todo el mundo.
En diálogo con Contraeditorial, la diputada nacional Florencia Lampreabe resaltó la necesidad de “dejar de lado la especulación política y trabajar transversalmente para que lo que se debata sean ideas y no esta forma de violencia que supone la eliminación de otros y de otras”.
Desde el bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados se comenzó a trabajar en iniciativas que puedan generar algún tipo de marco normativo que aborde la problemática de los discursos de odio.
Discursos de odio
En relación a los discursos de odio, la diputada Lampreabe sostuvo que hablar de estas manifestaciones y definirlas “tiene una complejidad y cierto cientificismo”, al tiempo que marcó que es un “debate actual en el mundo”. “Algo característico es que incita a la marginación o propone la intolerancia a otro. Si bien no todo es discurso de odio, hay formas de discursos intolerantes hacia un otro u otra”, subrayó la legisladora.

Con respecto a la iniciativa que se está trabajando, la integrante de la comisión de Comunicaciones e Informática de la cámara baja detalló que todavía no hay un texto armado pero que “corresponde que como sociedad se dé un debate sobre los límites de los discursos de odio que nada tienen que ver con limitar la libertad de expresión”.
Lampreabe pidió debatir ideas “y no esta forma de violencia que supone la eliminación de otros”.
Aunque todavía no haya ninguna iniciativa presentada, la oposición ya expresó su rotundo rechazo. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, manifestó que el kirchnerismo busca una “ley mordaza”, y del mismo modo se manifestaron los diputados Cristian Ritondo y Martín Tetaz.
“Lamentablemente se oponen porque este tipo de discursos constituyen algún denominador común en la coalición de Cambiemos y más a la derecha inclusive. Se pueden ver en sus movilizaciones, donde hay un eje ordenador que es el anticristinismo y el antikirchnerismo”, sentenció Lampreabe. “Entonces –agregó–, esto se articula en la base de discursos que se generan en los grandes medios de comunicación que también tienen un pie en la persecución judicial y en las redes sociales a través de las fábricas de trolls”.
La diputada también subrayó que “aparece Cristina como el eje de todos los males” y que eso va incitando una violencia política que días atrás tuvo como corolario el intento de asesinato a la vicepresidenta.
Ley o DNU
Si bien la correlación de fuerzas en el Congreso de la Nación parece ser algo difícil de cambiar en estos tiempos, y el rechazo opositor avecina un debate que posiblemente no logre trascender las comisiones para llegar a recinto, Lampreabe se mostró optimista ante un trabajo conjunto con otras fuerzas políticas. “Esto no debería ser una cuestión solo del oficialismo, porque se trata de cimentar las bases para toda la convivencia democrática”, remarcó.
Tampoco descartó que se pueda impulsar algún tipo medida a través de un DNU, al afirmar que “hay que trabajar articuladamente” entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, no solo respecto de una normativa que limite discursos violentos sino también en relación a recuperar el pleno funcionamiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Lampreabe se mostró optimista ante un trabajo junto a otras fuerzas. “Esto no debería ser una cuestión solo del oficialismo, porque se trata de cimentar las bases para la convivencia democrática”, remarcó.
Ley de Medios
Durante la gestión de Mauricio Macri se le hicieron una serie de modificaciones –a través de diversos decretos– a la ley 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual, que tuvieron dos objetivos: barrer con todo el articulado antimonopólico y desarmar el andamiaje institucional participativo.

“Hay que retomar el espíritu de la Ley de Medios, y actualizarla en relación a lo que son los debates del momento, como la hegemonía de los entornos digitales”, sostuvo Lampreabe, para quien “todavía está muy lesionada la ley por algunos decretos de Macri que siguen vigentes”. Desde su perspectiva, corresponde “repensar todo el entramado en torno a las comunicaciones y avanzar hacia otro tipo de ámbitos que hoy tienen mayor hegemonía en la circulación, como es el espacio público digital, donde también se articulan y se foguean muchos de estos discursos.
En este sentido, la militante de la Cámpora analizó que si bien la Ley de Medios no regula contenido es necesario recuperar lo que tiene como espíritu: poder garantizar la pluralidad de voces y que no haya sectores concentrados hegemónicos que impongan un discurso único. “Hay medios concentrados que además tienen una total irresponsabilidad en la manera que tratan los temas. Hemos naturalizado escuchar discursos de odio, discursos negacionistas, como la señal que marcó que el intento de homicidio a Cristina Fernández ni siquiera había ocurrido, cuando la justicia ya corroboró que era un arma de verdad”, indicó Lampreabe. Y advirtió: “De esta forma se promueven teorías conspirativas que forman parte de estrategias. Entonces, tiene que haber un límite. Necesitamos tener un criterio mínimo de veracidad sobre lo que es información y un límite a los discursos odiantes que no tienen una base informativa ni argumental”.
Pauta oficial
Otra iniciativa que también ganó impulso estos días es la de regular cómo se distribuye la pauta oficial. Desde el bloque oficialista deslizaron la posibilidad de elaborar algún proyecto de ley que contemple no otorgar estos recursos públicos a medios de comunicación que propaguen discursos violentos. En este sentido, la diputada del FdT sostuvo que “el Estado debería reorientar sus propagandas, poner límite a esos espacios donde se discute con estas características. Es necesario que haya criterios de pauta que no tengan que ver solo con las audiencias, que es un criterio importante, pero se deben tener en cuenta el cumplimiento de otras cuestiones que hacen a los derechos humanos, a los derechos a la comunicación, a la perspectiva de género, y también considerar un límite a estos discursos de odio que no tienen que ver con la libertad de expresión”.
Otra iniciativa que ganó impulso es la de regular cómo se distribuye la pauta oficial. El oficialismo deslizó la posibilidad de algún proyecto que contemple no otorgarla a medios que propaguen discursos violentos.
Finalmente, aseguró que encontrar el freno a los discursos violentos no es tarea de un solo espacio político. “Es entre todos y todas que tenemos que construir cuál es el límite, qué discursos son tolerables o no en una sociedad y en los medios de comunicación, entendiendo que son un poder muy importante. Y esta discusión también se debe dar en los diferentes sectores políticos”.
Otras voces
El presidente de la comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara de Diputados, Pablo Carro, también se manifestó en favor de repensar la distribución de la pauta oficial, al señalar que se necesita una ley al respecto “sin ninguna duda”, y que no tenga como único criterio la distribución por audiencia.
En declaraciones a la AM530, Carro expuso la complejidad de legislar acerca de los discursos de odio y se mostró menos optimista en cuanto a un posible proyecto que pueda definir qué son estos discursos sin afectar la libertad de expresión. “Quién define que es un discurso de odio y qué no: ese es el punto en que nosotros estamos atrapados”, sostuvo.
“El discurso de odio es aquel que intenta deshumanizar al otro de tal forma que luego le pueda pasar algo”, indicó Carro, a la vez que dudó sobre cuál sería el organismo que iría a quitarle la pauta a un medio o ponerle una sanción.
El presidente de la comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara de Diputados, Pablo Carro, también se manifestó en favor de repensar los criterios con los que se distribuye la pauta oficial.
Otra legisladora del FdT que se refirió al tema de los discursos violentos fue Mara Brawer, quien cuestionó a la oposición al señalar que “se opone a algo que no conoce todavía, lo que habla de una oposición irracional”.
En declaraciones radiales, la diputada por la ciudad de Buenos Aires también habló respecto a un posible proyecto de pauta oficial, al recordar que la exdiputada y actual vocera presidencial, Gabriela Cerrutti, impulsó varias iniciativas en el Congreso en ese sentido, pero que no tuvieron avances porque “tocan intereses”.
“Hoy no tenemos el número en Diputados, pero también es importante intentarlo. Las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo nos enseñaron que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Y luchar forma parte de la militancia, forma parte de lo que incide y educa al pueblo. Que los representantes del pueblo luchen por proyectos también es bueno para la sociedad”, sentenció Brawer.