La noticia se conoció la noche del jueves caía sobre Buenos Aires. El Frente de Todos pidió una sesión especial a Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, para debatir el próximo martes el proyecto de Ley de Aporte Solidario Extraordinario de las Grandes Fortunas. La intención es recaudar cerca de 307.000 millones de pesos y destinarlos “a comprar equipamiento de salud para atender la pandemia, apoyar a las PyMEs con subsidios y créditos, urbanizar los barrios populares con obras que empleen a las/os vecinas/os de cada barrio, hacer obras y equipar a YPF para producir y envasar Gas Natural, y financiar un relanzamiento del plan PROGRESAR para que las/os jóvenes puedan seguir estudiando”.
La historia de esta iniciativa viene de lejos. En abril, a un mes del estallido de la pandemia del Covid-19 en la Argentina, y la consecuente cuarentena decretada por el gobierno nacional, los diputados Carlos Heller y Máximo Kirchner anunciaron que presentarían un proyecto para recaudar un fondo que colaborase a cubrir parte de que el Estado destinó a paliar los efectos de la pandemia.
El objetivo de este impuesto único a las grandes fortunas es recaudar cerca de 307.000 millones de pesos.
La sola mención de la iniciativa generó una inusitada polémica en amplios sectores de la oposición, incluso entre a quienes la medida no tocaba, que no dudaron en utilizarlo como caballito de batalla para atacar al oficialismo.
Tanto fue así, tantas presiones y lobbies surgieron luego de conocerse el mero enunciado de la idea, que el tratamiento del proyecto sufrió postergaciones y la propia letra del trabajo fue pasible de modificaciones hasta que, por fin, el pasado 25 de septiembre obtuvo dictamen de comisión.
Casi dos meses después – el próximo martes – finalmente será tratado en la Cámara de Diputados, tras haber concluido las conversaciones con los gobernadores sobre el nuevo pacto fiscal y la reforma tributaria, proyectos que el Ejecutivo enviará al Congreso.
La aprobación requiere de una mayoría especial de 129 votos positivos (la mitad más uno del total de la cámara) y se especula que el Frente de Todos junto con sus aliados podrá llegar a esa cifra, con la sola oposición del bloque de Juntos por el Cambio. Luego, la iniciativa será girada al Senado.
El gravamen, tan cuestionado por la oposición, sólo alcanzará al 1% más rico del total de contribuyentes.
Si no sufre modificaciones, el Aporte Solidario, que será extraordinario y por única vez, alcanzará a las 9.300 personas físicas que mayor patrimonio poseen en la Argentina: es el 1% más rico del total de contribuyentes, determinado en base a la declaración personal del impuesto a los Bienes Personales. El aporte será una alícuota del 2%, que incrementa a medida que el patrimonio es mayor (por los bienes que las personas alcanzadas tienen en el exterior, las alícuotas son un 50% mayores).
Para determinar el cupo del sector al que le corresponde realizar el aporte extraordinario, se estableció que incluirá a quienes cuenten con fortunas superiores a los 200 millones de pesos declarados. A su vez, el estimado de la recaudación final es de 307 mil millones de pesos, un equivalente al 1% del Producto Interno Bruto.
Lo recaudado cubriría “el 34% del gasto imprevisto que tuvo que efectuar el Estado Nacional” para enfrentar la pandemia.
El proyecto, en sus consideraciones generales, advierte que “entre 2015 y 2019, los ingresos tributarios y de la seguridad social de la Nación disminuyeron 3,1 puntos porcentuales del PIB, centralmente como consecuencia de la decisión deliberada de reducir los gravámenes sobre sectores de elevada capacidad contributiva”. También informa que “las naciones que poseen economías más grandes están volcando grandes cantidades de recursos en la economía y la salud para enfrentar los efectos de la pandemia. Estados Unidos implementó un paquete fiscal de unos 3 billones de dólares, lo que representa un 14% de su PIB”.
Los legisladores autores del proyecto calcularon que promediarán $870.000 millones los gastos propios de las políticas implementadas por la pandemia: el IFE, el ATP, bonos a jubilados y pensionados, el refuerzo del plan alimentario, la construcción de los hospitales modulares y otros refuerzos en el equipamiento sanitario, la asistencia financiera a provincias y organismos. Estiman, en consecuencia, que la recaudación que se espera por el Aporte cubrirá “el 34% de ese gasto imprevisto que tuvo que efectuar el Estado Nacional”. Aclara además que, como la pandemia persiste, “muy probablemente el Estado tenga necesidad de mayores recursos para seguir avanzando en las bases de la recuperación”.
El Frente de Todos recordó que “en Alemania, España, Reino Unido, Suiza, Italia y Rusia se evalúan iniciativas similares”.