Este martes 18 de enero la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia decidió anular la fusión entre Disney y Fox. Por su parte, la Secretaría de Comercio Interior publicó una resolución en la que obliga al primero a concretar un proceso de desinversión que implique la cesión de derechos de transmisión de eventos deportivos y la venta a terceros de algunas de las señales que tiene en su poder. Dos impresiones iniciales se desprenden de ambas decisiones. Por un lado, una suerte de sendero que recupera el espíritu democratizador de las políticas comunicacionales que se implementaron a partir del programa Fútbol Para Todos y la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, donde puede inscribirse el Decreto 690/2020 y la reposición de partidos de la Liga Profesional de Fútbol por la Televisión Pública. Y, por otro lado, un contraste aun más contundente con la gestión de Cambiemos que no solo no se había pronunciado sobre un proceso de compra que se había dado durante su gobierno (ocurrió en marzo de 2019), sino que además autorizó una fusión aun más escandalosa como la de Clarín-Telecom.
Luego de la compra de Fox, Disney se quedó con el 64% del share correspondiente a 7 de las 9 señales deportivas básicas.
La resolución de la Secretaría de Comercio Interior recupera, además, una línea de política pública que estaba expresada de forma clara en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y que fue detenida por la gestión de Cambiemos: la necesaria desconcentración del panorama mediático nacional. No hay posibilidades de garantizar un pleno derecho comunicacional de nuestra población si no se avanza en un férreo proceso de desconcentración que garantice una plena competencia de todos actores comunicacionales: públicos, privados y sin fin de lucro. La desinversión a la que obliga la Secretaría de Comercio Interior avanza específicamente en ese plano: luego de la compra de Fox, Disney se quedó con el 64% del share correspondiente a 7 de las 9 señales deportivas básicas (ESPN y FOX junto a sus derivados). Las otras dos son TyC y DeporTV.
Se recupera el espíritu democratizador de las políticas comunicacionales que se implementaron a partir del programa Fútbol Para Todos y la Ley de Medios.
En términos específicos, la Secretaría de Comercio Interior le impone a Disney transferir derechos de Copa Libertadores y Champions League y otras competiciones (F1 por ejemplo). Y que hasta tanto los transfiera, deberá transmitirlos de manera gratuita y abierta. Además, deberá transmitir de forma gratuita y abierta dos partidos de la Liga Profesional, y que uno de ellos sea Boca o River. En este sentido, la resolución propone dos tiempos para la desinversión/desconcentración. En principio, empezar con la urgente cesión de derechos de transmisión de varios eventos que hoy Disney emite con lógica monopólica: Tenis ATP, Fórmula 1, Rugby, Fútbol local e internacional, entre otros. Y un segundo momento para el cual establece un plazo de 12 meses con posibilidades de prórroga por otros 6 para que Disney se desprenda de señales que ejerce también de manera monopólica en la grilla televisiva.
La resolución de la Secretaría de Comercio Interior recupera la necesaria desconcentración del panorama mediático nacional.
En línea con el dictamen, se presentan algunas posibilidades y necesidades que ojalá se concreten en un futuro no muy lejano. Por un lado, el dictamen deja abierta la puerta para que, en lugar de desprenderse de Champions y Copa Libertadores, Disney ceda los derechos de transmisión del fútbol argentino. Esto permitiría eliminar el esquema premium de transmisión del Fútbol Argentino que es prohibitivo y que contrasta con la posibilidad simultánea de acceder a partidos de fútbol internacional con abono básico. Por otro lado, dotar a estas decisiones de un nuevo marco de política comunicacional democratizadora, que incluya decisiones en línea de la Enacom e inclusive la posibilidad de nuevos marcos regulatorios que garanticen un más amplio y equitativo derecho a la comunicación.
*Docente de la Carrera de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires