Durante la semana pasada, los medios concentrados apuntaron a construir un nuevo conflicto entre lo que ellos mismos denominan como “el campo” (exclusivamente la Mesa de Enlace) y el gobierno nacional. El mismo tuvo que ver con la decisión del oficialismo de prorrogar las restricciones a la exportación de carne. A partir de allí, medios hegemónicos pusieron como voz monolítica de la Mesa de Enlace que logró consolidar su rechazo construyendo alrededor de la medida la lectura única de la injusticia. Veamos los principales elementos.
PRÓRROGA OFICIAL A LAS RESTRICCIONES PARA EXPORTAR CARNE Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESCENARIO ECONÓMICO. Durante varios días, sobre todo en las tapas de La Nación y en buena parte de los medios concentrados fueron tema las repercusiones por la prórroga de las restricciones para exportar carne.



Los medios hegemónicos operaron en los siguientes sentidos:
- Que tanto la restricción a la exportación de carne como, por ejemplo, el concurso preventivo de Molinos Cañuelas son las dos caras de la moneda de la crisis que tiene que ver con el sector agropecuario y la industria alimenticia y que es responsabilidad del gobierno actual.
- Que la intervención del Estado en la economía no solo no produce resultados concretos en favor de la población (la reducción del precio de la carne) sino que además provoca la crisis concreta de actores centrales de la economía (Molinos Cañuelas).
- Que hay una crisis socioeconómica indisimulable que contrasta con los números de recuperación económica que el gobierno pretende instalar.
- Omitir que la medida afecta a la exportación de carne, y no a “la carne”.
- Presentar la respuesta corporativa como una reacción del campo en su conjunto.
- Sacar del planteo de la cuestión los motivos y los efectos de la medida en el precio doméstico de la carne.
- Instalar un rechazo furibundo a la intervención del Estado en el mercado agropecuario.
- Partir, como si fuera algo ya establecido, de que la medida es injusta y que supone una traba (“cepo”) al normal funcionamiento del mercado agropecuario.
- Naturalizar que el funcionamiento económico del “campo” no es otro que el de la concentración del sector agropecuario, los negocios de los grandes pooles de siembra y la exportación sin retenciones. Quedan fuera del análisis en esta construcción los pequeños productores, los medianos, feed lots, frigoríficos, etc. Tampoco aparece la relación de esa dinámica con el precio de los alimentos.
- Apurar a la Mesa de Enlace a que convoque al paro demostrando abiertamente la articulación de intereses.