Plaza desbordante, discursos potentes y una exigencia compartida: decirle No al Fondo Monetario Internacional y no pagar con el hambre del pueblo la deuda que robó el macrismo. Crónica de una marcha inolvidable por el Día de la Lealtad, que coincidió con la celebración familiar por el Día de la madre.
En la tarde del domingo 17 de octubre una multitud acompañó la convocatoria que las Madres de Plaza de Mayo habían realizado un mes antes, exactamente el jueves 16 de septiembre, cuando Hebe de Bonafini, al finalizar la marcha 2266 de los jueves, propuso movilizarse a la Plaza de Mayo en “un día muy especial, porque es el Día de la madre y el Día del peronismo”, para “hacer una marcha enorme por el no pago de la deuda externa”.
Tras encabezar una gigantesca columna que partió desde el cruce de la Avenida de Mayo y la 9 de Julio, las Madres, que se transportaron dentro de una camioneta, arribaron a su tradicional sitio en la Plaza de Mayo, donde fue montada una carpa a metros del escenario. En una Plaza colmada, decenas de miles de manifestantes apoyaron el reclamo contra el Fondo Monetario Internacional porque “nosotros no debemos nada”, como señalaba el lema convocante al acto.
“Las primeras en pedir que lo voten vamos a ser nosotras si usted nos acompaña a no pagar la deuda externa porque es un robo de Macri”.
En su discurso de alrededor de quince minutos, y dirigiéndose al presidente Alberto Fernández, Hebe afirmó: “Este acto de hoy, por el Día de la Lealtad y el no pago de la deuda, es el inicio de una lucha hasta conseguirlo, que hoy empezamos”. Y amplió: “Nos da mucha tristeza lo que pasa porque usted siempre se junta con los ricos: IDEA, los grandes empresarios, los Gordos de la CGT, y a nosotros ni nos escucha, ni nos mira. Espero que este discurso sí le llegue”.
Inmediatamente, la presidenta de las Madres añadió que “todos los que estamos acá somos parte del pueblo que lo votó y que lo va a seguir votando si se comporta como debe. Y las primeras en pedir que lo voten vamos a ser nosotras si usted nos acompaña a no pagar la deuda externa porque es un robo de Macri, del que no nos podemos hacer cargo, es imposible”.
Al comienzo, Hebe dijo que “las Madres estamos muy felices de haber tirado esta idea y que tantos compañeros, sobre todo de los sindicatos, la hayan tomado como propia”, y dedicó sus primeros minutos a hablar de “esa juventud maravillosa que fueron nuestros hijos y de las Madres increíbles, con Azucena a la cabeza, la más peronista de todos”.

Además, agradeció a “Néstor por habernos declarado a nosotras como su Madre y a nuestros hijos, como sus compañeros”, al tiempo que destacó los 12 años y medios de gobiernos kirchneristas “que nos dieron tanto y nosotros no supimos conservar lo que nos habían enseñado, porque creímos, confundidos, que una vez que se consigue algo uno puede quedarse sentado en el sillón”.
“¡No, compañeros: la lucha política en cualquier país de Latinoamérica es todos los días, todas las horas y todos los minutos!”, se respondió.
Asimismo, Hebe marcó que “ganamos con una coalición, en la que algunos no nos gustan. Pero si ellos no hubieran estado no habríamos ganado. Y ahí está la cuestión”.
Antes de finalizar, insistió en la necesidad de desconocer el proceso de endeudamiento con el FMI porque “un pueblo inteligente, luchador y de la calle como el nuestro, no se puede hacer cargo de pagar un robo. Él (Macri) robó lo que le dieron los yanquis y lo sacó del país, y acá quedó la pobreza”.
“El dinero que le dieron a Macri se lo deben cobrar a él, porque aquí, en nuestra Patria, no quedó un solo dólar”.
El reclamo no es nuevo. Sobre la monumental deuda contraída con el FMI por la gestión Cambiemos, Hebe pidió en reiteradas oportunidades su absoluto desconocimiento. “El dinero que le dieron a Macri se lo deben cobrar a él, porque aquí, en nuestra Patria, no quedó un solo dólar. Investiguen qué se hizo con ese dinero. A nosotros no nos quedó nada. Sólo el hambre y la desesperación”, escribió en una carta pública dirigida a la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, en octubre de 2020.
Acompañamientos
La histórica movilización por el Día de la Lealtad coincidió con la tradición familiar que designa al tercer domingo de octubre como el Día de la Madre, circunstancia que le dio un marco especial a la marcha. Además de las nutridas columnas de las organizaciones políticas, sindicales y sindicales que dieron calor y color a la jornada, se vieron miles de manifestantes sueltos, sin pertenencia orgánica, que se sintieron convocados por las Madres en una fecha por demás simbólica, tanto para las luchas populares argentinas como para los rituales familiares.

Después de Hebe, hubo un saludo el ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou y comenzaron los discursos programados: Ana Nuciari, secretaria de la FETRAES (Federación de Trabajadores de la Economía Social) y presidenta de cooperativa La Pascana, un tradicional restaurante de Palermo recuperado por sus trabajadores; Heber Ríos, secretario general de la seccional General Rodríguez del sindicato ATILRA; el diputado nacional Walter Correa, titular de Sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina; Daniel “El Tano” Catalano, secretario general de ATE-Capital y máximo referente de la lista Verde y Blanca de ese sindicato.
El cierre estuvo a cargo del secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, que habló tras un saludo que dirigió a una Plaza absolutamente colmada el intendente de Ensenada, Mario Secco.
Por la carpa que cobijó a las Madres durante las casi tres horas que duró la movilización, pasaron múltiples dirigentes políticos. Entre ellos, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; los candidatos a diputados nacionales por el mismo distrito, Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán; el ministro de desarrollo de la comunidad bonaerense Andrés “el Cuervo” Larroque; el dirigente social Luis D’ Elía; el titular de la Bancaria y también candidato a diputado nacional Sergio Palazzo, y el secretario general del sindicato de trabajadores del Subte, Beto Pianelli, entre otros referentes políticos, sindicales, sociales y culturales.