jueves, marzo 30, 2023
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial

Hacia una refundación del sistema judicial

Por Demetrio Iramain
Tambores de guerra

Nunca podría ser un “ataque al sistema republicano”, como se queja la derecha en sus múltiples tribunas de doctrina, analizar los republicanísimos mecanismos de juicio político a los miembros de la Corte Suprema, o de sanción de una ley que modifique su número de integrantes, o su funcionamiento, o su manejo presupuestario.

Lo que sí constituye un gravísimo ataque al régimen republicano es desconocer la voluntad popular, verdadero corazón del sistema institucional.

Articulos Relacionados

De Walsh a Cristina, una ucronía traumática

De Walsh a Cristina, una ucronía traumática

Cartas de amor por YouTube

El peronismo va a una trampa

El Poder Judicial no es más republicano que los otros. Más bien lo contrario. Democratizarlo es un desafío pendiente de la institucionalidad, que nuestro país arrastra –sólo por poner una marca contemporánea- desde el año 1983, cuando el 90% de los jueces que actuaron durante la dictadura y juraron por los estatutos de la Junta Militar que pusieron entre paréntesis a la carta magna, fueron confirmados para continuar en sus cargos tras el reinicio de la legalidad constitucional.

Los integrantes del Poder Judicial son los únicos que no van a elecciones. Son, a priori, el rezago de los tiempos pre-democráticos.

Las causas armadas contra el kirchnerismo, la persecución de sus líderes, la prisión de varios de ellos, en definitiva, el lawfare no es la única deuda del sistema judicial, sino, apenas, el elemento catalizador que debería acelerar drásticamente su profunda revisión. El Poder Judicial todavía nos debe respuestas por haber permitido el genocidio iniciado  el 24 de marzo de 1976, la impunidad que le siguió hasta entrado el año 2003, las privatizaciones de Menem, la destrucción total del aparato productivo, la extranjerización de la economía, el endeudamiento externo, la frustración del 7-D, la ley de medios sin su efectiva aplicación, entre las más destacadas. 

Por lo demás, ¿quién es más republicano: un juez que mantiene su cargo en un juicio, más allá de lo que ordena la Constitución, o un político que ganó las elecciones?

Los integrantes del Poder Judicial son los únicos que no van a elecciones. Son, a priori, el rezago de los tiempos pre-democráticos.

Los defensores de la República made in Clarín, visitan la Constitución con la bragueta baja. Fundan su argumentación en un menosprecio de la voluntad mayoritaria.

Por eso, la Constitución, que es sabia, advierte esa ilegitimidad de origen que tiene el cargo de juez y la salva a través de la obligatoriedad de que su acceso a la magistratura sea resuelto por el presidente de turno con acuerdo de los senadores, que sí fueron elegidos por el voto popular.

Excepto Bruglia, Bertuzzi y Castelli, claro, quienes, sin embargo, alegaron la “defensa de la República” para resistir con dientes y uñas su ilegal designación. Insólito. 

Los defensores de la República made in Clarín, visitan la Constitución con la bragueta baja. Y fundan toda su argumentación en un menosprecio intolerable de la voluntad mayoritaria. Se olvidan que la República surgió del filo de las guillotinas, no en un acto procedimental.

¿Quién puede negarle al pueblo su soberano derecho a protagonizar una épica política que refunde su sistema judicial, aún dentro de los estrechos márgenes de la democracia republicana, en clave capitalista, o incluso corriéndolos todo lo que fuera necesario para que “la Justicia” –como los jueces se llaman a sí mismos- deje de obturar la democracia real, y contenga al fin una era de extensión de derechos, ejercicio de ciudadanía plena, reparto igualitario de la riqueza, disminución de la brecha en los ingresos, y tantos otros logros que podría alcanzar un gobierno democrático?

¿Dónde existe más República: en el despacho de un juez comprado por las corporaciones, o, como dicen las Madres de Plaza de Mayo, en las calles, las plazas o las asambleas de trabajadores?

No hay democracia republicana sin respeto a la soberanía del pueblo, razón de ser del sistema institucional, y que se expresa mucho más en los resultados electorales que en las opacas reglamentaciones del Poder Judicial. ¿Dónde existe más República: en el despacho de un juez comprado por las corporaciones, o, como dicen las Madres de Plaza de Mayo, en las calles, las plazas, las asambleas de trabajadores al pie de la máquina, donde se concentran los pueblos para saber de qué se trata y construir su destino colectivo?

No debe permitirse que quienes frustran la potencialidad transformadora de la democracia, invoquen en vano “la República”.

No podrá existir verdadera “reforma judicial” si en simultáneo no se reforman los vicios que atan todo el sistema institucional a los caprichos vitalicios y corporativos de los jueces, privilegios que les fueron extendidos a cambio de una única contraprestación: cuidarles los intereses a los potentados económicos.

*Trabajador judicial. Secretario general adjunto de SITRAJU. Director de ¡Ni un paso atrás! (Asociación Madres de Plaza de Mayo)

A un año… balance, por Cristina Fernández de Kirchner

Share this:

  • Facebook
  • Twitter
  • WhatsApp
  • Telegram
Tags: Corte Suprema de JusticiaDemetrio IramaínSistema judicial
Nota Anterior

Legalizar el aborto es justicia social

Siguiente Nota

Los poetas nos siguen golpeando

Recomendados

Psicoanálisis y política: ¿por qué una izquierda lacaniana en América Latina?

Por Equipo organizador de las Jornadas de Izquierdas Lacanianas

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

Por Santiago Fraschina y Lucas Gobbo

El tiempo que pasa, la verdad que huye

El tiempo que pasa, la verdad que huye

Por Ricardo Ragendorfer

“No me quedé jamás en la retaguardia de sus luchas”

Setenta años no es nada

Por Estela Díaz

  • Quiénes somos
  • Contactanos

© 2020 Contraeditorial / Todos los derechos reservados. Registro de la Propiedad Intelectual en trámite. Director: Roberto Caballero. Edición 1071 - 23 de marzo de 2023. Argentina

Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura

© 2023 JNews - Premium WordPress news & magazine theme by Jegtheme.