jueves, marzo 30, 2023
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura
Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
Contraeditorial

Esteban: “Sueño con un gran desfile popular de excombatientes”

Por Eva Moreira
Esteban: “Sueño con un gran desfile popular de excombatientes”
Entrevista con el excombatiente y director del Museo Malvinas e isla del Atlántico Sur, Edgardo Esteban.

Las puertas del Museo de Malvinas e Islas del Atlántico Sur se abren dentro del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, el edificio -que reconstruye los 500 años de historia del archipiélago- se levanta majestuoso en aquel lugar donde las políticas de Memoria, Verdad y Justicia se hacen necesarias y visibles a la vez.

En diálogo con Contraeditorial, el periodista, ex combatiente de Malvinas y director del museo, Edgardo Esteban, a 39 años del conflicto bélico, reflexiona sobre la necesidad de trabajar por instancias más superadoras que logren trascender las diversas miradas que existen entre las fuerzas políticas y entre los excombatientes sobre cómo continuar con el reclamo de soberanía sobre las islas.

Articulos Relacionados

Documento: el informe completo de Cristina sobre la escalada de violencia que padece

Documento: el informe completo de Cristina sobre la escalada de violencia que padece

La fuerza de la esperanza

Confirmado: el 11/03 Luchamos y Vuelve

En una oficina del edificio que resistió al vaciamiento del macrismo, Esteban describe rápidamente los proyectos por delante para seguir fortaleciendo el Museo, a la vez que expone las dificultades de los excombatientes luego de la guerra, y relata su sueño para el año que viene: “Un gran desfile popular, donde nos reciban como no nos recibieron en el 82”.

Deudas con los excombatientes

Con el paso del tiempo la manera en la que “vuelve” Malvinas a los ex Combatientes cambió. Al respecto, Esteban detalla que los primeros años luego del conflicto los soldados que combatieron en las islas quedaron marginados.

“Creo que la sociedad en los primeros años no asumió la derrota. El 14 de julio cuando anunciaron que había acabado el conflicto bélico, la misma sociedad que el 2 de abril aclamaba a Leopoldo Galtieri, el 14 de julio quiso prender fuego la Casa de Gobierno con Galtieri adentro. Y fue lo que presionó a que se vaya, dio paso a la transición para la democracia”, analiza.

Fue en ese contexto que “Malvinas quedó marginada, y en esa marginación quedaron los excombatientes, y estábamos vivos, y teníamos 18, 19 años. Necesitábamos una contención afectiva que no hubo”, asegura.

“Cuando llegue a mi casa había un perro ladrando, una luz blanca y mi mamá. No estaba esa sociedad que me decía que era un héroe y que estaba orgullosa”, describe aquella imagen que le quedó grabada.

Avanza en el tiempo, y llega a los años 90, donde “se vio alguna compensación económica, pero el gobierno quería tener buenas relaciones con el Reino Unido”, lo que tampoco permitió alguna reparación.

“Recién en el 2000 la sociedad empieza a entender y a integrar a los soldados. En ninguna parte un soldado es bien visto por la sociedad. Es un héroe estando en la guerra, pero no estando cerca. Siempre hay cierta resistencia y prejuicio”, se acomoda tras un escritorio moderno que se condice con el museo, y explica que la principal estigmatización tiene que ver con que son “los locos de la guerra”.

Juicios por torturas

Hubo torturas a los soldados durante la guerra por parte de las fuerzas armadas, hablar del tema y buscar la verdad y la justicia es una deuda que avanza lentamente en los tribunales para saldarse.

Entre las torturas citadas en los expedientes se habla de estaqueos y enterramientos bajo temperaturas extremas y suelo congelado durante varias horas, amenazas con arma de fuego y sumersión de la cabeza en agua helada, entre otros tormentos.

Al respecto el excombatiente hace hincapié en que “nadie quiere una venganza, pero hubo gente que se equivocó en Malvinas. Hay demasiada soberbia y ninguna autocrítica. Nadie asume las responsabilidades, ni asumió las responsabilidades”.

En este sentido, manifiesta que la película Iluminados por el Fuego (2005)-basada en su primer libro y de la cual fue guionista- “abrió un debate, que era necesario y no ha cicatrizado”.

“Hay muchos que siguen con esas heridas abiertas, y la mejor forma de cerrarlas es pidiendo justicia. Muchos creen que callando se tapa, pero las cosas se tienen que decir. Ese es el camino”, asegura y subraya que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son un faro “que dice verdad, democracia y soberanía”.

Consultado por la deuda del Estado en abordar cifras exactas de los soldados que se suicidaron luego del conflicto bélico, el periodista indica que “no hay estadísticas. No se ha trabajado en la construcción de un relato concreto. No solamente es el suicidio, sino es el desgaste con el alcohol, con la depresión, o la droga”.

Malvinas hoy

Con respecto a si actualmente la sociedad pudo acercarse a la cuestión Malvinas y a los excombatientes, el director del museo analiza que “Malvinas hoy es transversal”.

“No hay una ciudad que no tenga una plaza, un monolito, una escuela, o un cantante de rock que no recuerde a los caídos. Lo mismo con las canciones de los clubes de fútbol. Es decir, hay identidad y una pertenencia que posibilitó que la sociedad se acercara a los excombatientes”.

A pesar de este acercamiento, hay una estigmatización que recae sobre los soldados, por lo que considera que “lo importante es reflexionar, entender, no solamente recordando a los caídos, que son nuestros héroes que están allá, sino en lo cotidiano mirar a los que fuimos a Malvinas, como parte de una historia, de un colectivo”.

“Siempre sueño con que el año que viene -al cumplirse 40 años- se haga un gran desfile popular, y nos reciban como no nos recibieron en el 82”, se ilusiona y resalta las palabras de la actual vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner “la patria es el otro”.

“En el año 2013, en Puerto Madryn, Cristina dijo un 2 de abril, la Patria es el otro. Y uno tiene que entender que hay que pensar en el otro. La suma de ese otro es lo que nos hace la causa Malvinas. No es que hay una sola verdad, es una verdad colectiva, todas las miradas suman a esa lucha y a la recuperación de las Islas”.

De esta manera comienza a analizar las diversas miradas que existen en torno a la cuestión Malvinas. “Aunque estamos de acuerdo con que las Malvinas son argentinas, cuando bajamos la línea hacia abajo o hacia la construcción del relato, algunos prefieren no hablar de la dictadura cívico militar, o no hablar sobre los actos difíciles que hubo en Malvinas o los errores militares o geopolíticos que hubo durante el conflicto”, puntualiza.

Asimismo, estas diferencias se reflejan también entre los excombatientes. “Hay tantas miradas como excombatientes, y es muy difícil consensuar sobre lo que queremos para Argentina o cómo recuperar la causa Malvinas”.

Recurso estratégico

Esteban retoma palabras del discurso de asunción de Alberto Fernández y coincide con aquellas palabras que expresaban que “Malvinas no es cuestión de un gobierno. Es una cuestión de Estado” por lo que señala que “se debería tener una instancia superadora, por eso es importante lo de la Secretaría de Malvinas, y un Consejo de Malvinas que fortalezca esta construcción colectiva más allá de las diferencias”.

Malvinas no es solo un sentimiento, sino también un punto estratégico con recursos naturales preciados. El director del Museo cuestiona que Mauricio Macri plantease que Malvinas eran solo 12 mil metros cuadrados, y asegura “para el Reino Unido son 2.200.000 kilómetros cuadrados”.

En 2016, la Comisión de Límites de la Plataforma continental, un organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), determinó que Argentina tenía derecho a ampliar su límite exterior tomando en cuenta partes de esa plataforma, cuyo tamaño duplica el de la superficie terrestre nacional. De esa forma, el país logró sumar oficialmente casi 1,6 millones de km2, que se reflejan en el nuevo mapa bicontinental.

“Nosotros tenemos mucha más estructura a partir del nuevo Mapa Bicontinental que fue aprobado por Naciones Unidas, y que está aprobado por el Congreso de la Nación. En lo que es la superficie marítima, ahí tenemos 5 millones de kilómetros cuadrados, que supera o duplica la cantidad continental. Es importante sí. Tenemos que mirar hacia el futuro para defenderlo, sí”, exclama.

El excombatiente marca otra discusión, la del Pacto Antártico.  “El Reino Unido no solo mira el sector de las Islas Malvinas y el pasaje biooceánico Atlántico-Pacífico. Mira la discusión de la Antártida”, especifica, y agrega: “Ahí está la mayor reserva de agua potable del planeta, el 75 por ciento”.

Una historia tapada por Malvinas

La guerra de Malvinas, no fue el único episodio violento en la vida de Edgardo Esteban, hay una tragedia familiar que quedó tapada por el conflicto bélico. Esa tragedia tiene que ver con el asesinato de su padre.

Tres Golpes en la Ventana, es el último libro del excombatiente que narra desde los ojos de un niño las violencias naturalizadas de una época y el crudo asesinato del joven referente peronista de Morón, Joaquín Esteban. 

“De repente, mire a un costado, y había una pared. Detrás de esa pared, había una historia de la que no había hablado, que no había contado. A medida que comencé a sacar los ladrillos empecé a encontrar la tragedia familiar, que es tan fuerte como Malvinas”, dice sobre el libro que lleva la foto de su abuelo paterno en la tapa.

La historia autobiográfica describe la vida de Lalo, y refleja en una primera instancia la violencia a la que eran sometidos los niños -con naturalidad- cincuenta años atrás y de lo que todavía hoy se habla poco.

“Una muerte tan próxima. Esos golpes en la ventana que anuncian una muerte son muy raros para un niño de nueve años. Al poco tiempo no recordaba la voz, los besos, los abrazos. Era un mundo sin pandemia, donde también faltaban los abrazos, la comunicación entre padre e hijo, o la comunicación era la autoridad, la imposición o las palizas, no había un ida y vuelta”, cuenta de una historia que le costo casi 8 años reconstruir.  

“Yo viví en un mundo más violento que el de mis hijos, porque después vino la dictadura militar, y después la guerra de Malvinas. La escritura me ayudó mucho a salir o resarcir esos errores que uno vivió en el pasado. Era otro mundo y no es tan lejano”, precisa. 

Esa violencia, denominador común de sus libros, generó la búsqueda de “exorcizar” ciertos dolores arraigados. En este sentido, Esteban explica que “fue apareciendo esa necesidad de sanar desde el arte, lo que en psicología se llama resiliencia”.

“Iluminados fue eso. Lo comencé a escribir apenas volví de Malvinas. Lo empecé en 1985. Lo terminé en 1983 gracias a los jefes de Radio del Plata. Particularmente a Santo Biasatti que me dio autorización para irme tres semanas al sur a terminar el libro”, detalla.  

En Tres golpes en la ventana “ningún personaje es bueno o malo. Cada personaje tiene su historia”, lo que significa que existen contradicciones en ellos.  

El asesino de Joaquín Estaban fue un referente del peronismo local, que años después fue secuestrado por la dictadura cívico militar, y hoy continúa desaparecido. En los años 90 bautizaron una avenida de Morón sur con el nombre del asesino.

“Yo no cuestiono a una persona que está desaparecida, pero escucho su nombre en las rondas de Madres de Plaza de Mayo, y mi hijo encuentra al asesino de su abuelo en los muros de la memoria”, dice Edgardo Esteban y analiza que son contradicciones propias de esta Argentina “que nos cuesta transformar”.

Joaquín Esteban formaba parte de una juventud que sostenía el reclamo de las bases por Perón -en tiempos del peronismo proscripto y perseguido- y que confrontaba con un sector de la dirigencia que se apoyaba en métodos mafiosos. Un líder carismático, con sensibilidad social que contradictoriamente maltrataba a su hijo.

“Joaquín fue un personaje especial, también marca esas contradicciones que había. Tenía mucho compromiso, pero a la vez tenía su propio mundo, una historia, una infancia difícil”, dice hoy Edgardo. 

Cualquier niño de ayer se puede ver reflejado en la historia de Lalo. La violencia de género hacia los varones, plasmada en verse obligados a ser hombres, machos, era moneda corriente y pesada de llevar.   

“Venimos de una sociedad que era muy violenta, y venimos de un camino que lo está marcando la mujer, en la Argentina y en el mundo, y no es casual. Es un faro que nos guía. Veo que hay mucho machismo dando vuelta y mucha violencia de género por deconstruir”, concluye al observar la lucha de las mujeres de hoy que vio brillar en su propia madre.

A situaciones excepcionales, soluciones también excepcionales

Share this:

  • Facebook
  • Twitter
  • WhatsApp
  • Telegram
Tags: Edgardo EstebanGuerra de MalvinasMuseo Malvinas
Nota Anterior

A situaciones excepcionales, soluciones también excepcionales

Siguiente Nota

Marcelo Figueras: “Todavía estamos en un tiempo de resistencia”

Recomendados

Psicoanálisis y política: ¿por qué una izquierda lacaniana en América Latina?

Por Equipo organizador de las Jornadas de Izquierdas Lacanianas

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

El desarrollismo, válvula de escape de los grupos económicos

Por Santiago Fraschina y Lucas Gobbo

El tiempo que pasa, la verdad que huye

El tiempo que pasa, la verdad que huye

Por Ricardo Ragendorfer

“No me quedé jamás en la retaguardia de sus luchas”

Setenta años no es nada

Por Estela Díaz

  • Quiénes somos
  • Contactanos

© 2020 Contraeditorial / Todos los derechos reservados. Registro de la Propiedad Intelectual en trámite. Director: Roberto Caballero. Edición 1071 - 23 de marzo de 2023. Argentina

Sin Resultados
Ver Todos los Resultados
  • Editorial
  • Opinión
  • Nacional
  • Economía
  • Mundo
  • Sociedad
  • Cultura

© 2023 JNews - Premium WordPress news & magazine theme by Jegtheme.