Vos que viviste siempre en la frontera
haciendo de la esfera aquello que atraviesa la ley
vos qué hiciste despertar al sur de la tarde triste del domingo
que explicaste que era imposible manchar el cuero
que hiciste que el misterio plebeyo se vuelva la verdad
que fuiste el radar de tu corazón que descubría siempre el latido falso del poder
aumentas la insondable soledad del genio cuando remonta el vuelo del pueblo.