A contramano de la historia de lucha por la Memoria, Verdad y Justicia, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, el tribunal preferido de los genocidas, volvió a conceder el beneficio de la prisión domiciliaria un grupo de represores condenados por su participación en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
Integrada por los camaristas Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci y Ángela Ledesma, la Sala II favoreció esta semana a Miguel Etchecolatz, elexdirector de Investigaciones de la Policía Bonaerense, quien tiene en su haber varias sentencias a prisión perpetua, y a dos genocidas condenados en la causa “Contraofensiva Montonera”: el militar retirado Mario Ocampo y al exjefe de Contrainteligencia del Batallón 601 durante la dictadura cívico militar, Luis Ángel Firpo. Por úlimo, también se sumó a la “suelta” de domiciliarias de Mahiques, Yacobucci y Ledesma el policía retirado Pedro Nolasco Bustos, condenado a perpetua en Córdoba en la causa Diedrichs, como informó la agrupación H.I.J.O.S. Capital, que reiteró su consigna “No son vecinos, son represores”.
Integrada por Mahiques, Yacobucci y Ledesma, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal favoreció con el beneficios de la prisión domiciliaria a los represores Etchecolatz, Ocampo, Firpo y Nolasco Bustos.
En el caso del multicondenado genocida Etchecolatz, el apoyo de la Sala II, que argumentó razones de edad y salud –tiene 93 años–, le llegó en el expediente donde está procesado por el asesinato de Horacio Alejandro Benavides, un militante de 22 años ejecutado en septiembre de 1976, a metros de la Plaza Moreno de La Plata, por un grupo de represores de la Dirección General de Investigaciones.
“Las patologías presentadas por Etchecolatz se encuentran tratadas adecuadamente”, había asegurado el abogado Pablo Llonto, representante de la querella, además de agregar que “el hecho de que se encuentre actualmente en el Sanatorio en Merlo, es prueba de que se puede garantizar su derecho de acceso a la salud”.
Ocampo (74) y Firpo (90) fueron condenados en el marco de la causa “Contraofensiva Montonera”, donde se investigaron los secuestros, tormentos y homicidios cometidos contra militantes de esa organización política que volvieron del exilio entre 1979 y 1980 para enfrentarse con las Fuerzas Armadas durante la dictadura. En cuanto a Firpo, ya antes le tuvo que ser revocado un arresto domiciliario cuando se supo que lo había violado.
La semana pasada, Mahiques, Yacobucci y Ledesma habían convalidado que le apliquen “la ley más benigna” al represor Jorge “Tigre” Acosta, lo que en la práctica habilitó que le bajen la condena y lo dejen a las puertas de salir de prisión.