Entrevista a la titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham, sobre la violencia familiar en tiempos de pandemia.
El aislamiento social obligatorio para hacer frente a la pandemia de Covid-19 tiene gran impacto en las niñas, niños y adolescentes (NNyA), que son quienes más cumplen con esta norma de permanecer en las casas, lo que puede ocasionar que ciertas problemáticas se vean agudizadas. Al igual que con los casos de violencia de género, la cuarentena se vuelve un caldo de cultivo para que las violencias hacia los menores se expresen en sus peores versiones.
En este contexto, la titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham, se refirió a la forma en que los menores están transitando la cuarentena y puntualizó sobre el maltrato y los abusos que los NNyA pueden estar sufriendo.
La abogada especialista en derecho de familia, con una extensa trayectoria en los derechos de la infancia, destacó la necesidad de aprovechar este contexto para advertir situaciones de maltrato, para lo que es preciso “romper con el silencio” y “dejar atrás frases como el no te metas”. “Los niños tienen derecho a una vida sin violencias”, afirmó.
“Los niños son los que más cumplen con el aislamiento”, asegura Graham.
Además, la funcionaria se refirió a cómo las políticas económicas “no son neutrales”, sino que impactan de lleno en las infancias y en las adolescencias, por lo que desde la Defensoría siguen bregando por reducir la pobreza y el trabajo infantil.
Los cumplidores de la cuarentena
La Defensora de las niñas, niños y adolescentes analizó la situación que atraviesan los menores en este marco de aislamiento y sostuvo que “se apegan más a las reglas que los adultos”. Al respecto, puso como ejemplo lo que ocurrió el pasado fin de semana en los bosques de Palermo cuando un virtual malón de gente, adulta, salió a recrearse dejando atrás los cuidados necesarios para hacer frente a la pandemia.
“Los niños son los que más cumplen con el aislamiento, y son quienes más les recuerdan a las madres y a los padres las cosas que hay que hacer cuando se vuelve a la casa después de hacer las compras”, señaló Graham.
La funcionaria indicó que la manera en la que se vive el encierro depende mucho del contexto hogareño. “Hay muchas realidades. No es lo mismo una madre soltera con dos hijos viviendo en un departamento, que una familia de la zona norte de la provincia de Buenos Aires que cuenta con una casa con mucho patio”, señaló.
Convivir con el agresor provoca el aislamiento de las víctimas. “A los niños les pasa lo mismo, se retraen y salen menos”, describió la funcionaria.
Otro factor que determina cómo los NNyA transitan la cuarentena tiene que ver con la forma en que los adultos la viven. “Entiendo que hay un cierto hartazgo de la sociedad pero cuando los adultos transmiten tranquilidad, seguridad y proyección a futuro, los NNyA están más seguros y ven que esto va a terminar en un momento”.
Los trapos sucios no se lavan en casa
Con respecto a la posibilidad de que hayan aumentado los casos de maltrato y abuso infantil, la funcionaria indicó que no tienen datos estadísticos sobre lo ocurrido en los últimos meses. Sin embargo contó a Contraeditorial que “es más probable que hayan disminuido, lo cual es una mala noticia porque esa caída obedece a que hay menos acceso a las denuncias”, alertó.
“Si convivís con el agresor, esa persona tiene un modus operandi sobre sus víctimas que tiene que ver con aislarlos. Si pensamos en la violencia que sufren las mujeres, dejan de tener relación con sus compañeros de trabajo y dejan de ver a su familiares. A los niños les pasa lo mismo, se retraen y salen menos”, describió.
Graham destacó la necesidad de difundir las líneas 102 (maltrato infantil) 144 (violencia de género) y 137 (violencia familiar). “Es muy difícil separar las problemáticas, hay un alto porcentaje de denuncias que hacen las mujeres que están con sus hijos. Cuando los niños conviven con una persona que maltrata a la madre, la violenta, le pega. No son meros testigos, son víctimas de esa violencia”, subrayó.
“La violencia va desde el mechoneo, el cachetazo, el chirlo, hasta el abuso sexual”.
“Es común que las mujeres digan ´es conmigo con los chicos no´, pero eso no es cierto. Si los chicos asisten, son víctimas de esa violencia. Imaginate lo que puede significar para un niño ver como apalean a su madre, la violencia simbólica y emocional que eso implica”. Al respecto valoró que la ley de femicidios haya incorporado la figura del filicidio asociado, que ocurre cuando el agresor mata a los hijos como forma de tortura a la madre.
Graham también detalló que una de las consecuencias de la cuarentena es que “hubo mucho silencio” en los barrios, pueblos y ciudades, por lo que el nuevo escenario “se convirtió en una oportunidad para escuchar más gritos y llantos”.
“Hay que romper con el silencio, no lo llamaría cómplice pero sí un silencio que existió toda la vida, que tiene que ver con el no te metas”, pidió la funcionaria y puntualizó que hay que dejar atrás esas frases que naturalizan la violencia dentro de los hogares como “los trapos sucios se lavan en casa”.
“La situación es más compleja en las provincias, en esos parajes donde hay casas aisladas, donde un vecino está a kilómetros. Allí es el Estado municipal el que debe visitar las casas que seguramente tienen otros problemas como la falta de alimentos, o de educación. Esos promotores sociales deben estar capacitados para descifrar si hay una niña, niño, o adolescente que está siendo víctima de violencia”.
El buen trato
Consultada por el reciente proyecto de ley “Capacitación Obligatoria en Promoción del Buen Trato a Niñas, Niños y Adolescentes” que presentó el Frente de Todos en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Graham calificó a la iniciativa -análoga a la Ley Micaela- de “excelente”.
“Imaginate lo que puede significar para un niño ver como apalean a su madre, la violencia simbólica y emocional que eso implica”.
El proyecto busca a través de capacitaciones, promover nuevos paradigmas sobre la niñez y la adolescencia, con el objetivo de desnaturalizar prácticas abusivas y de sometimiento por parte de los adultos.
“La violencia va desde el mechoneo, el cachetazo, el chirlo, hasta el abuso sexual”, explicó Graham quien detalló además que el proyecto “viene a capacitar a los organismos públicos y a las instituciones de la sociedad en el buen trato a los NNyA”.
En este sentido, manifestó que acompañan “fervientemente” la iniciativa y que desde la Defensoría esperan que “se haga nacional” porque los NNyA “tienen derecho a una vida libre de violencias”.
Las políticas económicas
El último Barómetro de la Deuda Social de la Infancia – “Condiciones de vida de las infancias pre-pandemia COVID19”, de la Universidad Católica Argentina (UCA) – advierte que la crisis económica se agudizó en los últimos dos años y afectó especialmente a los hogares con niños. Al respecto, Graham señaló que “las políticas no son neutrales en la vida de las niñas, niños y adolescentes”, sino por el contrario, “el ajuste les impacta de lleno”.
“Las políticas de ajuste impactan en sus vidas y generan mayor cantidad de niños pobres, bajo la línea de indigencia y con más desigualdad”.
“En relación a las políticas económicas, a veces logramos disminuir un poco la pobreza, a veces logramos acortar la brecha entre los más ricos y los más pobres, y a veces logramos disminuir la desigualdad, pero hay otros momentos en donde retrocedemos mucho. Eso depende de las políticas económicas que se lleven adelante”, analizó.
En este sentido recordó que “en 2003 el Comité de los Derechos del Niño planteó que las políticas económicas no son neutrales en la vida de los NNyA, y que las políticas de ajuste impactan en sus vidas y generan mayor cantidad de niños pobres, bajo la línea de indigencia y con más desigualdad”.
En este contexto destacó la puesta en marcha de políticas contracíclicas y beneficiosas para las infancias como la Asignación Universal por Hijo (AUH), que “fue un refuerzo para que los niños no sean los más perjudicados de las crisis”.
Después de elogiar las medidas económicas del gobierno para paliar la crisis que profundizó la pandemia, la funcionaria consideró que “los aumentos de la AUH son importantes, el IFE es importante, al igual que la Tarjeta Alimentar y los subsidios de las provincias”, como medidas de auxilio a sectores que están en situación de vulnerabilidad.
La defensora de los NNyA llamó a “seguir bregando por la reducción de la pobreza” y destacó que el foco debe estar puesto en “procurar que los niños la padezcan menos”.
Finalmente recordó que hoy, Día Nacional Contra el Trabajo Infantil, es preciso concientizar a la comunidad sobre la explotación y la desigualdad a la que todavía someten a muchos niñas y niños.