Después de cuatro meses sin turistas, Cuba espera ahora el regreso de extranjeros para reactivar un sector que resulta decisivo en la economía de la isla caribeña, al constituir la segunda fuente de ingresos de divisas, después de los servicios médicos.
Con la llegada del nuevo coronavirus, el país caribeño, cuya economía ha venido golpeada por un recrudecimiento del bloqueo que le aplica Estados Unidos desde hace más de medio siglo, tuvo que cerrar sus fronteras, lo que significó detener a la industria turística.
Hace tres semanas, la isla reabrió sus puertas al turismo internacional, limitándose por ahora a los cayos del norte y sur.
En este contexto, el gobierno espera recibir sus primeros turistas extranjeros a mediados de agosto, mientras aguarda que la Unión Europea incluya a la isla caribeña en su lista de países autorizados a visitar. “Estamos esperando porque cumplimos todos los requisitos”, aseguró el ministro del Turismo, Juan Carlos García.
Entre enero y abril de 2020 el ingreso de turistas a Cuba disminuyó un 49 por ciento en comparación con igual período de 2019.
La inclusión de Cuba en esa lista, que se basa en criterios epidemiológicos y se revisa cada dos semanas, es una “acción soberana de la Unión Europea (UE), pero realmente estamos en condiciones”, agregó García.
Algunos miembros de la UE como Francia, Italia, España y Alemania también están entre los mercados turísticos de la isla, que concentra los contagios con COVID-19 en La Habana y avanza en un proceso gradual y asimétrico de regreso a la normalidad en todo el territorio nacional.
El viernes pasado, Reino Unido dejó a Cuba fuera de la lista de países a los que están prohibidos los vuelos no esenciales, lo que abre la puerta a la presencia de turistas británicos en la isla caribeña.
El ministro García anunció que los primeros turistas extranjeros arribarán a la cayería cubana a partir de la segunda quincena de agosto, procedentes de Rusia.
Los turistas llegarán a los cayos en vuelos directos desde sus países de origen y solo podrán circular en el interior de las instalaciones hoteleras, con lo que se evita que entren en contacto con la población. El protocolo sanitario previsto incluye la realización de pruebas de biología molecular en tiempo real, los llamados PCR, a todos los turistas que arriben a la isla.
El Ministerio de Turismo (MINTUR) exige a cada hotel un certificado oficial que avale su condición como lugar de “Turismo más higiénico y seguro” y tanto los empleados como los huéspedes deberán cumplir las medidas sanitarias establecidas.
Los canadienses, que constituyen la principal fuente de turistas hacia Cuba, llegarán a partir de septiembre, como adelantó García, quien explicó que se cancelaron varios vuelos por las actuales restricciones de viajes al exterior vigentes en ese país.
El MINTUR también realiza una campaña de promoción en China, donde el cónsul general en Shanghai, Néstor Torres, detalló la estrategia para reanudar las operaciones turísticas, bajo medidas que garantizan la seguridad higiénico-sanitaria y un escenario libre de COVID-19.
Las autoridades cubanas esperan que la Unión Europea incluya a la isla caribeña en su lista de países autorizados a visitar.
El diplomático cubano expuso esos planes en un foro de turismo organizado en conjunto con la filial en Shanghai de la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con el Extranjero.
Torres explicó que la isla espera atraer a más viajeros de China con una oferta que incluye los segmentos de ciudad, naturaleza, sol y playa, y salud, entre otros.
El académico y experto en temas de turismo José Luis Perelló comentó a Xinhua que los mercados emergentes, como China y Rusia, pueden ser fundamentales para reactivar la industria turística en la isla, lo que dependerá de las acciones de los operadores turísticos, las aerolíneas y las regulaciones de entrada y salida para los extranjeros en sus países.
Cuba ocupa el segundo lugar, después de República Dominicana, entre los países que mayor número de turistas reciben anualmente en el Caribe. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), entre enero y abril de este año el ingreso de turistas a Cuba disminuyó un 49 por ciento en comparación con igual período de 2019.
El turismo recibió en 2019 a 4,2 millones de turistas, una caída del 9 por ciento con relación al año anterior, provocada por las medidas restrictivas aplicadas por Estados Unidos contra la isla.
Para este 2020 las autoridades esperaban la llegada de 4,5 millones de turistas, previsión que resultó fallida por la aparición del nuevo coronavirus.