Entrevista a Flavia Delmas, subsecretaria de Políticas contra la Violencia por Razones de Género de la Provincia de Buenos Aires
El aislamiento social se convirtió para miles de mujeres, travestis y transexuales en un caldo de cultivo donde se recrudece la violencia de género. Desde el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires se redoblan esfuerzos para acompañar a quienes padecen la peor cara de la violencia machista en esta cuarentena.
En este contexto, la subsecretaria de Políticas contra la Violencia por Razones de Género, Flavia Delmas destacó el trabajo territorial que desplegaron y el refuerzo que hicieron en la línea 144, que en este marco de aislamiento por la pandemia de COVID recibió el pedido de ayuda de más de 7000 mujeres.
“El agresor busca cortar todos los lazos sociales que tiene su víctima para poder ejercer un dominio pleno. Por lo tanto en esta situación esto se recrudece, es como un caldo de cultivo”.
La funcionaria y académica explicó a Contraeditorial que la lucha contra la violencia de género “se afronta con una enorme cantidad de dispositivos y con políticas transversales”, impulsadas desde un Estado con “presencia muy fuerte”.
-¿Por qué la cuarentena aumentó los casos de violencia de género?
-No se si aumentaron los casos de violencia de género con el actual aislamiento, tan necesario para el cuidado de la salud. Lo que se produce es otro fenómeno: el agresor busca, con la persona que es su víctima, cortar todos los lazos sociales que ella tiene para, así, poder ejercer un dominio pleno. Por lo tanto en esta situación esto se recrudece, es como un caldo de cultivo. Nosotras estamos observando cómo va cambiando, cómo va mutando, no se si el problema o cómo se presenta el problema. Al principio veíamos que bajaban las denuncias, que hubo un retraimiento, y estábamos muy preocupadas. Por eso rápidamente impulsamos la línea 144 y las vías virtuales, para que las personas que estuvieran en esta situación pudieran acceder a la ayuda. Lo que estamos viendo ahora es que empezaron otra vez a haber denuncias. Las denuncias comenzaron a encontrar canales y las formas de pedir ayuda se multiplicaron. Algo que me impacta mucho es cuando las compañeras que tienen un auto, o el de alguien, salen a la ruta a buscar un destino mejor. En muchos casos hemos podido intervenir y hacer posible lo que están buscando. Creo que el Estado está llevando adelante una presencia muy fuerte para lograr que les compañeres puedan salir de esas situaciones de violencia.

-¿Qué cantidad de femicidios hubo en la provincia durante el cumplimiento de la cuarentena? ¿Y qué cantidad de denuncias por violencia de género o de consultas a la línea 144?
-Te puedo decir que la cantidad de llamadas que hubo en época COVID19 fueron 7234, de las cuales casi el 40 por ciento son de violencia de género. Después llaman por otras cosas. Sacamos 61 permisos de tránsito por cuestiones de violencia para trasladar a la mujer, la mayoría de las veces son sus niños y niñas. Para eso hicimos un trabajo coordinado con otras provincias, porque algunos traslados se hicieron fuera de la provincia de Buenos Aires. Hicimos 60 reuniones con municipios por mesas locales y 119 intervenciones con distritos. Casos críticos, de altísimo riesgo, hubo 56 en marzo; trabajamos 109 casos en abril y en mayo 203.
“Las denuncias comenzaron a encontrar canales y las formas de pedir ayuda se multiplicaron”.
Los femicidios fueron 9 en marzo, que no es una cifra que difiere en relación a meses anteriores; en abril fueron 12, más un travesticidio, y en lo que va de mayo hubo 7 femicidios. Si vamos a registros de años anteriores nos vamos a encontrar con que no varió demasiado la cantidad. La lectura es que los femicidios siguen parejos. Hay una cantidad por año que se va repitiendo hace años. Hay estudios hechos desde universidades, de la oficina de la Mujer de la Corte y desde la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, y si te fijas son más o menos la misma cantidad por mes cada año.
-¿Qué medidas tomó el Ministerio para prevenir más muertes de mujeres en este contexto de cuarentena?
-En primera instancia el decreto del gobernador que permitió reconocer como servicios esenciales la Línea 144, el área de Casos Críticos y los hogares que tiene la provincia a su cargo. Luego se tomó más personal en todos esos espacios considerados esenciales. Se amplió la Línea 144 y se pusieron líneas de WhatsApp y de Telegram. También se reforzó al equipo de Casos Críticos, que tiene intervenciòn y seguimiento, y que lo reforzamos con casos particulares y contingencias. En relación a los hogares, se hizo un acuerdo con varios sindicatos para que disponer de hoteles para alojar a mujeres en situación de violencia o de personas LGTBI+ en situación de violencia.

-¿Cómo trabajan territorialmente?
– El mandato del gobernador y de la ministra (Estela Díaz, titular del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad) fue fortalecer los espacios territoriales, el trabajo en el territorio. Así que estamos realizando encuentros con mesas locales. Son mesas donde confluyen actores de cada territorio y también organizaciones sociales y políticas que están además abocadas al trabajo de violencia. En esas mesas se trabajan vías de intervención, protocolos de atención y seguimiento de casos. Lo que estamos haciendo son encuentros virtuales con las mesas a través de las plataformas Webex, Zoom u otras, y estamos participando en reuniones de mesas. Otro trabajo que estamos haciendo es la capacitación, tanto para acompañantes de personas que están en situación de violencia como también a los voluntarios del nuevo programa del gobierno de la provincia “Bonaerenses Solidarios”. Otro trabajo es el relevamiento de los dispositivos de masculinidad. Además, se trabajó fuertemente con el programa de tobilleras para los casos de altísimo riesgo. Elaboramos una guía de intervención de detección y abordaje de casos, y estamos haciendo encuentros con referentas sindicales, políticas y de organizaciones sociales para instrumentar el uso de la guía. Por otro lado, estoy sosteniendo reuniones con organizaciones que trabajan en la temática en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, para tener también un monitoreo por parte de las organizaciones. Hemos elaborado una pequeña cartilla desplegable que se está entregando con los alimentos en las escuelas, que plantea recomendaciones para mujeres que están en situación de violencia y para las vecinas y los vecinos que escuchan o acompañan a quienes están en situación de violencia. Además estamos teniendo permanentes reuniones con diferentes áreas del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, y hemos participado de encuentros con legisladoras. Nos estamos manteniendo activas.
“La violencia de género se afronta con una enorme cantidad de dispositivos y, fundamentalmente, con políticas transversales”.
-¿Por qué cree que se construyen y sostienen relaciones desiguales y violentas?
-Es muy importante entender a las violencias por razones de género como parte de una estructura social de violencia, a las que hay que pensar también de manera sistémica. Es decir, que se trata de un fenómeno muy complejo que obviamente impacta en los derechos humanos y en problemas de salud en la población de mujeres, niñas, lesbianas, travestis, transexuales. Si pensamos en la discriminación por razones de género, ahí todo se profundiza.
-¿Cuál es la estrategia para hacerle frente?
-No hay una única forma de enfrentar este gravísimo problema social y de derechos humanos. Pero se afronta con una enorme cantidad de dispositivos y, fundamentalmente, con políticas transversales. Se piensa una estrategia muy amplia de política de manera integral y situada sobretodo territorialmente.